* Por Federica Cash (de Mamás Reales)
@mamásrealesblog
El ser humano no termina en su piel, sino que se extiende a su ambiente, a sus vínculos, a sus antepasados y hacia quienes vendrán después. En este tiempo, estamos empezando a entender que, para comprenderse y conocerse, hace falta mirarse con una lupa más amplia, que incluya además de nuestra persona, nuestros contextos presentes, pasados y futuros. Porque nadie puede amar lo que no conoce.

La Psicogenealogía estudia al ser humano desde esta perspectiva y ayuda a alumbrar sombras que muchas veces no sabemos de dónde vienen.

Lauro Alonso, especialista en el tema, nos aclara dudas aquí y en nuestro Podcast que podrán escuchar en unos meses.

¿De qué trata la Psicogenealogía?
Trabajamos con un método científico y nos ocupamos de estudiar toda la historia familiar. El pasado, el presente y, de alguna manera, el futuro. Buscamos entender lo que nos pasa en un contexto determinado. Mirando el árbol genealógico le damos un sentido a todo, a las dolencias, enfermedades, capacidades, preferencias, inquietudes, características físicas, mentales, emocionales, para así poder elegir con qué seguir y qué cambiar. Qué nos genera dolor y sufrimiento y qué nos genera bienestar y éxito, para hacer de nuestra vida un tránsito más liviano.

La palabra Psico-genea-logía quiere decir: el estudio científico (logos) del alma o psique, y de lo biológico-genético.

¿Qué nos aporta conocer el árbol?
El árbol nos da contexto. Porque dolor podemos sentir todos en algún momento de la vida o algún padecimiento. Pero es más difícil cuando no tenemos un para qué. Y no es un por qué, sino para qué.

El “para qué” me conecta con el sentido de eso que nos ocurre. Si entiendo lo que me pasa en el contexto de cómo vivieron y cómo actuaron mis antepasados, eso va a producir un efecto bueno para mí. Hasta el dolor visto así es más fácil de aceptar y, por lo tanto, de resolver, si hace falta.

¿Somos libres en alguna medida o al ser parte del árbol es imposible?
Es como cuando uno compra un disco duro. Está en blanco en algún aspecto, pero a la vez ese disco tiene ciertas cualidades: es de cierta marca, de tanta capacidad. Ningún ser humano nace libre, siempre está condicionado de alguna manera, por lo cultural, por el entorno, por muchas cosas. Y luego está la voluntad desde la cual podemos hacer algo con eso que toca. Hay gente que quiere salir del sistema para buscar nuevos horizontes. En la medida que tengamos consciencia de nuestros condicionamientos de origen, podremos aprovechar al máximo nuestra capacidad.

¿Qué pistas son clave para saber qué nos está condicionando?
Las dos condicionantes más fuertes son el dolor y el placer. En todo sistema familiar lo marca es aquello que salió mal y trajo dolor, sufrimiento, pérdida, ruina e incluso muerte. Eso se transmite de manera inconsciente como caminos a evitar. Y también lo que trajo bienestar, éxito, nueva vida, eso queda como el camino correcto a seguir. Hay cosas que se codificaron de una manera en un momento diferente y ahora no se condicen con la realidad. Lo malo de esto es que nos hace ir por algunos caminos de manera condicionada, sin que nos demos cuenta. Hay condicionamientos positivos y otros negativos.

Asocio todo lo que decís a las constelaciones familiares. ¿Cuál sería la diferencia con la Psicogenealogía?
La Psicogenealogía es la base técnica que usa las constelaciones, pero la constelación trabaja más en el ámbito empírico, es más vivencial. Lo que vemos en el árbol lo podemos derivar a constelar para buscarle una vía de expresión, una solución. La constelación es a la vez diagnóstico y terapia.

Lo que nosotros hacemos es más bien teórico. Conocer y ver de dónde vienen las cosas, y tener un sentido, cambia tu apreciación de lo que sea. Entender da alivio inmediato. Luego se pueden hacer cosas para profundizar en ese cambio.

¿Qué ha estudiado la ciencia en relación a la Psicogenealogía?
El principal fundamento técnico que tenemos es la epigenética que estudia cómo las emociones directamente cambian el ambiente químico del cuerpo y es ese ambiente que activa o desactiva los genes. Esto se transmite de una generación a otra. Hay facultades y ministerios de salud trabajando con lo transgeneracional que no es nuevo ni para la medicina, ni para la psiquiatría, ni el psicoanálisis.

¿Qué le agradecés a tu profesión?
La paz. Un porcentaje grande de sensación de paz y de que está todo bien, no porque no haya dificultades para resolver u ocuparse, sino porque, al entender un sentido y un contexto, uno acepta desde otro lugar y eso ayuda mucho. Lo que no se disuelve, se calma.

Mamás reales

Foto: Cortesía Mamás reales

Carolina Anastasiadis y Federica Cash comparten experiencias y conocimiento en “Mamás reales”, un blog que nació hace 10 años durante el embarazo de sus primeros hijos.

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