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Convivencia emocional: Cómo se forma la autoestima de los niños

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niña tapabocas

Con los hijos

Esta se forma en el hogar, en el vínculo padre-hijo y luego termina de consolidarse en las instituciones educativas. Seguí los consejos de Fanny Berger.

Autoestima significa literalmente como nos valoramos a nosotros mismos. Se forma en el hogar en el vínculo padre-hijoy luego termina de consolidarse en las instituciones educativas.

Es muy difícil para un progenitor tratar de ayudar a que su hijo se quiera a sí mismo, si primero él no se ama a sí mismo y no se acepta. 

El hijo es como un disparador que te hace ver cómo te aceptas y valoras como ser humano. Todo padre tiene que aprovechar la sensibilidad que despierta la maternidad y paternidad para trabajar aspectos personales que ameritan seguir mejorando, como por ejemplo la aceptación de rasgos que rechazamos en ustedes como personas.

Lo más importante para los hijos es que los progenitores transmitan seguridad y confianza. Para eso tienen que observar y contactar con el niño real que está frente a ustedes, no con el que soñaron tener. Eso ayuda a no crear expectativas sobre los hijos.

Además cuando el padre no acepta al hijo que tiene puede exigirle o pedirle resultados que no puede brindar. Ambos se frustrarán, pero el niño está formando su autoestima en base a las reacciones, palabras, gestos de sus padres hacia ellos. Es muy intenso para el hijo observar que el padre no está contento con ciertas característica de él. En el día a día sentirá el malestar del padre y creerá que no es lo suficiente inteligente porque no colma las expectativas parentales. 

Cuando el padre no está contento con los resultados obtenidos por el niño, ya sea en los estudios, deportes o en el ámbito social, éste lo sentirá y pensará que él no es valioso en dichos aspectos. Así se crea la autoestima en la vida cotidiana: el pequeño podrá valorarse si recibe retroalimentación positiva sobre él mismo.

Acepta a tu hijo tal cual es, no le exijas lo que no puede dar. 
Los padres deben ayudar a que sus hijos desarrollen sus talentos y mejoren sus dificultades con mucha aceptación y cuidado de no dañarlo emocionalmente. Eso hace feliz a un niño, que lo acepten con sus recursos personales y sus problemas.

No te crees falsas expectativas que llevan a la frustración y a la desilusión.
Cuando ellos sienten que sus padres no están contentos con sus logros se frustran y desarrollan baja autoestima. Hay una correlación entre lo que puedo llegar y lo que los otros y yo mismo espero de mí, quiere decir que altas expectativas producen frustración y baja autoestima.

A veces los pequeños tienen creencias limitantes sobre ellos, se sienten tontos, burros, torpes y hay que ayudarlos a que las enfrenten pues crean pensamientos negativos hacia ellos mismos y sentimientos displacenteros como rabia, tristeza, impotencia.

Hay que permitir que el niño corra riesgos y ayudarlos cuando comete errores a transformarlo en aprendizajes y no en criticas personales.

En lugar de expresar críticas, transforma todo error en aprendizaje.
El niño tiene que sentirse confiado de sus propias habilidades y capacidades y así su autoestima será buena. Si el niño no confía en él y se percibe con pocas o sin capacidades y habilidades, desarrollará baja autoestima.

Atención padres, los niños con buena autoestima se sienten seguros, valorados y aceptados, felices de lo que son capaces de hacer, piensan cosas buenas sobre sí mismos.

En cambio, los niños con baja autoestima son críticos y duros consigo mismos. Se sienten que no son tan buenos como otros chicos. Ponen atención en las veces que fracasan más que en las que tienen éxito, pueden llegar a dudar sobre su rendimiento, no se tienen fe.

Nadie nace con autoestima, se crea en los primeros años de vida en el hogar con las figuras referentes del niño; aceptándolo, mostrando sus verdaderos talentos y ayudánlo a mejorar sus dificultades en un ambiente de respeto y cuidado emocional.

conocé a  nuestra columnista
Fanny Berger
Fanny Berger

Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web, página de facebooko a través del teléfono celular 099 289 282.

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