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El dibujo como herramienta para combatir el bullying y hablar de empatía

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Virginia Durán
Sampaio, Manuella

APLAUSOS

La docente e ilustradora Virgínia Durán pone el bullying y otros temas sobre la mesa a través de la ilustración. La profesional da a conocer su trabajo en la cuenta de Instagram @viquiduranilustra.

A los 14 años Virginia Durán (46) sufrió exclusión social, un tipo de bullying que causa aislamiento progresivo, ya sea porque se ignora a una persona o se le impide participar en actividades. En su vida adulta vuelca su trabajo como maestra e ilustradora aconcientizar sobre el tema. “Desde el rol docente me parece clave transmitir que pueden prevenirse situaciones de violencia hacia los niños y entre ellos. No todos saben que pueden cambiar muchas cosas si se pone el foco ahí”, afirma.

Empezó a trabajar como educadora a los 19 y, más tarde, descubrió el gusto por la ilustración. “Mis mellizos demoraron cuatro años en venir y en esa espera el dibujo fue un cable a tierra, una salvación”, dice quien asistió a varios talleres. El pasatiempo se transformó en una pasión y creó el taller de expresión plástica “Tierra de tinta”. Ante unos 40 alumnos, Virginia une las facetas de maestra y artista, al tiempo que enseña el valor de la empatía, esa sensibilidad para “ponerse en los zapatos del otro”, y la importancia de no naturalizar conductas violentas.

En las redes

La pandemia la obligó a cerrar su taller, pero las ganas de dibujar y de hablar sobre el tema seguían vivas. “Armé una propuesta y todos los días le enviaba a las familias una consigna para hacer algún dibujo y los niños me pasaban la foto después. El boca a boca sumó a mucha gente al grupo”.

Con el permiso de las familias compartió en Instagram las creaciones que nacían de esa actividad y también su trabajo. Se creó una cuenta profesional e hizo cursos de diseño gráfico, edición y marketing digital para ganar autonomía en su proyecto. Por otro lado, puso cada día más el tema de la empatía sobre la mesa.

“El año pasado perdí a mi papá. Hice un posteo sobre la empatía en el duelo que tuvo repercusión, mucha gente lo compartió y me escribió”, recordó. En ese momento, una alumna le contó que sufría bullying en el colegio y al consultarle si había hablado con adultos, escuchó una frase dolorosa: ‘A los adultos no les importa’.

“Esa respuesta fue un golpe muy fuerte. Esa noche escribí sobre el rol del adulto frente al bullying y ese posteo también tuvo mucha difusión. Me di cuenta que la gente precisa hablar de eso”, detalló.

En Uruguay, uno de cada cuatro niños o adolescentes en período escolar sufre acoso, según un informe publicado por Unicef en 2021. Para Virginia, esta realidad se sostiene —entre otros factores— por un “pacto de silencio” entre adultos: “No tienen herramientas para trabajar el tema porque no se habla, no se estudia, no se enseña. Son niños que tienen sus derechos vulnerados y que son violentados bajo la mirada de los adultos, que a su vez miran hacia un costado. Eso me genera un gran malestar”. 

Hoy la acompañan más de 5.000 seguidores y una comunidad dispuesta a discutir el tema. “Hay genuino interés. Me cuentan sus testimonios, historias de mucho dolor; me detallan las respuestas de centros educativos, que no suelen ser felices. Me escriben docentes, que quieren formarse para prevenir el bullying o cómo actuar frente a esa situación”, acota.

“Siempre recomiendo el libro Bullying y Mobbing: haciendo visible lo invisible, de Silvana Giachero, para mí es un título de cabecera, me enseñó mucho y su autora expresa todo lo que yo siempre pensé sobre el bullying. Estoy 100% de acuerdo con lo que dice, y lo utilizo mucho”, señala.

Financiamiento colectivo

Esta semana, lanzó su página web (www.viquiduran.com) y su primer ebook: “Reflexiones y algunas máximas sobre Bullying”, que une su experiencia de más de 20 años en aulas y su vivencia “como alumna, maestra y madre”. Para monetizar su trabajo, además de la venta del ebook y de algunas ilustraciones en formato póster, hace poco menos de dos semanas creó una cuenta en “Ko-fi”, una plataforma que permite al público apoyar a artistas y creadores de contenido que, como Virginia, entregan su tiempo y energía a una causa, proyecto o emprendimiento.

“Mucha gente me aconsejó a hacerlo como una forma de sponsorear mi trabajo. Le dedico varias horas del día entre estudiar, ilustrar, escribir y lo que implica manejar una red social e interactuar con las personas. Por ahora, lo hago de manera honoraria, no recibo nada a cambio, si bien recibo un montón de cosas que no puedo monetizar”, indica.

La propuesta tuvo buena receptividad entre sus seguidores que, con el valor aproximado de un café, pueden colaborar para que su trabajo siga creciendo. “Hubo respuesta del otro lado, gente que apoya lo que hago, porque más allá de generar un impacto con mi ilustración, quiero que mi trabajo sirva para algo y deseo tenerlo como medio de vida”, explica.

ilustración Virginia Durán
Ilustración de @viquiduranilustra

Sueños

En su recorrido de trazos, colores, enseñanzas y aprendizajes, Virginia mantiene vivo dos sueños: “Que muchas personas miren el bullying diferente a como lo ven hoy en día, que dejen de naturalizarlo, que actúen, que se informen sobre cómo abordarlo. Quiero que lo que hago les sirva a las personas para cambiarles la vida, es un sueño real, que alguien puede pensar que es un poco iluso, pero es verdadero. La escuela tiene que ser un lugar seguro, es un derecho de todas los niños, niñas y adolescentes”. Y agrega: “Quiero vivir de mi taller de expresión plástica y de la ilustración, que para mí, tiene que aportar algún valor a los demás”, finaliza.

Virginia Durán
Foto: cortesía Virginia Durán

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