AFTERWORK

Vinbutik es una tienda de vinos, pero también un club que promueve experiencias e invita a descubrir etiquetas exclusivas.

En la calle Juan Benito Blanco conviven tres áreas delimitadas: tienda, cava y salón de cata. En el espacio donde también se realizan reuniones empresariales, hoy habrá Sepas o no cepas, una divertida propuesta para jugar en una cata a ciegas ($ 1.650).

Ladrillo visto, madera, hierro y una imponente araña con caireles de cristal dan la bienvenida al visitante. Las paredes son el lienzo para exhibir la obra de artistas. En los estantes asoman algunas de las joyas de la casa: botellas extranjeras que difícilmente se encuentran en otras tiendas locales. Frente a ellas, tablets muestran la información necesaria, aunque el distintivo de la casa es la atención personalizada y sin apuros.

A los sellos extranjeros como Terras Gauda (España) se sumaron otros provenientes de Chile y Argentina. No faltan las creaciones locales.

«Tenemos vinos de bodegas nacionales que quieren trabajar de modo diferencial», puntualiza Julio González, responsable de Vinbutik. Los Nadies, Bracco Bosca, Artesana, Atlántica Gourmet, Bodega Atlántida, Bresesti, Casa Tannat, Cantera Montes de Oca, Familia Dardanelli, Finca Piedra, José Ignacio, Pisano, Spinoglio, Viña del Quintón y Viña Progreso son las presentes.

«Acá no vendemos solamente vinos, sino experiencias, el gusto por el conocimiento y por el compartir», asegura González.

Los integrantes del club abonan $ 3.500 mensuales y cuentan con beneficios como una cata al mes, una botella y 25% de descuento en sus compras. Además, reciben un cuaderno de cata con glosario y espacio para anotar sus apreciaciones sobre los vinos que prueban.

Los miembros de Vinbutik también participan de dos catas anuales donde deciden la incorporación de nuevas botellas. Con miras al 2022, se realizarán talleres donde se aprenderá a armonizar vino y gastronomía.