Un "oasis" en la región: la visión sobre Uruguay del empresario argentino que crea "joyas" en el sector inmobiliario

César Escandarani, CEO de Planet Partners, desarrolla proyectos que integran el diseño con enfoque urbano. Destaca que "en un escenario global más conflictivo, el país debería volverse aún más atractivo"

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César Escandarani, CEO de Planet Partners.
LEO MAINE

A los 47 años, combina una trayectoria marcada por el desarrollo inmobiliario, la ingeniería ambiental y un firme compromiso con causas de bien común. Nacido en Mar del Plata e hijo de un desarrollador, estudió Ingeniería Ambiental, complementando luego su formación con programas de gestión de negocios y un curso intensivo de finanzas e inversión en real estate en la NYU. Casado desde hace dos décadas con Sasha -diseñadora y parte de la inmigración rusa que llegó a la región hace más de 25 años-, es padre de dos hijos: Kauel (17) y Nina (13).

Con una visión que combina desarrollo urbano y enfoque ambiental, el creador de Le Mont y CEO de Planet Partners apuesta a un nuevo concepto de lujo “consciente” en Montevideo. En esta entrevista, explica qué lo motivó, cómo integra naturaleza y diseño, y qué oportunidades ve hoy para el mercado inmobiliario en Uruguay.

-Le Mont busca ofrecer un lujo “consciente” en Montevideo. ¿Qué lo motivó a apostar por este proyecto?
-Esto se fue dando a lo largo de los años. Empezó con el terreno. En su momento vimos la posibilidad de armar un predio de gran superficie mediante la adquisición de varias propiedades, unificándolas y logrando un piso urbano importante en esa manzana. Y mientras pasaba el tiempo, fuimos analizando cuál era la mejor aplicación para ese volumen. La realidad es que había dos caminos claros: un edificio corporativo o una torre residencial.

-¿Por qué fue por el segundo?
-Nos pareció que Montevideo está madurando muy bien. Este ciclo de estabilidad que está atravesando Uruguay, y la confianza que está generando, hacen que su capital crezca cada vez más. En los últimos 15 años, ya sea por el incremento del patrimonio de las familias uruguayas -producto de la estabilidad y el crecimiento económico- o por la llegada de familias extranjeras de altos ingresos, impulsadas por leyes de estímulo y exoneraciones impositivas, llegó otro segmento de población con demandas diferentes.
Los propios uruguayos empezaron a elevar sus exigencias; se ve en el parque automotor. Y también porque los extranjeros, que llegan atraídos por los atributos del país, buscan propiedades similares a las que habitan en sus ciudades de origen -Buenos Aires, San Pablo o París-. Esas familias traen esa búsqueda de propiedades con determinadas calidades. Y la verdad es que en Montevideo hay poca oferta de edificios de esta nueva generación de lujo.
En toda esta combinación vemos cómo la ciudad se está transformando y sofisticando, tanto por el público uruguayo -que eleva sus exigencias- como por la llegada de extranjeros con otras demandas. Entendimos que había un nicho que valía la pena cubrir.
El terreno tenía todas las cualidades. Y ahí nos lanzamos.

-¿Y cómo ha sido la recepción del proyecto a nivel local?
-El edificio genera impacto. Mucha gente ya nos consulta por los precios y por si está a la venta. La modalidad de comercialización es poco habitual para el público uruguayo o para el mercado montevideano. En general, primero se lanza la preventa y después la obra. Nosotros decidimos empezar la obra primero y lanzar la venta a fines de marzo o principios de abril, cuando inauguremos el showroom.
Somos bastante profesionales en el análisis de mercado. Y, por otro lado, en Nueva York construimos dos edificios y ahí aprendimos esa costumbre: por la estructura financiera del negocio, es común que el desarrollador construya y, cuando la obra está avanzada, lance la comercialización. Como queremos hacer los mejores apartamentos de Montevideo -que sean como una joya-, entendimos que para vender una joya necesitás una joyería. Entonces dijimos: empecemos la obra, no esperemos tanto, y lancemos la venta cuando el showroom esté listo. Con el estudio de mercado que tenemos, estamos completamente seguros de que el producto va a encajar muy bien.

-El enfoque del proyecto pone fuerte énfasis en la biofilia...
-Sí, estamos trabajando en la vegetación que tendrá el edificio, con plantas nativas del monte uruguayo. Ojalá podamos lograr que vuelvan los pajaritos, las abejas, todos los habitantes originales del territorio, y que podamos aportar nuestro granito de arena para generar conciencia sobre la protección de los espacios.
También estamos analizando temas de huella (de carbono) y biodiversidad, para que, por cada metro cuadrado del edificio, se proteja una determinada cantidad de hectáreas de monte nativo uruguayo, de ecosistema.
Es una mirada a la que nos encantaría que más desarrolladores se sumen: una forma de construir ciudades que genere lo mejor de lo urbano y, al mismo tiempo, cuide lo mejor de los ecosistemas naturales.

-Planet Partners impulsa proyectos con identidad propia. ¿Qué filosofía sigue la empresa al concebir un desarrollo?
-Cuando propuse crear Planet Partners, como sugiere el nombre, más allá del propósito vinculado al planeta -que para mí es transversal; estudié ingeniería ambiental-, también lo hice para impulsar esta mirada global. Es entender la actividad del desarrollador inmobiliario no como una práctica local ajustada a un territorio, sino como una disciplina profesional con metodologías y pasos que permiten desarrollar un terreno en cualquier parte del planeta siguiendo esos procedimientos.
Hacemos un análisis muy holístico e integral del territorio. Todo eso, paso a paso, nos lleva a las mejores opciones para ese terreno.
A partir de ahí se construye la historia de cada proyecto, que está muy relacionada al tipo de producto. En Le Mont, por ejemplo, investigamos el origen del nombre Montevideo -Monte Sexto de este a oeste, según navegantes portugueses-. La tipografía elegida es la misma del metro de Londres, que curiosamente fue hecha por un uruguayo. La volumetría también fue mutando para emular una montaña cubierta de verde, metafóricamente.
Por otro lado, el equipo de diseño trabajaba en la identidad visual del proyecto, siempre buscando enriquecerlo desde el lugar en el que está. Nos encanta investigar y meternos en esas historias.

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César Escandarani, CEO de Planet Partners.
LEO MAINE

-¿Cómo interpreta la dinámica actual del sector? ¿Dónde están las oportunidades?
-Uno podría marcar una alerta por la cantidad de proyectos que hay. Pero la realidad es que esos proyectos se terminan habitando, se alquilan y dan buenos resultados. Creo que hay espacio -y seguirá habiendo- en el segmento de alto poder adquisitivo.
Veo un mundo con mucho conflicto. Y Sudamérica, en mi visión, puede verse beneficiada en los próximos años. Dentro de la región, Uruguay es la frutilla de la torta: un oasis. Es un país pequeño, manejable, sin altos niveles de conflicto social, étnico o religioso, con paz histórica con sus vecinos y estabilidad económica y democrática ejemplar. En un escenario global más conflictivo, Uruguay debería volverse todavía más atractivo.
Eso ya se ve reflejado en Punta del Este, y creo que se irá viendo cada vez más en todo el país en general. Quizás nuestra mirada foránea nos hace ver que Uruguay tiene ventajas impositivas que compensan el costo de vida en dólares. Construir es caro, pero hay estímulos fiscales. Y también noto que en los últimos años el diálogo entre desarrolladores y autoridades ha mejorado, y eso es positivo.

-¿Y los desafíos?
-Siempre hay desafíos. El mercado es estable, pero eso también marca los tiempos de la dinámica urbana. Si tengo que señalar algo, diría el tráfico. Es una ciudad que ya debería pensar más seriamente en la dinámica actual del tránsito, que quienes la conocemos hace años vemos muy modificada. Me parece clave que la ciudad empiece a pensar en esas dinámicas evolutivas: tránsito y servicios públicos.

-¿Y cómo evalúa la evolución del mercado inmobiliario uruguayo en los próximos años?
-Creo que hay segmentos donde la demanda es escasa y los precios seguirán subiendo: el sector de lujo y determinados nichos de oficinas -donde se están incorporando muchas propuestas-, pero todo eso se absorberá bien. Veo también la situación logística en evolución.
Y noto un fenómeno que no sé si muchos ven: Punta del Este transformándose en los próximos 10 años, con una dinámica más sostenida en crecimiento poblacional y en su transformación como ciudad de residencia permanente. Seguirá siendo una ciudad de verano, claro, pero me intriga mucho cómo puede consolidarse una base mayor de habitantes estables. Obviamente tiene desafíos -como el sistema hospitalario-, pero es una tendencia interesante.

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