Hace menos de una década, el açaí —una pequeña fruta amazónica de intenso color violeta— era un producto exótico reservado a quienes lo descubrían durante sus vacaciones por Brasil. Hoy, sus preparaciones se multiplican en Buenos Aires, Córdoba, Rosario y hasta en la Patagonia, de la mano de locales y franquicias.
El açaí pasó de ser un producto de nicho a una categoría establecida. Recién en 2017 fue incorporado al Código Alimentario Argentino. Y si bien las presentaciones tradicionales en las que se comercializa son en vaso y en bowl —en los que se combina una especie de helado de açaí con frutas y granola—, también está disponible como pulpa congelada, importada del Amazonas.
La tendencia hace eje en un estilo de vida saludable y está apoyada en su categoría de superalimento, por sus propiedades antioxidantes, fibras, vitaminas y minerales. Según la consultora GFK, el 38% de los consumidores a nivel global se muestra más proclive a hábitos de este tipo.
Así, su crecimiento en la plaza local no pasó inadvertida para los grandes jugadores internacionales: esta semana, la brasileña Oakberry, que cuenta con más de 700 locales en el mundo, inauguró sus primeros puntos de venta en Buenos Aires. Con un modelo de franquicias y una inversión inicial cercana a los US$ 90.000 por local, la marca planea abrir al menos 50 sucursales en el país en los próximos 10 años.
«Confiamos en que la expansión y la aceptación serán excelentes, sobre todo porque nuestro producto se encuentra entre los de mayor calidad del mercado. Eso es posible gracias a que controlamos toda la producción, desde el árbol de açaí hasta el vaso que se sirve en la tienda», señaló Gabriel Meredig, gerente de Operaciones en Oakberry para la Argentina y Uruguay.
El interés por la marca, que tiene como embajador al piloto Franco Colapinto, se reflejó incluso antes de la apertura de su primera tienda: la firma ya había cerrado acuerdos con los primeros franquiciados.
Apuestas locales
Pero no todo el negocio está en manos internacionales. Fundada por Facundo Levy, Maracaibo fue una de las primeras en trabajar con açaí en el país. «En 2015, adherí a un retiro voluntario en el banco en el que trabajaba y fui de vacaciones a Buzios con mi pareja (...) Ahí conocí el açaí: todo el mundo lo consumía y había una oferta enorme; en cada cuadra había un local. A mi no me volvió loco, pero a mi mujer le encantó», señaló.
En 2016, creó una empresa importadora y exportadora de helados y encaró los trámites para la incorporación de la fruta en el Código Alimentario Argentino y para su importación. Tras una inversión de US$ 50.000, montó una planta en Munro y se volcó a la producción envasada. En 2018 lanzó Maracaibo. Hoy, produce alrededor de 5.000 litros de helado de açaí por mes junto a otras variedades como mango y kiwi; cuenta con un local propio en el barrio porteño de Belgrano; abastece a más de 250 puntos de venta a lo largo del país; y atiende a más de 10 marcas que sirven el producto bajo su nombre.
Otro de los principales jugadores es Açaí Brasil, creada por Patrick Souza y Roberta Rocha, dos brasileños que llegaron a Argentina para estudiar Medicina.
En 2019 abrieron su primer local en Recoleta y desde entonces fueron creciendo. Actualmente, la firma cuenta con cuatro puntos de venta propios y prevé llegar a las 21 franquicias en diciembre.
«Si bien la gente ya conoce el producto y lo ve en otros países, aún hoy hacemos un trabajo de educación de hormigas. La cultura argentina es muy fuerte con los helados y lo confunden. En los locales, los chicos explican qué es, cómo se consume y sus propiedades», señaló Rocha.
El mapa se complementa con emprendimientos familiares más pequeños. Tal es el caso de Açaí Premium, creada por Viviana Sayegh dos años atrás. Nacida en Venezuela, llegó a Argentina en 2019 y trabajó en un restaurante brasileño, donde se interiorizó sobre el açaí y decidió emprender. Hoy, cuenta con dos locales, en los que trabaja con sus hijos, y fusionó la propuesta con su propia marca de ropa deportiva.
«No solo vendemos açaí, sino experiencias con foco en el cuidado de la salud de manera integral. Organizamos eventos biopsicosociales, en los que incorporamos elementos biológicos —el cuidado de la salud—, el consumo de açaí —que proporciona beneficios alimenticios—, y psicológicos —porque trabajamos con personal calificado como psicólogos—. Al finalizar, invitamos a los participantes a que cuenten cómo se sienten y aspiramos a que se vean inmersos en un cambio potencial de salud», explicó.
Laura Ponasso
La Nación / GDA
-
Burguer King se vende en Argentina y varios grupos gastronómicos y empresariales se disputan la firma
Empresarios propietarios de Tienda Inglesa y TaTa detrás de un gigante del supermercadismo en Argentina
La receta del nuevo CEO de Starbucks para volver a conquistar a los amantes del café
Pistachos: el furor por el "oro verde" arrasa en forma de helados, alfajores, chocolates y hasta churros