Líderes al volante: los empresarios uruguayos que combinan la oficina con correr carreras de autos

Adrenalina, liderazgo, trabajo en equipo y comunicación son algunas de las cosas que cinco referentes de los negocios uruguayos comparten entre su actividad empresarial y su actividad como pilotos

Conductor
Conductor.
Canva

Prender el auto, salir a correr, acelerar a fondo sintiendo la adrenalina que genera el riesgo y la velocidad. Emprender, negociar, invertir sabiendo que los resultados pueden ser muy buenos, o no. El automovilismo y los negocios tienen muchos paralelismos, uno y el otro implican pasión por lo que se hace, gestión de la presión para tomar decisiones, liderazgo de equipos y un poco de individualidad, la necesidad de una comunicación clara, precisa y asertiva, siempre buscar la mejora y el coraje para animarse a ir a fondo.

Cinco empresarios uruguayos que comparten la pasión por los autos y la velocidad hablaron sobre su experiencia como líderes de negocios y pilotos. Referentes en distintas áreas como inversión, logística, tecnología y el sector de los automóviles, contaron los inicios de sus historias en los caminos y las pistas, los desafíos que enfrentaron, los riesgos que toman cada vez que encienden los motores y cómo las carreras les han dejado enseñanzas que aplican en sus propias empresas, pero también al revés, qué les ha brindado la vida empresarial para aplicar al competir por un lugar en el podio.

Diferentes disciplinas dentro del automovilismo, como el drift, el rally, el karting, el Superturismo y los Track Days forman parte de este informe en el que Alejandro Curcio (presidente de Ayax y Curcio Capital); Nicolás Chiappara (inversor); Fabián Berriel (director de la empresa De Punta); Cyro Fontes (director de la concesionaria Fontes); y Fabián Fernández (cofundador de la tecnológica Kaizen y CEO de Lineup), compartieron sus reflexiones.

Alejandro Curcio

El presidente de Ayax y Curcio Capital incursionó en las carreras de Superturismo en 2018 y en el drift en 2020.

La pasión que siente por los autos la comparte con los negocios. «Ser emprendedor implica tener espíritu de riesgo, y en el automovilismo hay una cuota de riesgo y adrenalina. En la empresa es parecido, uno tiene la conducción y arriesga no solo lo suyo, sino lo de los demás, la seguridad de varias familias», dijo, quien es dueño del equipo Toyota Gazoo Racing que compite en Superturismo y fue campeón de la categoría en 2020.

Por otro lado, se sube al auto y acelera en la disciplina Drift Solidario, exhibiciones en las que el auto se conduce en condiciones extremas, circulando de lado a alta velocidad, muchas veces por encima de 150 km/h, y que se dan en el marco de eventos para recaudar fondos para causas solidarias. En esa disciplina participa con su Toyota Supra con moto 2JZ preparado por Papadakis, quien preparó los motores para la película Rápido y Furioso, destacó.

314863100_21764377560 (20635163).jpg
Alejandro Curcio en su Toyota Supra en una exhibición de drifting.
Gentileza: Alejandro Curcio

Además, creó el Toyota Gazoo Racing Drift Park y participa de la filmación de un documental sobre esta disciplina que nació en Japón, de forma clandestina, y se fue transformando con los años hasta llegar a tener un entorno profesional e internacional como la Fórmula Drift (Formula D). Según contó, ya se han filmado tomas en Japón, en Nueva York, en Los Ángeles, en Córdoba y en Uruguay.

Curcio ve muchos paralelismos entre la pista y el trabajo, principalmente porque en ambos aplica la filosofía japonesa Kaizen de mejora continua, y Omotenashi, de respeto. «Se trabaja en planificación estratégica, a largo plazo, en ensayo y error para mejorar. El equipo es prioridad por encima de los logros individuales aunque uno no puede prescindir de su técnica empresarial al liderar equipo», expresó.

Alejandro Curcio con su Toyota Supra en el Toyota Gazoo Racing Drift Park.
Alejandro Curcio con su Toyota Supra en el Toyota Gazoo Racing Drift Park.

Nicolás Chiappara

El inversor empezó a participar en el Rally Sudamericano en el 2000 y estuvo en la categoría N4 de autos de doble tracción, con una conducción «más agresiva y veloz».

Fue navegante, es decir, copiloto, pieza clave en este deporte que es de equipo. Y en el último Mundial de Rally - WRC (World Rally Championship) fue parte del auto de seguridad.

Si bien ya no compite hace unos años, todavía recuerda los aprendizajes que compartía entre los caminos de tierra y la oficina. «En una carrera cada prime (tramo) es un desafío en sí mismo», indicó.

Nicolás Chiappara junto a su piloto de Rally.
Nicolás Chiappara durante una carrera de Rally.
Gentileza: Nicolás Chiappara

El rally demanda trabajo en equipo, las carreras duran todo un fin de semana y son varias las personas que hacen que un auto y equipo estén aptos para competir. La preparación antes de encender el motor es muy importante.

La confianza entre el piloto y el navegante es clave y la estrategia (al igual que en las empresas), también. «Cada carrera tiene mucha preparación, no dejás nada al azar. La comunicación debe ser lo más clara y precisa posible, no hay margen de error. En una curva a 200 km/h en un camino de tierra, cualquier error de cálculo, hasta en el tono de voz puede hacer la diferencia entre que sea perfecta o un desvío», explicó.

Finalmente, habló sobre la convicción a la hora de arriesgarse, y, como en los negocios, en el rally: «gana el que acelera donde todos los demás frenan. Lo que tiene que ver con esa convicción de jugar al límite y tomar riesgos».

Auto de Rally en el que competía Nicolás Chiappara.
Auto de Rally en el que competía Nicolás Chiappara.
Gentileza: Nicolás Chiappara

Cyro Fontes

Hoy está al frente, junto a su hermano, de la concesionaria que lleva su apellido, pero su amor por los autos viene desde niño. Su tío, Asdrúbal Fontes Bayardo, más conocido como «Pocho Fontes» fue pionero del automovilismo uruguayo, incluso, llegó a participar en un Gran Premio de Fórmula 1 en 1950. Su padre y su hermano también compitieron en autos, y si bien de chico él no pensaba en ser piloto, el rugir del motor lo llamó.

Comenzó a correr en karting en 1997 hasta el 2000. Veía en Piriápolis un circuito callejero que le gustaba y tiempo después comenzó a practicar in door. Pero no fue hasta 2013 cuando empezó a competir en la categoría de Superturismo, «la más tecnológica y desarrollada del país», comentó.

Compite en pista, sobre asfalto y tiene su propio equipo: Fontes Chevrolet, que tiene dos autos.

Cyro Fontes2.jpg
Cyro Fontes en su auto de carreras, con el que compite en Superturismo.
Gentileza: Cyro Fontes

Correr es un hobby al que le dedica una preparación especial, contó. Antes de cada carrera los autos deben estar en las mejores condiciones, los circuitos estudiados y el cuerpo preparado física y mentalmente. Además de realizar un entrenamiento físico todas las semanas, acude a un psicólogo deportivo.

Como en los negocios, la comunicación en la previa, durante y en el post carrera es importante, debe ser clara y precisa, teniendo en cuenta que cuando está en la pista el auto puede llegar a los 208 km/h. «Ahí tenés que saber si venís bien o mal o a cuánto tiempo viene el de atrás. En la empresa la comunicación es mucho más importante, es un día a día, el mercado cambia y hay que estar actualizados», dijo.

La perseverancia también se comparte. «En la carrera vas y lo intentás, y te genera adrenalina porque lo haces aún sabiendo que el premio podría no estar. En los negocios también, a veces apuestas mucho y no lo consigues, pero tienes que seguir intentándolo e insistiendo para obtener resultados», concluyó.

Cyro Fontes corre en Superturismo con un auto Chevrolet.
Cyro Fontes corre en Superturismo con un auto Chevrolet.
Gentileza: Cyro Fontes

Fabián Fernández

«Me crié entre las tuercas», contó el cofundador de Kaizen y CEO de Lineup. Su padre siempre fue mecánico y en su casa se hablaba de autos todo el día. De niño quiso ser piloto profesional, pero el automovilismo es un deporte caro. Cuando su actividad empresarial le permitió comprarse su propio auto, se acercó al autódromo y comenzó a participar en 2018 de los Track Days de Drive Fast, en El Pinar, una categoría amateur en la que compite con un auto de alta gama.

Fabián Fernández.jpg
Fabián Fernández corre en un categoría de autos de alta gama en El Pinar.
Gentileza: Fabián Fernández

Siempre disfrutó la adrenalina y los riesgos, parte de eso lo llevó a emprender. «Abrir una empresa es como vivir en una montaña rusa de emociones y adrenalina, siempre hay riesgos. En la pista llevo el auto al máximo, el riesgo de estar ahí ya lo asumí, y sé que si algo me pasa puede salir caro. Busco confiar en mis habilidades sin cometer el error de confiar demasiado, siendo consciente de la pista, y tratando de no hacer tonterías. Siempre busco el máximo rendimiento, si me limito por el riesgo que corro, manejaría con miedo», sostuvo.

En los negocios como en las carreras, la mayoría de los líderes y los pilotos buscan el perfeccionismo, y para eso atienden a las métricas para mejorar sus técnicas, tiempos y resultados, destacó.

Y reflexionó: «es distinta la situación de una empresa como Kaizen, que ya consiguió estabilidad económica, y la de una startup como Lineup, que está en sus primeros años, y en la que sabés que seguís invirtiendo y si no te va bien, a lo mejor tenés que bajar la persiana. Eso se puede traducir a cuando pongo el auto en la pista, si lo choco, va a salir carísimo. Pero al mismo tiempo hay que tener la actitud de arriesgarse y avanzar, de lo contrario no creo que nadie pueda lograr el éxito»

Fabián Fernández durante un Track Day de Drive Fast.
Fabián Fernández durante un Track Day de Drive Fast.
Gentileza: Fabián Fernández

Fabián Berriel

El director de la firma de encomiendas De Punta siempre tuvo gusto por los motores y el rally. Y a los 17 años se acercó al deporte. Entró como ayudante en la organización de carreras, a los años logró manejar un auto de seguridad, el «Sega cero», encargado de asegurar que los caminos estén libres para iniciar la competencia, y luego recorrer esos mismos caminos como piloto. Ahora, corre hace varios años.

Sostuvo que esta actividad puede compararse con el emprender: «el desafío es el mismo, porque pretendés progresar, y cuando estás metido en la competencia no te conformás con ir y participar, buscás los resultados», comentó.

Fabián Berriel.jpg
Fabián Berriél corriendo en un rally.
Gentileza: Fabián Berriel

En el rally, larga el primer auto y cada dos minutos sale otro, la carrera se gana por tiempos, y en los negocios es similar, resaltó. «Y es algo de nunca parar, tenes que estar al día», añadió. Por ello, la capacitación constante y el aggiornarse para mejorar el nivel de la competencia, son fundamentales.

Por otro lado, sostuvo que la adrenalina que siente al manejar es la misma que al emprender porque al momento de tomar decisiones, en uno y otro escenario, se asumen riesgos. «Si golpeaste el auto o le erraste en el negocio que querías hacer, empezá de vuelta. Es un costo, pero no bajes los brazos porque es lo que te gusta y lo que sabes hacer», concluyó.

El auto del director de De Punta, durante una competición.
El auto del director de De Punta, durante una competición.
Gentileza: Fabián Berriel

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar