Fabián Fernández es montevideano, tiene 35 años, estudió en la Universidad ORT e hizo un MBA en Argentina. Dice amar el surf, también le gusta tocar la guitarra, simpatiza con Peñarol y tiene gran gusto por emprender. Hace 10 años que cofundó Kaizen Softworks una empresa de desarrollo de software enfocada en EE.UU. y valora que desde el inicio contó con grandes mentores locales. «Hay tanta oportunidad en EE.UU. que es muy difícil cruzarse con un colega (uruguayo) de la industria», dijo, y destacó que no considera que haya competencia local sino más bien «mucha colaboración». Recientemente asumió en el nuevo directorio de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) como vicepresidente de Startups y Financiamiento.
Kaizen Softworks cumple 10 años este 2024, ¿cómo surgió la empresa?
Nace con Rolando Larrainci y yo, nos conocimos trabajando para Tata Consultancy Services para la cuenta de PriceWaterhouseCoopers (PwC), compartíamos gustos musicales y otras cosas y pegamos muy buena onda, nos respetábamos mucho como profesionales y veíamos que en aquel entonces (2010) las metodologías ágiles —con las que hoy todas las empresas trabajan— eran el auge. Teníamos mucha experiencia trabajando para EE.UU., dominábamos el idioma, entendíamos la cultura y lo que quería el cliente, sabíamos mucho de las tecnologías Microsoft, y empezamos a alinearnos. Yo tenía experiencia emprendiendo, sin mucho éxito, pero me gustaba, y Rolo me habló de arrancar una empresa de desarrollo de software. Decidimos hacer una empresa que se preocupara por el empleado así como por el bien del cliente. Y al mismo tiempo que implementara bien las metodologías ágiles, buscando una estructura tirando a lo horizontal. Veníamos acostumbrados a trabajar en empresas bastante jerárquicas y a veces esa burocracia entorpece el desarrollo de software. En diciembre de 2014 nace Kaizen Softworks con la idea de desarrollar software para EE.UU. Todo fue con capitales propios, arrancamos y teníamos nafta como para tres meses, y una semana o dos antes de que se nos terminara llegó el primer cliente, que si bien nacimos pensando en EE.UU., fue uruguayo. El primer cliente norteamericano llegó a los ocho meses.
¿Por qué se centraron en el mercado estadounidense?
Desde el vamos le queríamos vender a EE.UU., por lo calificado del trabajo que queríamos hacer. Entendíamos que los clientes que podíamos encontrar localmente no lo podían pagar o no estaban dispuestos a pagarlo por una empresa recién nacida, y en EE.UU. era más fácil conseguirlo porque acostumbran a contratar este tipo de servicios.
¿Cuáles son las características de sus clientes?
Generalmente están en la Costa Este, los alrededores de Boston, Nueva York, por un tema de alineación horaria. Son pymes o compañías grandes, trabajamos con empresas de 20 o 30 empleados hasta algunas de miles. Son principalmente de la industria logística, fitness, wellness, e-commerce o IoT (internet de las cosas).
¿Cuál es el valor diferencial del servicio que brinda la compañía?
Tenemos un proceso de desarrollo que, más allá de involucrar mucho al cliente, tiene un fuerte foco en la experiencia del usuario y busca solucionar problemas. Tenemos gente muy buena en análisis de negocio y pueden llegar a idear la mejor solución, con un fuerte foco en la calidad del software y de las interfaces y la experiencia. Por ejemplo, SmartSense, que fue adquirida por Digi, una empresa pública de la bolsa de EE.UU., tiene un dispositivo de IoT que trabaja con clientes como Coca-Cola o Walmart, y necesitan tener un tracking constante de la cadena de frío de sus productos. Instalan esos sensores en cientos y a veces miles de lugares, desde las heladeras hasta los camiones, y un problema que tenían era que de 500, quizás 100 quedaban mal (instalados). Nosotros ideamos una aplicación que ayuda a las personas que hacen esas instalaciones, a través de fotos e indicaciones, a hacerlo correctamente. Eso les ayudó a ahorrar decenas de miles de dólares, porque cuando quedaba mal colocado, sus clientes les reclamaban la reinstalación y no podían cobrarles por ese servicio.
¿Cuánto ha crecido Kaizen Softworks?
En los últimos tres años duplicamos nuestros ingresos, con un crecimiento de 104% cuando cerremos 2024, reflejando nuestro constante éxito en EE.UU. El crecimiento de revenue en 2023 fue de 40,5% y en puestos de trabajo fue de 18%. El crecimiento ha sido continuo y bastante estable, creemos que puede ser cada vez más difícil crecer, pero apostamos a seguir haciéndolo, siempre cuidando el no crecer por crecer, porque crecer duele y nos gusta cuidar la estructura que tenemos. En 2019 éramos 35 personas y hoy alrededor de 80.
¿Cómo se conforma el equipo?
En el liderazgo está Bruno Bologna, el CEO, y los cofundadores, Rolando y yo. Yo soy miembro del directorio, ayudo en tomas de decisiones más generales, de estrategia y comercial, y Rolando está más en la operativa. Tenemos gente que se encarga de la administración de la oficina; un equipo de diseño que son como soporte a los demás proyectos, toda la parte de experiencia de usuario y diseño de interfaces; un equipo de marketing; uno de people, que se encarga de eventos y del hiring (contratación), también algunos consultores externos ayudan en esas tareas; y después el equipo técnico que principalmente es de desarrolladores de software y es el más grande. Kaizen tiene una particularidad: somos todos uruguayos salvo uno que es americano, se llama Dave y está en el área de estrategia y comercial. Trabajamos con clientes de todo EE.UU. pero un poco más en Boston. Él es de Boston y unos años atrás fue cliente, fue el vicepresidente de producto de SmartSense y uno de los que tomó la decisión de trabajar con Kaizen. Después se fue de ahí, estuvo en otra empresa y pasó a ser consultor. Conocía Uruguay y pegó muy buena onda con nosotros. El año pasado teníamos el desafío de profesionalizar la parte comercial y decidimos hacer una inversión para contratarlo y tener activamente presencia en EE.UU., con alguien que nos conocía, conocía el país y la empresa. Creímos que no había nadie mejor que él.
¿Cómo ve la competencia?
La competencia es global, mucho con India o países de Europa. Pero hay tanta oportunidad en EE.UU. que es muy difícil cruzarse con un colega (uruguayo) de la industria, al contrario, siempre se ha vivido colaboración en ese sentido. Nosotros hemos sido apoyados y hemos tenido muchos mentores locales que nos ayudaron un montón cuando éramos unos pichones y no sabíamos nada de cómo crear una empresa, por eso me gusta mucho apoyar a otros que se tiran a la piscina.
¿Cómo se desempeña en su nuevo rol en la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI)?
Mi rol es de vicepresidente de Startups y Financiamiento. Tengo una misión bastante fuerte y desafiante, porque creo que las startups no piensan tanto en la CUTI como su partner cuando nacen. Nos asocian más a empresas maduras y grandes. Las startups de producto más jóvenes y aventureras no piensan tanto en nosotros, y en realidad tenemos mucho para apoyarlas, y de hecho lo queremos (hacer). Tengo que trabajar mucho en rejuvenecer de alguna manera la imagen, repensar un programa de apoyo a startups, cerrar más y mejores alianzas con las instituciones relacionadas, como Urucap (Asociación uruguaya de capital privado) y las incubadoras como Ingenio (LATU), el CIE (ORT) y ahora CUBO (Itaú). De hecho estamos trabajando en una alianza con ellos (con CUBO). Otro foco que tengo, y el que más me entusiasma, es que nos propusimos trabajar en una base de datos de las startups en Uruguay, porque los datos están dispersos. No hay un lugar donde un inversor, quizás de EE.UU., que esté pensando en Uruguay pueda ver qué es lo que está pasando, cuántas son de fintech, cuál es el tiempo de vida promedio, cuántos founders o empleados tienen. Ese tipo de datos no los tenemos, y países como Brasil o Argentina los recontra tienen. Venimos trabajando y nos estamos posicionando muy bien como un ecosistema startup friendly, que fomenta la innovación, y para darle una base fundamental a eso es imprescindible contar con esa información.
¿Están surgiendo más startups tecnológicas en Uruguay?
No tenemos ese dato oficial, pero mi percepción es que hay una aceleración en la cantidad que nacen todos los años, mucho también por el derrame que producen las noticias relacionadas a empresas de tecnología, a que uno levanta dinero, a que el otro tiene inversores extranjeros, eso motiva. Si alguno está queriendo dar el salto de salir de una relación de dependencia y animarse a emprender, que es un camino muy difícil pero que si se logra hacer bien tiene sus buenos réditos, eso fomenta a dar el paso. Muchos jóvenes son los que emprenden, pero en los últimos años también hay mucho de economía plateada y también se ven emprendedores que vienen de empresas donde recorrieron ese camino de levantar capital y desarrollar productos, hablamos de ex dLocal, ex Mercado Libre, ex Globant, que con ese know how se interesan por emprender.
¿Los inversores extranjeros tienen la mirada puesta en Uruguay?
Sí, pero también hay mucho capital local. Por el tamaño del mercado no tenemos tantos inversores ángeles. Está bueno que se está trabajando en este tema y hay cursos a los que se han acercado personas de distintas industrias, que tienen capital y quieren invertir en la industria. Quizás tenemos algún inversor argentino o brasileño, pero no mucho más, salvo si venís de una empresa más grande y conoces gente de otras partes. Los fondos de venture capital sí miran bastante y cada vez más a Latinoamérica.
- 104% es el porcentaje de crecimiento en los ingresos que Kaizen Softworks espera para el cierre de 2024. «En los últimos tres años duplicamos nuestros ingresos», dijo el cofundador.
- 80 personas trabajan en la empresa tecnológica que creció 18% en cantidad de puestos de trabajo durante 2023. El equipo se conforma por personal uruguayo y un colaborador estadounidense.
Apuntes de carrera
- 2010: Fernández conoce a Larrainci y cofundan Kaizen Softworks. «Fue un año bisagra. Agradezco todos los días haberlo conocido y haber cocreado la empresa», dijo.
- 2014: En medio del «boom» de las meet up cofunda vOpen Tech, conferencia que se terminó haciendo sin fines de lucro en cinco países y con más de 3.000 personas.
- 2015: Fue reconocido como Microsoft Most Valuable Professional, lo que le permitió acceder a una gran red de personas e ir a las oficinas de la multinacional en Seattle.
- 2016: Entra como miembro de la CUTI, se conecta más con gente de la industria con el fin de ayudar y luego toma el rol de vicepresidente de Global Markets en la cámara.
«Dejé de ser el CEO de Kaizen y volví a emprender»
Hace unos años creó Lineup, ¿cómo viene trabajando esa empresa?
En 2019 dejé de ser el CEO de Kaizen y decidí volver a emprender, me puse a estudiar la industria del surfing, para ver dónde había oportunidades y entendí que se podía trabajar con pronósticos de surf y surf en vivo a través de tecnología aplicada a modelos oceánicos y cámaras en vivo para monitorear las costas. Lineup nació en 2021. Tenemos más de 90 cámaras distribuidas entre Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Perú y algunos países más de América del Sur . Y a los datos que vienen de modelos de organizaciones mundiales le ponemos nuestra tecnología para entenderlos y generar por ejemplo una calificación en una escala de 0 a 5 para que sea más fácil interpretar si (el mar) va a estar bueno o no. Además, tenemos una tecnología de interpretación con machine learning que genera un texto para que cualquier persona pueda entender el pronóstico. Queremos aprovechar la tecnología para ayudar a los gobiernos a trabajar en la protección de las costas y los océanos que es un objetivo de Naciones Unidas. La empresa es 100% remota y hay uruguayos, argentinos y brasileños.