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Le llegó una invitación para emprender por LinkedIn y hoy su startup atiende a empresas en 100 países

Deborah Palacios, cofundadora de Tuvis y speaker del Punta Tech, dice que "hay muchas oportunidades de crecimiento en Latinoamérica"

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Deborah Palacios, presidenta y cofundadora de Tuvis.jpg
Deborah Palacios, presidenta y cofundadora de Tuvis.

Deborah Palacios es brasileña, pero habla un español perfecto, «fruto de su matrimonio con un colombiano», reconoció.

Tras dejar su trabajo en una multinacional, en 2020 recibió una invitación por LinkedIn para emprender. La oferta venía desde Israel, de Yanir Calisar, quién había creado una herramienta para gestionar ventas y clientes, uniendo los CRM (software de Gestión de Relación con los Clientes) con la plataforma de mensajería de WhatsApp. «Decidí probar un mes y ver qué pasaba», recordó Palacios.

Así nació Tuvis, herramienta que integra WhatsApp del celular de la fuerza de venta de una empresa con el CRM, Microsoft Dynamics o Salesforce.

Hoy la startup tiene más de 100 clientes en 35 países de la talla de Telefónica, Santander, Volkswagen y Petrobras, pero también pymes.

A fines de 2021 cerraron una ronda por US$ 11 millones y la empresa creció. Llegó a 40 personas entre sus oficinas de Brasil, Israel, Argentina y México.

Y todo esto ocurrió con los socios trabajando en forma remota. Palacios recién conoció personalmente a Calisar hace un año, cuando fue a Brasil a firmar la ronda de inversión.

La emprendedora reconoce que le impactó la baja participación de las mujeres en el sector tecnológico, pero aclaró que eso no le impidió llevar a cabo el proyecto. De hecho, cerró su primer gran cliente, a fines de 2020, con cinco meses de embarazo.

A fines de 2021 la startup cerró una ronda por US$ 11 millones, lo que le permitió llegar a 40 personas entre sus oficinas de Brasil, Israel, Argentina y México.

Palacios, quien será speaker del Punta Tech 2023el 9 de enero, charló con El Empresario sobre emprendedurismo, tecnología y las oportunidades que hay para las startups en la región. Aquí un extracto de la entrevista.

-¿Cómo fue emprender con un socio a tantos kilómetros de distancia sin verse personalmente?
-Fue interesante. De hecho, yo conocí a mi socio en persona recién a fines del año pasado, cuando vino a firmar la ronda de inversión. O sea, creamos la compañía y levantamos capital sin conocernos personalmente. Nos llevamos súper bien y nos complementamos, él es el CEO y lidera lo técnico y yo soy presidenta y estoy al frente de comercial y marketing. Pocas veces se puede pensar que la oportunidad que llega por LinkedIn terminaría en un proyecto así, pero hay que creer. Hoy contamos con oficinas en Argentina, México, Brasil e Israel.

-¿Cómo ha sido construir una cultura empresarial en un proyecto con esas características?
-Es uno de los mayores desafíos que tenemos: entender el híbrido. Nacimos remotos pero estamos buscando momentos para reunirnos en las oficinas en forma mensual, tratar de mantener la cultura y que se involucren entre todos. Muchas veces, si no se conoce a la persona, es difícil salir de una relación puramente laboral. Y la cultura es importante para retener el talento.

-¿Qué tienen en cuenta a la hora de reclutar en un sector con una gran competencia?
-Lo más importante es la actitud y que la persona se sienta dueña de lo que está haciendo. Buscamos que sean expertos en el mercado pero también que busquen construir y dejar un legado, y que, para ello, estén dispuestas a «ensuciarse las manos». Este año de crecimiento probamos estrategias para reclutar como hacer varias entrevistas para encontrar quien realmente sume a la empresa.

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Deborah Palacios disertará en el Punta Tech, el clásico evento de innovación y tecnología.

-Están en varios países, ¿qué planes hay para Uruguay?
-Tenemos un cliente, Campiglia Pilay, y socios locales de Salesforce. La idea es, a medida que crezca ese CRM, al igual que Microsoft Dynamics, avanzar de la mano de esos socios. No hay planes de abrir oficinas allí.

-Trabajó en multinacionales como 3M y Mary Kay, entre otras, ¿qué aplica de esas experiencias en su emprendimiento?
-La consistencia y el éxito de seguir vendiendo los mismos productos, el cómo lo hacen, los procesos, el compliance, la organización y estructura. Y combinarlo con lo lindo de una startup, de la posibilidad de construir, generar impacto, la agilidad de este tipo de negocios de hacer muchas pruebas y cambiar con rapidez. La verdad es que no extraño el mundo corporativo, estoy muy a gusto así. Vengo de una familia de emprendedores en comercio, yo tuve un emprendimiento propio previo, que pude vender.

-¿Cómo ve a Latinoamérica para emprender?
-Soy enamorada de Latinoamérica y creo que hay mucho por hacer todavía. Considero que es adecuado para nuestro negocio, porque el latinoamericano es muy del WhatsApp, de apostar por las relaciones entre las personas. El continente, con la cantidad de gente que hay, el incremento de las empresas y la aparición de nuevos emprendimientos, ofrece oportunidades de crecimiento. Hay riesgos, porque hay muchas economías y políticas diferentes que a veces juegan malas pasadas, pero aprendimos a vivir con esta incertidumbre.

-En 2021 captaron US$ 11 millones de inversión, hoy el escenario para recibir fondos es más complejo, ¿cuál es el norte de la empresa ante esta coyuntura?
-Hay que adaptarse y entender que solo las empresas que tienen una necesidad realmente comprobada pueden sobrevivir en un mercado con tanta incertidumbre. Solo la startup con un negocio o necesidad validada tendrá potencial en una economía de tanta incertidumbre. En nuestro camino no tenemos en vista una nueva ronda de inversión, el foco es crecer. Hoy nuestros principales mercados son Brasil y México, con más del 80% de la facturación.

Solo la startup con un negocio o necesidad validada tendrá potencial en una economía de tanta incertidumbre.

-Es una mujer en un sector dominado por hombres, ¿cómo ha enfrentado esa circunstancia?
-Fue una locura. Cerramos uno de los principales contratos en diciembre de 2020 y estaba embarazada de cinco meses. Incluso, por estar en pleno crecimiento el negocio, no pude parar y tener una licencia maternal normal. A los tres días de ser mamá ya estaba trabajando. Pero todo esto ocurrió gracias a que tengo una buena red de apoyo. Sobre el tema de ser mujer en un sector de hombres, considero que es un privilegio ser parte de esto, pero no creo que ser mujer me haya impedido hacer lo que quiero. Sentí el impacto de ver que en algunos ambientes era una de las pocas mujeres, hay pocas emprendiendo, faltan en levantamiento de capital, en roles de cofundadores, pero entiendo que la situación está cambiando. Claro, yo venía de un rubro como el marketing, donde está más equilibrado.

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