Tom Cruise tenía una petición importante. Quería que IMAX proyectara en forma exclusiva su última película, Misión: Imposible, en sus pantallas gigantes durante tres semanas. Así que contactó directamente al CEO de la compañía, Rich Gelfond, quien tenía algunos requisitos: que todos los estrenos de la cinta y las proyecciones para prensa y con influencers se celebraran en salas IMAX, y que Cruise promocionara la marca durante la gira de prensa mundial para el filme.
«En broma, le dije: ‘Tom, no importa qué te pregunte la prensa, tienes que responder ‘IMAX’. ‘¿Cuál es tu escena favorita?’ ‘IMAX’», reveló Gelfond, en una entrevista. «Y aceptó», agregó.
Hoy en día, incluso los actores más poderosos tienen que ceder algo de su parte, para trabajar con IMAX, una empresa que se destaca cada vez más como un punto fuerte en el cine en tiempos en que disminuye el público de las salas y crece el streaming. La compañía, fundada en Toronto, busca ofrecer a los espectadores una experiencia más inmersiva con pantallas más grandes, mejor sonido y butacas que acercan a los espectadores a la pantalla. Hoy, IMAX tiene 416 salas en Norteamérica y 1.322 en el extranjero. Esto representa solo el 1% de las pantallas del mundo, pero implica un porcentaje mayor de la recaudación de taquilla, gracias a sus entradas más caras.
En los últimos dos meses, las salas IMAX facturaron US$ 39 millones por Pecadores (de un total de 321 millones), 30,6 millones por Una película de Minecraft (930,1 millones) y 30,5 millones por Thunderbolts* (330 millones). Ante estas cifras, los estudios de Hollywood están dando más relevancia a IMAX, incluso usando el logo de la marca en una tipografía más grande que el título de la película en materiales de marketing, como ocurrió con El reino del planeta de los simios y Alien: Romulus, ambas de Disney.
«Para algunas de estas franquicias, la marca IMAX puede ayudar a destacar su potencial para la gran pantalla y su espectáculo», dijo Asad Ayaz, presidente de marketing de Disney. «Lo diferencia del streaming, que también es un gran negocio para nosotros, así que puede ser útil».
Proyectan números
Sin embargo, no todos en la industria están entusiasmados con el auge de IMAX. Algunos temen que su número limitado de salas y los precios de entradas más elevados puedan convertir la ida al cine en una experiencia de lujo.
«Entre el 80% y el 85% de nuestro negocio proviene de los cines tradicionales. Debemos cuidar de no menospreciar la experiencia tradicional al promocionar la otra», aclaró Greg Marcus, CEO de Marcus Theaters, la cuarta cadena más grande de EE.UU.
Además, la mayoría de las cadenas de cines tienen sus propias pantallas de gran formato: RPX (Regal Cinemas), CinemarkXD (Cinemark Theaters) UltraScreenDLX y SuperScreenDLX (Marcus) y Dolby Cinema, Prime y Laser (AMC). Estas salas reparten los ingresos en forma equitativa entre el estudio y el exhibidor, pero IMAX cobra una tarifa de 12,5% y una cuota anual para el mantenimiento de sus equipos.
Aun así, IMAX es la opción de gran formato que los estudios promocionan más. «Los cines están pasando apuros, y el formato premium marca la diferencia para el público», afirmó Jeff Goldstein, presidente de distribución de Warner Bros. «IMAX es líder en ese aspecto», aseguró.
La empresa espera ingresar US$ 1.200 millones de taquilla este año, su récord histórico. Sin embargo, la compañía sigue siendo pequeña; el trimestre pasado facturó US$ 87 millones y ganó US$ 8 millones. La mayoría de sus pantallas son operadas por propietarios de cines como una empresa conjunta, y recibe ingresos de la venta de entradas de parte de los estudios. En tanto, controla la programación a emitir.
Gelfond es crítico con sus competidores. «Sus pantallas premium son normales, solo que más grandes. Nosotros invertimos en una gran experiencia; ellos solo compran un proyector estándar y lo ponen en una pantalla más grande», señaló.
No todos están coinciden con Gelfond, pero su estilo lo ha llevado lejos en Hollywood. Recientemente, se adentró en el espinoso mundo de Netflix, la cual ha evitado históricamente estrenar películas en cines antes que en su plataforma. No obstante, IMAX llegó a un acuerdo para proyectar la próxima versión de Las Crónicas de Narnia, producida por Netflix, durante dos semanas en 2026 antes de su estreno en streaming. Esto ha generado dudas en la industria sobre si los cines estarían dispuestos a proyectar un filme de Netflix, incluso si están obligados por contrato a hacerlo según su acuerdo con IMAX.
«Puede haber conflictos», comentó Adam Aron, CEO de AMC, en una entrevista. «Pero para apoyar a Rich (Gelfond), vamos a proyectar Narnia. Y nos encantaría convencer a Netflix de que se beneficiaría si aceptara a las salas de cine».
Por Nicole Sperling
The New York Times
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