Larry Ellison, el magnate tecnológico que se convirtió en un zar de los medios, se quedó con una parte de TikTok

Cuando Larry Ellison cumplió 80 años en 2024, su estilo de vida de alto perfil parecía estar desapareciendo. El futuro prometía menos regatas emocionantes y simulacros de combates aéreos en el Pacífico, y más gestos filantrópicos para proteger su legado. En cambio, en un nuevo capítulo notable, Ellison decidió repentinamente convertirse en un magnate de los medios, cuyo portafolio y poder podrían superar los de predecesores como Hearst y Pulitzer.

Oracle, la empresa tecnológica que cofundó y que aún controla después de casi medio siglo, figura entre los inversores de la nueva versión estadounidense de TikTok, la app de videos cortos que dice tener 170 millones de usuarios en el país. Ellison posee más del 40% de las acciones de Oracle y es su director de tecnología.

TikTok es solo una parte de la creciente cartera de medios de los Ellison. Se dice que el hijo del magnate, David, quien acaba de cerrar un acuerdo de US$ 8.000 millones con Paramount y CBS, prepara una oferta mucho mayor por Warner, que incluye CNN.

En otro tiempo, los obstáculos regulatorios para poseer TikTok, CBS y CNN, además de una gran parte de Hollywood, habrían sido insuperables. Esta es una era diferente, donde gozar de la simpatía del presidente Donald Trump es fundamental. El presidente declaró en enero que le gustaría que Elon Musk, entonces asesor cercano, o Ellison, compraran TikTok.

Familias poderosas han poseído importantes sectores de los medios de comunicación estadounidenses durante el último siglo, pero su alcance a menudo se vio limitado por la geografía u otros factores. Sin embargo, en la era digital, las restricciones se están disolviendo.

«Todo se está consolidando», afirmó Michael Socolow, historiador de medios de la Universidad de Maine. «Lo que diferencia a estos acuerdos es que abarcan múltiples plataformas. Tener la oportunidad de establecer una línea editorial en TikTok, CBS News y CNN es un mundo nuevo», explicó.

El dinero, una limitación tradicional para los imperios mediáticos, no es un obstáculo para Ellison. Recientemente, vio aumentar el valor de sus inversiones en Oracle en unos US$ 100.000 millones, convirtiéndolo brevemente en el hombre más rico del mundo. Ahora tiene un patrimonio neto de US$ 367.000 millones, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Musk está más arriba.

Ellison, de 81 años, ha estado presente en Silicon Valley mucho más tiempo que cualquier otro fundador. En 1977, él y dos colegas fundaron Software Development Laboratories, que unos años más tarde pasó a llamarse Oracle, en honor a su principal producto de base de datos.

Era menos un genio técnico que un jefe de ventas. Oracle tuvo algunas experiencias cercanas a la muerte, pero sobrevivió e incluso prosperó, a diferencia de la gran mayoría de las empresas de software de la época.

Paul Sakuma/AP

En su trayectoria, el multimillonario fue el prototipo del emprendedor tecnológico que trabajaba duro y se divertía a tope. Se ha casado varias veces y posee grandes propiedades, incluyendo la isla hawaiana de Lanai. También posee un avión de combate SIAI-Marchetti S.211, comprado a la marina italiana, y, según se dice, lo utilizó para simular combates aéreos con su hijo.

Aunque Ellison nunca había mostrado mucho interés en los medios -salvo en la década del 90 para criticar al cofundador de Microsoft, Bill Gates, una antigua pesadilla-, su hijo está en negociaciones para adquirir The Free Press, una nueva publicación digital que se presenta como una contraparte de los medios tradicionales. Está dirigida por Bari Weiss, quien probablemente asumirá la supervisión de CBS.

Ellison, quien no respondió a la solicitud de comentarios, acumula dinero a un ritmo mayor al que puede desarrollar planes para donarlo. Últimamente, ha estado muy ocupado con una ambiciosa entidad filantrópica con fines de lucro que está construyendo en la Universidad de Oxford: el Instituto Tecnológico Ellison (EIT). Sin embargo, en las últimas semanas, este centro de investigación ha sucumbido a algunos de los mismos trastornos que afectaron a las anteriores hazañas filantrópicas del magnate.

Ellison tiene un largo historial de cambios de opinión sobre su labor benéfica o de rupturas con quienes contrata para supervisarla. Este mes, se despidió de quien había incorporado el año pasado para construir el EIT, John Bell, un reconocido científico que le dio al proyecto una credibilidad inmediata.

En agosto, Ellison contrató a Santa Ono, expresidente de la Universidad de Michigan, con un cargo que parecía sobrepasar a Bell. El multimillonario dijo que Bell «colaboraría» con Ono. Pero dos semanas después, Bell anunció su salida del EIT, calificándolo de «proyecto muy desafiante».

El cofundador de Oracle ha tenido una participación muy activa en el EIT, según una persona cercana a la entidad, y se comunicaba regularmente con Bell y asistía a las reuniones del instituto. Ha habido tensión dentro de la dirección del EIT sobre la mejor manera de comercializar la investigación científica de Ellison, junto con dudas persistentes sobre hasta qué punto podía el instituto confiar en que el magnate cumpliría con sus compromisos financieros.

Tiktok, un botín valioso para Oracle

Muchos elementos del nuevo TikTok en EE.UU. siguen sin estar claros, incluyendo la participación exacta en la propiedad y quién dirigirá la empresa. La única suposición segura es que estará controlada por personas afines al presidente Donald Trump. La familia Murdoch, propietaria de Fox News, probablemente será otro inversor, según declaró el mandatario en una entrevista en Fox News.

Foto: Commons.

El Congreso estadounidense había ordenado a la empresa china ByteDance que se deshiciera de TikTok por razones de seguridad nacional, en una ley cuya aplicación fue retrasada por Trump.

Con su notable atractivo para los jóvenes, TikTok es todo un premio. Oracle ya tiene una relación con la aplicación, utilizando sus servidores en la nube para gestionar los datos de los usuarios estadounidenses. Pero el nuevo acuerdo podría darle acceso al negocio orientado al consumidor. La mayor incursión de Oracle en el sector del consumo, la informática en red en la década de 1990, fue un fracaso.

David Streitfeld y Theodore Schleifer
The New York Times