La historia del uruguayo del barrio La Blanqueada que dirige la filial del laboratorio Megalabs en Miami

Fabián Rivero es CEO del laboratorio en EE.UU. y dirige el negocio para ese mercado, que incluye Puerto Rico. También la división de nutracéuticos y dispositivos médicos para EE.UU. y América Latina

Fabián Rivero
Fabián Rivero

Desde una oficina en el barrio de Glenvar Heights, Miami, el uruguayo Fabián Rivero (43 años) dirige, como CEO de Megalabs, el negocio del laboratorio para todo el mercado estadounidense, incluyendo Puerto Rico. Pero también lidera la división de la empresa de nutracéuticos y dispositivos médicos para EE.UU. y América Latina. Su responsabilidad implica dirigir el negocio, liderar un equipo de unas 80 personas pero también integrar el directorio de la compañía, del que es parte desde hace unos años.
Rivero llegó a Miami para dirigir las operaciones de Megalabs en ese país en 2022. Pero no fue su primer contacto en la ciudad.

El uruguayo tiene una larga historia con EE.UU. que se remonta a su niñez. Nació en New Jersey y sus primeros años, hasta su adolescencia, fue un vaivén entre el barrio La Blanqueada de Montevideo y el país norteamericano por el trabajo de su madre. «Mamá luchaba sola para criarme. Estaba dos años en Uruguay y dos años en EE.UU., o uno y uno. A veces me quedaba dos meses con mis abuelos en Montevideo. Los adoraba», recordó.

Ese ida y vuelta implicaba cambios radicales en su vida. Mientras que en Uruguay encontraba continuidad, amistades, vínculos, rutinas, en EE.UU. todo era cambiante. Sin embargo, lejos de ser una carga, hoy ve esa vivencia como una oportunidad de construir capacidad de adaptación, algo que valora «muchísimo». «En EE.UU. cada clase era con compañeros distintos, la gente se mudaba, todo era dinámico, y eso te forma, te obliga a reinventarte», reflexionó. Fue la estabilidad de Uruguay lo que pesó cuando, a sus 17 años, debió optar dónde hacer la universidad.

De abogado a ejecutivo

Rivero cursó la carrera de Derecho en la Universidad de la República, mientras, en paralelo, trabajó en estudios legales. Su carrera comenzó en Bergstein, luego pasó por Posadas, Posadas y Vecino y más tarde por Guyer & Regules. En esos años descubrió su interés por lo corporativo, financiero y bancario, «no tanto lo contencioso», aclaró. Por ello complementó su carrera con una maestría en Derecho de empresas (Universidad de Montevideo), una maestría en Derecho (Fordham University School of Law de Nueva York) y un MBA en el IEEM.

Fabián Rivero junto a su equipo de trabajo en EE.UU.
Fabián Rivero junto a su equipo de trabajo en EE.UU.

En 2010 dio su primer paso en el mundo empresarial. Ingresó a Corporación América, en el área legal hasta que, en 2013, un amigo le alertó sobre un llamado en Megalabs, donde llegó a liderar el equipo legal para Latinoamérica. «No conocía la industria farmacéutica, pero me presenté al llamado interno y quedé. Fue un lindo desafío», aseguró.

Desde entonces, su carrera en la compañía fue en constante crecimiento, a tal punto que desde hace varios años forma parte del directorio y de la toma de decisiones del laboratorio. «Nunca cambié de jefe en 13 años. Y eso habla también de la cultura de la empresa: antes de buscar afuera, se mira adentro», enfatizó.

La oportunidad de mudarse a Miami surgió en 2021, cuando Megalabs comenzó a negociar la compra de Victus, un laboratorio de productos de nutrición. «No estaba en mis planes seguir mi carrera en el exterior. El único país al que veía como una gran posibilidad era EE.UU., y más precisamente Miami, por el estilo de vida más similar a Uruguay. Pero yo estaba muy bien en Megalabs en Uruguay y la compañía solo tenía operaciones en Latam. Cuando se presentó la compra de este laboratorio fue un cúmulo de coincidencias, porque justamente es de nutrición, algo que me apasiona, y en la ciudad a la que yo iría a vivir. Fue el puzzle perfecto. No lo busqué, pero si me preparé por si surgía la oportunidad», recordó. Finalmente, en junio de 2022 se instaló con su esposa y sus tres hijos en el barrio de Key Biscayne. «Vivimos en un barrio donde los niños van al parque en bici, se mueven solos. El clima divino les permite estar todo el año al aire libre. Practican fútbol en academias competitivas. Y yo también juego los lunes, a veces miércoles o jueves», indicó.

El uruguayo Fabián Rivero junto a sus hijos.
El uruguayo Fabián Rivero junto a sus hijos.

Hoy la rutina de Rivero comienza a las 5:30 de la mañana. Desayuna, va al gimnasio y luego a la oficina. Retorna eso de las 19:00 y algunos días juega al fútbol con amigos. Los fines de semana, en tanto, su vida gira más en torno a las actividades familiares, sobre todo al fútbol competitivo con sus hijos.

Además, logró mantener contacto con familias uruguayas vinculadas a los amigos de colegio de su hijo mayor. «Mi hijo de 12 años tiene un lindo grupo de Uruguay con el que nos juntamos dos o tres veces al año. Siempre buscamos algún viaje para hacer juntos», dijo. En tanto, su esposa, contadora, también tuvo el desafío de adaptarse al cambio. «Fue un desafío para ella también, pero me apoyó en todo».

Hoy, Rivero asegura que la familia está feliz en Miami y que no hay planes definidos a largo plazo. «Por ahora estoy concentrado en el negocio en EE.UU.», cerró.

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