Un estudiante de informática creó en su dormitorio universitario en Vancouver, Canadá, uno de los títulos más influyentes de la historia de los videojuegos: el Counter-Strike. Más de dos décadas después, lo que para Minh Le comenzó como un pasatiempo nocturno terminó en un fenómeno global y en un negocio que todavía genera miles de millones de dólares. Además, le ha permitido amasar una fortuna de US$ 20 millones, según medios estadounidenses.
Le, un joven vietnamita-canadiense apasionado por el diseño y la programación, cursaba en 1999 la carrera de Informática en la Universidad Simon Fraser, en Vancouver. Aunque dominaba los contenidos académicos, su verdadera pasión eran los videojuegos. Por ello, se pasaba las horas encerrado en su dormitorio, mientras escuchaba música electrónica y probaba combinaciones de códigos, gráficos y sonidos con un único objetivo: entretenerse.
«Solo quería crear un juego que fuera divertido de empezar y acabar», reveló en una entrevista reciente con The New York Times. En ese momento no sospechaba que su proyecto reuniría a más de 100.000 jugadores de todo el mundo y de manera simultánea.
Éxito inmediato
El camino de Le comenzó varios años antes de crear Counter-Strike. En 1996 diseñó Navy SEALs, una modificación de Quake con temática militar. Dos años después, presentó Action Quake 2, inspirado en películas de acción como Duro de Matar y Arma Mortal.
Cuando Valve -una compañía de EE.UU. dedicada a los videojuegos y software- lanzó Half-Life en 1998, Le encontró el escenario perfecto para su próximo proyecto. Su realismo y la ambientación contemporánea lo motivaron a transformar un juego individual en una experiencia multijugador sin precedentes.
Un año después, junto a Jess Cliffe, lanzó una versión beta gratuita del Counter-Strike. La reacción fue inmediata. «El crecimiento fue rapidísimo», admitió Le. La popularidad se disparó y atrajo la atención de Valve.
Al principio temió que la empresa pudiera cerrar su proyecto. Sin embargo, la compañía le ofreció comprar los derechos y sumarlo como contratista. Aún como estudiante dedicaba «30 o 40 horas semanales a trabajar en Counter-Strike», contó.
La gran diferencia de este título con otros videojuegos de la época residía en que la eliminación en el Counter-Strike era definitiva y los jugadores que perdían quedaban fuera de la ronda, mientras que en otras propuestas las vidas eran infinitas.
«Ese concepto fue crucial para que Counter-Strike fuera tan divertido», explicó Le. «Era como si tu vida importara, y los jugadores jugaban de forma diferente sabiendo eso».
Con el apoyo de Valve, el juego alcanzó un nuevo nivel. Incorporó mapas, gráficos mejorados y una infraestructura online sólida. Su lanzamiento oficial en el año 2000 marcó un hito en la historia de los videojuegos.
Influencia en la industria
Counter-Strike marcó un camino para los títulos de videojuegos posteriores. Desde Crossfire hasta Valorant y Overwatch, el esquema de combate por equipos dejó una huella indeleble. Incluso la saga Call of Duty incorporó modos de juego inspirados en la propuesta de Le.
«Montaña rusa» emocional
«Lo que hace que Counter-Strike sea tan atractivo como juego competitivo es que es una montaña rusa de emociones», comentó Tarik Celik, exjugador profesional. «Cada ronda presenta su propia historia, a su manera. En cualquier momento puede ocurrir algo increíble», explicó.
Fin de la sociedad
Tras varios años de colaboración, Le se separó de la empresa Valve. Al finalizar esa productiva alianza, probó suerte con otros proyectos como los juegos Tactical Intervention y Alpha Response, aunque nunca logró alcanzar el mismo nivel de impacto. Aun así, su creación inicial se mantuvo vigente, al punto de que Valve lanzó oficialmente Counter-Strike 2 en 2023.
Ingresos millonarios
De acuerdo a medios especializados en la industria de los videojuegos, la serie de títulos multijugador creada por Le ha generado ingresos por más de US$ 1.000 millones.
En base a La Nación / GDA
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