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A través de una estética totalmente renovada, Chandon propone sorprender a un consumidor cada vez más exigente que busca constantemente nuevos desafíos y experiencias.

Uno de los grandes cambios es que la estrella de la marca ahora tiene siete puntas, que representan cada una de las Bodegas Chandon alrededor del mundo y la séptima un homenaje al espítiru fundador francés.

Bajo el lema «Un Mundo de Posibilidades», la marca asume el desafío constante por innovar. Todo comenzó en Argentina, en el año 1959. En estos 60 años, Chandon ha llevado la excelencia en espumosos hasta los terroirs más inesperados extendiendo su estilo al mundo en otros cinco países en cuatro contientes diferentes con bodegas en Brasil, Estados Unidos, Australia, China e India.

«Esta nueva identidad visual implicó mucho trabajo en tiempos complejos de pandemia e inversiones a gran escala ya que no sólo rediseñamos los códigos de marca sino que tuvimos que adaptar toda la maquinaria de etiquetado en cada uno de los países. Más allá de las distintas coyunturas seguimos apostando e invirtiendo con vistas al futuro», dijo Gustavo Perosio, el director general de Moët Hennessy Argentina y Uruguay.

Perosio no sólo destacó la fidelidad de los consumidores, donde Chandon afianzó su liderazgo, sino que también señaló un aumento de las ventas en el último año, inclusive por encima de los niveles prepandemia y con perspectivas de seguir creciendo.

La marca busca ampliar su porfolio de productos con variedades más novedosas como el recientemente lanzado Chandon Apéritif, para sorprender a sus fieles seguidores y captar nuevos consumidores.