Los dividendos mundiales crecieron un 3,1%[1] hasta 431.100 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024, un cifra récord para este periodo del año, según la última edición del Janus Henderson Global Dividend Index. Pese a ello, la tasa de crecimiento fue relativamente moderada en comparación con los trimestres anteriores, ya que el incremento subyacente había sido del 6,6% en el primer semestre de 2024.
Los dividendos de empresas chinas aumentaron un 12,3% en términos subyacentes o un 15,4% en términos generales, alcanzando la cifra récord de 44.600 millones de dólares, a pesar de la debilidad económica del país. Tres cuartas partes del aumento global en China se debieron a Alibaba, que empezó a distribuir efectivo a los accionistas por primera vez este año. Los pagos en China también impulsaron los resultados de los mercados emergentes, que aumentaron un 1,4% sobre una base subyacente en el tercer trimestre. China representa más de la mitad del total del trimestre.
Esta evidente ralentización se explica por las pronunciadas rebajas de tan solo cinco empresas, que eclipsaron el crecimiento más sólido del conjunto del mercado. Entre ellas, destacaron las de Evergreen Marine en Taiwán y Glencore en el Reino Unido, que tuvieron un impacto de 3,4 puntos porcentuales en la tasa de crecimiento del tercer trimestre. Sin estos recortes, el crecimiento mundial de los dividendos se habría duplicado hasta el 6,5%, en consonancia con el primer semestre y la previsión para el conjunto del ejercicio. En este sentido, la mediana de crecimiento —o crecimiento típico— de las distribuciones de las empresas fue del 6,0% en el tercer trimestre. A escala mundial, nueve de cada diez empresas (88%) aumentaron sus dividendos o los mantuvieron estables.
Unos dividendos extraordinarios inusualmente bajos en el tercer trimestre también tuvieron repercusión, ya que frenaron más de lo previsto la tasa de crecimiento mundial. Estos son volátiles por naturaleza y no se toman en cuenta en las cifras subyacentes. La tasa de crecimiento subyacente del tercer trimestre, del 3,1%, coincidió con las expectativas de Janus Henderson.
Por otra parte, el primer año de dividendos de las empresas de internet Meta y Alphabet dio un impulso significativo al ya sólido crecimiento de EE.UU., donde el 96% de las compañías aumentaron los pagos o los mantuvieron estables en comparación con el año anterior. El reparto de dividendos en este país aumentó un 10,0% en tasa subyacente.
En la región Asia-Pacífico (excl. Japón), donde el tercer trimestre suele ser relevante para los dividendos, estos bajaron de forma notable lastrados por Australia, Hong Kong y Taiwán. Singapur se desmarcó de la tendencia gracias al fuerte incremento de los dividendos de la banca.
Desde el punto de vista sectorial, los bancos y las empresas de medios (impulsadas por ejemplo por Meta y Alphabet) fueron los que más contribuyeron al crecimiento, mientras que los sectores de la minería y el transporte tuvieron el mayor impacto negativo.
Dado el menor nivel de los dividendos extraordinarios observado en el tercer trimestre, Janus Henderson ha recortado ligeramente su previsión para 2024 hasta los 1.73 billones de dólares, lo que deja la proyección del crecimiento mundial en el 4,2% respecto a 2023 (por debajo de una estimación anterior del 4,7%). La previsión del crecimiento subyacente se mantiene en el 6,4%.
La inquietud ante la posibilidad de que la suba de los tipos de interés provocase tensiones importantes en la economía mundial ha sido hasta ahora infundada. Las empresas señalan que cada vez resulta más fácil refinanciar las deudas y los bancos están bien capitalizados y generan una buena rentabilidad, incluso con los tipos de interés a la baja, mientras la morosidad sigue bajo control. La rentabilidad de las empresas en la mayor parte del mundo parece sólida, lo que implica que el crecimiento de los dividendos puede continuar hasta 2025. En cualquier caso, los dividendos muestran un crecimiento más constante que los beneficios a lo largo del tiempo, ya que las empresas tratan de administrar las ratios de reparto a lo largo del ciclo económico.
Es en este contexto en el que debe considerarse el crecimiento aparentemente más lento del tercer trimestre. Seguimos confiando en que el crecimiento subyacente del ejercicio estará en línea con la buena evolución del primer semestre.
Más de una sexta parte del crecimiento subyacente procede este año de empresas como Alibaba y Meta, que pagan los primeros dividendos de su historia, lo que demuestra cómo estos sectores relativamente nuevos están madurando y empezando a retribuir a los accionistas una parte de las ingentes cantidades de tesorería acumuladas. Alphabet, por ejemplo, tiene en su balance una tesorería neta de 80.900 millones de dólares[2], a pesar de haber destinado unos 46.700 millones[3] a recompras de acciones y cerca de otros 5.000 millones de dólares a dividendos solo en los nueve primeros meses de este año, lo que indica que aún hay margen para que los repartos aumenten de forma significativa en el futuro.
- Jane Shoemake es gestora de carteras de clientes del equipo Global Equity Income de Janus Henderson
[1]Tanto el crecimiento general como el subyacente se situaron en el 3,1% interanual en el tercer trimestre.
[2] A 30 de septiembre de 2024
[3] A 30 de septiembre de 2024