Se fue Carlos Steneri, un viejo y querido amigo. Mucho lo extrañaremos los que fuimos sus amigos de toda una vida. Y ciertamente lo extrañarán estas páginas que durante años se beneficiaron de sus análisis ricos, equilibrados y con visiones que trascendían los límites de la economía para insertarlos a los de la sociedad y la convivencia ciudadana.
Steneri fue uno de los economistas nacionales más respetados de las últimas décadas unió su conocimiento de la técnica económica y social a una visión política y social de la realidad nacional y mundial que hacía del economista un pensador privilegiado que analizaba las raíces del cambio social.
Detrás de sus análisis, siempre serenos y punzantes, había un compromiso con la justicia social y con el crecimiento económico, dentro de su concepción democrática de la vida en sociedad.
Extrañaremos ese tipo de análisis económicos. El que trasciende las visiones de la racionalidad económica para insertarla en una visión social y política de democracia y justicia social.
En momentos muy difíciles de la vida nacional, su consejo, dedicación y compromiso fueron fundamentales para salvar al país en un derrumbe económico y social con inevitables implicaciones políticas. Su consejo, dedicación y compromiso dieron al país una contribución histórica.
Esta página pierde un gran colaborador. También lo pierde el país. Pero dejó una lección de capacidad técnica, con un gran compromiso social y político excepcional.
Fue un gran amigo y nos acompañó en la construcción de la Fundación Astur, de la que era su Vicepresidente, dedicada a los problemas de los mayores. Siempre contamos con su apoyo, sus reflexiones y su compañía.
A su recuerdo debemos agregarle el agradecimiento de una sociedad y el de amigos como yo, que recibimos lecciones de vida y de compromiso con el país y gozamos de una inolvidable amistad.