El periodista y presidente del Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional (SECAN) tiene desde hace muchos años el hobby de tocar la guitarra.
En la fotografía superior, de 1994, tomada por Darwin Borrelli, lo vemos mucho más joven y delgado empuñando una Telecaster, la primera guitarra eléctrica producida en serie por Leo Fender. En este caso se trata de un instrumento de la marca Fernández, una buena reproducción de la mítica Fender de la década de 1950.
En cierta forma, la pasión por la música la heredó de su padre, quien, aunque amateur, fue un gran cantante. Sotelo comentó a Domingo que con los años se ha dedicado a estudiar música y que actualmente intenta profundizar en el tema de escalas, modos y el jazz. Comenzó tocando con un grupo de amigos del barrio que se llamaba Confuxión. Muy cerca de donde ensayaban ellos, lo hacía la banda Años luz, del guitarrista Quique Azambuya, quien luego se transformó en su profesor y le dio clases hasta que se fue del país. Azambuya ha recorrido varios escenarios de América Latina y ha tocado con destacados músicos, sobre todo en Brasil, donde vivió muchos años (hoy reside en España).
Además de su guitarra Fernández, el comunicador es dueño de una Epiphone SG (un modelo más económico de la guitarra Gibson que popularizó Angus Young, de AC-DC) y de un par de acústicas: una Núñez (argentina) y una Sentchordi, esta última un instrumento muy popular en los hogares uruguayos de hace varias décadas, que vendía el Palacio de la Música. Hoy estas guitarras las usan también sus hijos, que heredaron su pasión por el instrumento. Incluso uno de ellos es productor musical.
Sotelo se considera -como tantos de su generación- “hijo de los Beatles” y opina que Jimi Hendrix fue el principal referente de la guitarra eléctrica de los 60 y 70.
El comunicador tiene otro lado B: el del teatro y el humor. En 2012 estrenó en el Moviecenter Algo habrán hecho junto al Turco Abdala y Sergio Gorzy. Con textos de Fernando Schmidt, el espectáculo se reía del sexo, la televisión, la política, la crisis de la mediana edad, el fútbol, las obsesiones, la caída del cabello y muchos asuntos más, grandes o pequeños, a través de las distintas visiones de tres sujetos polémicos.
Luego se hizo otra temporada de Algo habrán hecho con la actuación del periodista Nano Folle en lugar de Gorzi. En 2016, Sotelo presentó junto a Luis Orpi Tenemos que hablar, en el Teatro La Candela.