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La ginecóloga argentina que habla de menopausia sin tapujos y cosecha miles de seguidores en redes

La sexóloga Sandra Magirena viene de publicar el libro "Regreso a mí. Vivir una menopausia consciente", donde recoge su experiencia también como ginecóloga de mujeres de todas las edades.

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Ginecóloga y sexóloga argentina Sandra Magirena.
Foto: Sandra Magirena.

Por Analía Filosi

La menopausia es el período fisiológico en la vida de la mujer que consiste en el cese permanente de la menstruación y, por lo tanto, de la vida reproductiva. Hasta allí lo que la gran mayoría de la población sabe, incluidas las propias mujeres. ¿La razón? Forma parte de uno de los tantos temas tabú de la vida femenina, sumado a la menstruación, la vulva o la masturbación.

“En los últimos años, con el desarrollo y la evolución del feminismo se habilitaron espacios para hablar de temas que son importantes para la salud de la mujer”, destaca la doctora Sandra Magirena en diálogo con Revista Domingo. Uno de esos tantos espacios son las redes sociales, dentro de las cuales esta ginecóloga y sexóloga argentina es dueña de una cuenta de Instagram con más de 50 mil seguidores: @consultoriomagirena.

Si bien la especialidad de Magirena es la ginecología infantojuvenil, en 40 años de carrera ha tenido la oportunidad de acompañar a las mujeres desde la adolescencia hasta la menopausia, reuniendo historias de vida que con el tiempo la volvieron fuente de consulta de mujeres de todas las edades.

Aprovechando eso y su propia menopausia, la especialista viene de publicar Regreso a mí. Vivir una menopausia consciente, libro que ya se puede encontrar en librerías uruguayas y que tiene que ver con esa tendencia creciente a querer saber más de una etapa que hasta no hace muchos años era considerada como una especie de sentencia de muerte para las mujeres.

“Era una palabra que se ocultaba porque para las mujeres era llegar a un período donde no se incentiva el deseo sexual, la mujer es considerada vieja, sin disfrute. Parecería que la mujer tiene que ser joven, bella, flaca, linda, sexualmente activa y esos estándares generaban una presión social muy fuerte”, señala Magirena.

Ha tenido mucho que ver el hecho de que, a diferencia del varón, la mujer es cíclica. Es decir que su salud sexual pasa por varios ciclos: la menarca, una etapa muy larga entre el inicio de las menstruaciones y la menopausia en la que pueden ocurrir miles de cambios (embarazos, partos), y lo que ocurre a partir de la menopausia. En este último caso la sexóloga destacó que lo que se abre es una etapa de la vida diferente en la que lo único que desaparece es la capacidad reproductiva biológica.

“Si la mujer no conoce cuáles son los cambios, queda presa de lo que el sistema patriarcal le quiere hacer creer: que ya no sirve más, que no va a tener más sexo…”, apunta Magirena haciendo especial hincapié en que hay mucha confusión respecto al tema y que “la única forma de interpelar a los médicos es con conocimiento”.

Múltiples saberes

La ginecóloga se caracteriza por combinar la medicina tradicional de Occidente con la medicina china, la ayurvédica y la homeopática.

“Yo trabajo con medicinas integrativas, que son las llamadas medicinas complementarias. Cuando las mujeres me preguntan cómo siendo naturista recomiendo el tratamiento hormonal, les respondo que hay que integrar todo. O sea, hay que hacer un uso racional de la tecnología sanitaria y de los medicamentos que nos ofrece hoy la industria y, cuando no es necesario, acompañarlo con otros saberes como las plantas medicinales o la medicación ayurvédica”, explica a Revista Domingo.

A todo eso le suma “los saberes ancestrales de pueblos originarios”, que no es otra cosa que lo que la abuela o la sabia de la tribu han transmitido.

“Si una mujer está acostumbrada a pasar sus ciclos menstruales con un tecito, una tisana o un ritual que le enseñó su abuela ancestral, eso se respeta porque está grabado en su ADN. Eso es trabajar con perspectiva de género, entender que cada mujer es un universo y tiene sus creencias, y lo que uno hace es acompañar esos procesos”, destaca.

Apertura

Magirena cuenta que tanto el libro como los vivos que realiza en Instagram han hecho que las mujeres lleguen a su consulta mucho más desinhibidas. “Se sientan en mi consultorio y me dicen: ‘Yo vengo para que me cuentes un poco más, quiero saber’”, acota.

Las redes sociales le han permitido a la argentina armar una comunidad de mujeres que no estaba en sus planes y sigue en crecimiento. En eso tiene mucho que ver el lenguaje llano, sencillo y concreto que utiliza con sus “consultantes”, como les gusta llamar a sus pacientes.

“Yo hablo muy francamente acerca de la sexualidad porque hace 30 años que ejerzo la sexología clínica, así que conozco muy bien lo que le pasa a la mujer a la hora de la consulta. Escucho mucho lo que ellas me dicen y trato de reproducir de una manera clara y que les llegue lo que me preguntan. Yo lo tomo como un servicio a la población y a la sociedad”, remarca.

Ese intercambio también está abierto a los hombres, cuyo interés en el tema ha ido creciendo con los años.

“Tengo una encuesta en mi cuenta de Instagram para varones de más de 50 años, los cuales están ávidos por responderla porque me preguntan por ella. El hombre necesita saber lo que le pasa a la mujer después de la menopausia, entonces está bueno que participe y salga de ese lugar hegemónico donde está puesto. El hombre también está sobreexigido en su actividad sexual”, señala.

Inquietudes

“Vengo porque mi ginecólogo me dice que es normal lo que me pasa y que no se puede hacer nada”, dice Magirena que expresan muchas mujeres al llegar a su consultorio.

Ella les explica que no es verdad que “ahora viene lo peor”, como les han sentenciado a varias. “Hay que entender que la menopausia es la última menstruación y es el fin de la etapa reproductiva biológica, pero que la vida continúa y que hay cosas que uno puede hacer sin necesidad de recurrir a los fármacos y que mejoran su calidad de vida”, destaca.

Agrega que ella les pone la canción de Palito Ortega que dice “a mí me pasa lo mismo que a usted” porque “el verte reflejada en que a lo que a vos te pasa, le pasa a todas las mujeres que atraviesan este momento, lo naturaliza. Si vos lo naturalizás salís del lugar de la patología”, comenta sobre una etapa que, con las expectativas de vida actuales, puede llegar a ser de 30 años o más.

La profesional advierte que hubo un intento de medicalizar la menopausia y empezar con tratamientos hormonales, pero se sabe que estos tratamientos están indicados para un momento preciso, un determinado tipo de mujer y en una determinada oportunidad. “No se puede sostener la juventud eterna porque el proceso de envejecimiento nos va a pasar a todos”, apunta.

Ella recomienda las terapias de remplazo hormonal, pero aclara que deben estar indicadas por un profesional de la salud idóneo y cumplir con los requisitos de los estudios y normas internacionales y con las investigaciones realizadas al respecto. “No hay que demonizarlas, pero tampoco romantizarlas y decir que todo el mundo tiene que usar hormonas”, indica.

Los temas que más aparecen en consulta por la menopausia son la sequedad vaginal y la falta de deseo sexual, pero mientras el primero es un cambio biológico propio de esta etapa de la vida que seguramente termine por afectar a la mayoría de las mujeres y para el que se pueden ir preparando, el segundo depende mucho del contexto y puede no responder a la menopausia.

“El deseo sexual tiene que ver con la calidad de vida de la mujer, la situación laboral, la condición de su pareja, cuán motivada está en ese vínculo, cuánto de la rutina la atraviesa y la desmotiva en su encuentro sexual…”, explica la especialista sobre algo que también puede afectar a mujeres jóvenes.

Por eso es que Magirena insiste, con su estilo entre frontal y divertido que tanto llega a las audiencias: “No le echen a la menopausia la culpa de todo; veamos lo que está pasando en general y luego estudiemos qué cosas hay que corregir y cuáles no”.

Regreso a mí
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Ginecóloga y sexóloga argentina Sandra Magirena.
Foto: Sandra Magirena.

Un libro que ayuda a sacar muchas dudas

Regreso a mí. Vivir una menopausia consciente (Editorial El Ateneo) fue escrito por la doctora Sandra Magirena durante la pandemia en base a lo que las mujeres le han contado en su consultorio durante 40 años de carrera.

“Me basé en cuatro pilares fundamentales: cómo modificar la alimentación, cómo cambiar la actividad física, cómo enfocar los cambios del cuerpo para tener una sexualidad más plena y activa, y cómo conectarse con la sabiduría de la mujer interior, que yo lo llamo espiritualidad”, explicó a Revista Domingo.

Magirena es especialista certificada en ginecología general e infantojuvenil y sexóloga clínica. Además estudió medicina ayurvédica en Buenos Aires e hizo dos posgrados en la India. Formada en la Asociación Argentina de Medicina Homeopática, practica esta disciplina desde hace muchos años. Confiesa que toca la medicina china “medio de oído”. “He estudiado pero no tengo crédito suficiente como para ejercerla, entonces me conecto con profesionales de las distintas áreas de la salud que me complementan y que también usan la medicina tradicional”, dice.

El libro está disponible en librerías de Montevideo y el interior del país.

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