Por: Andrés López Reilly

Giorgio Bongiovanni (60 años) es el estigmatizado con vida más famoso del mundo. Aunque no es que haya muchos que lleven las heridas de la crucifixión de Jesús en sus cuerpos: tal vez puedan contarse con los dedos de una mano. Pero sí fueron muchos a lo largo de la historia: la Iglesia Católica, una institución con la que Bongiovanni no comulga, ha canonizado a más de 60 a lo largo de ocho siglos. Para la Santa Sede, todas esas personas tuvieron un vínculo con Cristo y participaron de su sufrimiento.

El primero fue Francisco de Asís. Pero hubo otros famosos como Catalina de Siena o el Padre Pío de Pietrelcina, quien tiene una capilla en Uruguay junto a la estancia La Aurora de Salto, famosa por los supuestos fenómenos extraterrestres que allí habrían ocurrido. Posiblemente la última estigmatizada de la cristiandad fue la hermana española María Luisa Zancajo (1911-1954), quien tuvo una vida marcada por el sufrimiento (era paralítica por una poliomielitis que padeció de niña) y distintos prodigios.

¿Por qué Bongiovanni ha sido el estigmatizado más famoso de los últimos 30 años? Porque su discurso -mensaje para él- es muy ambicioso. Y sin miedo al ridículo.

El italiano asegura que recibió los estigmas de la propia Virgen María, que ha tenido varios encuentros con Jesús y también con seres extraterrestres. Que es la reencarnación de Francisco Marto, uno de los tres pastorcitos que dijeron haber recibido los famosos mensajes de la Virgen en Fátima (Portugal) en 1917, que sus heridas han sanado a otras personas y que tiene visiones proféticas de lo que ocurrirá en el mundo.

Hasta aquí, todo es cuestión de fe. De creer (en caso de no hacerlo no es necesario reventar). Pero Bongiovanni es más que eso. Su caso ha sido estudiado por hematólogos, científicos y psiquiatras. Y ninguno ha podido explicar el origen de las heridas en manos, pies, en el costado izquierdo de su tórax (donde según la tradición Jesús recibió un lanzazo de un soldado romano) e incluso en la frente, donde hace muchos años lucía una cruz sangrante.

¿Pueden ser los estigmas auto inducidos? ¿Se pueden somatizar daños sobre el propio cuerpo? ¿Se trata de un fenómeno puramente físico causado por una fe extrema? Algunas personas creen que sí, pero esto no ha podido ser comprobado. Como los encuentros de Bongiovanni con la Virgen, con Jesús y los seres interplanetarios.

Los escépticos podrán objetar que exista una manifestación divina en estas laceraciones, pero no que su caso sea extraordinario. Bongiovanni lleva 30 años con heridas abiertas y expuestas. Él calcula que ha tenido unas 10.000 sanguinaciones en todo este tiempo, las cuales -asegura con pesadumbre- han debilitado su salud en los últimos años. Expertos que han tomado muestras de sus secreciones han dicho esto: es su propia sangre, no está anémica y coagula rápidamente. Tiene glóbulos rojos y blancos en cantidades normales y no presenta señales de una enfermedad hematológica. Ninguno ha podido explicar por qué estas heridas -que incluso se han manifestado frente a testigos- jamás se han infectado.

ANTES DE LOS ESTIGMAS. Desde 1990, Bongiovanni ha vivido con un pie en Uruguay y otro en Italia (incluso llegó a residir en nuestro país), aunque últimamente pasa más tiempo en su tierra natal. En una visita realizada esta semana a Montevideo, fue entrevistado por Revista Domingo en un centro cultural y espiritual que dirige y que se ubica en la calle Piedras de la Ciudad Vieja.

Allí comenzó relatando los años de juventud en los que su vida era muy diferente, cuando vivía como un empresario de la moda vinculado a la industria del calzado y ganaba mucho dinero (asegura que unos US$ 300.000 por mes al cambio actual de la divisa norteamericana). “Soy hijo de la media burguesía italiana, mi papá era un obrero que trabajaba para una multinacional. Luego que terminé el liceo me fui al centro-norte de Italia, porque Sicilia, mi ‘patria’, es un poco como el tercer mundo. Y ahí empecé a hacer fortuna, entré en la industria de los zapatos femeninos de alta moda fabricando accesorios. Luego, cuando empezó mi experiencia espiritual, vendí todo. Y pasé a tener una vida modesta”, relata.

—Usted asegura que el 2 de septiembre de 1989 recibió los estigmas de parte de la Virgen de Fátima. ¿Antes había tenido una vida espiritual vinculada al catolicismo?

—Sí, como cualquier católico. Si bien me interesaba mucho el fenómeno Ovni y el místico, mi vida se centraba en la empresa.

—¿Cómo fue esta aparición que cambió su vida?

—Veo a esta persona, este ser, que emanaba luz desde su cuerpo. Nadie la ve, pero yo sí. Me invita a hacer oraciones y me pide si puedo hacer una misión de difusión del mensaje de Cristo, incluida su segunda venida a la Tierra y la presencia de la vida en el universo. Ahí es que vendí todo, empecé a viajar y a dar conferencias. Fueron varios encuentros con la Virgen. Y también he tenido encuentros con Jesús.

—¿Encuentros corpóreos? ¿Es como la imagen que el mundo tiene de él, de un hombre barbado y de pelo largo?

—Es muy parecido a la Sábana Santa, por lo menos como yo lo he visto. Con él he tenido varios encuentros y he recibido muchos mensajes en estos 30 años.

EL ELEGIDO Y LA IGLESIA. Bongiovanni dice que tiene dos respuestas para explicar por qué lleva los estigmas de la crucifixión, una espiritual y otra más terrenal. “La primera es porque descubrí que existe la reencarnación. La mía es una experiencia que se repite a lo largo de los siglos en formas diferentes”. La segunda -dice- es porque tiene “el coraje de decir lo que otros esconden”, sobre el poder o la Iglesia, por ejemplo.

—Lo he escuchado decir que la Iglesia está corrompida por el dinero.

—Sí, pero no este papa, a quien respeto mucho. No estoy de acuerdo con los hombres que usurpan la Iglesia que fundó Cristo. Yo soy católico, pero la Iglesia fue invadida por los hombres corruptos. Dios y la Virgen me han manifestado tanto la corrupción como la santidad de la Iglesia.

ESTEFANIA LEAL

PRESENCIA EXTRATERRESTRE. Al igual que su maestro espiritual Eugenio Siragusa, Bongiovanni asegura haber tenido contacto con seres extraterrestres. “Lo que me dijeron en sus mensajes es que yo tengo un origen de otro planeta. No puedo demostrarlo científicamente, pero puedo decir que mis ideales y formas de pensar sobre política, economía y espiritualidad son muy diferentes a la sociedad de este mundo. Entonces, o soy un enfermo demente o un extraterrestre. Lo que es seguro es que no pertenezco a esta sociedad”, dice.

—¿Esa afirmación no es un poco poética? Mucha gente no comparte los estamentos de la Iglesia o del poder mundial.

—Yo creo que soy un alienígena, porque conozco a estos seres. Aquí, en la playa, tuve un contacto con ellos en 2005. Salieron del Río de la Plata, eran las 4 de la mañana. Me subieron (a la nave) y hablé con ellos. Ese fue uno de los tantos contactos que tuve.

—¿Cómo hablaron? ¿Cómo eran ellos?

—Como estoy hablando contigo. Eran altos, uno rubio y el otro de pelo castaño. Tengo dibujos de ellos. Estos mismos seres contactan a personas desde hace más de 100 años. Antes de hacerlo conmigo, según lo que me dijeron, contactaron a un señor de Berlín que falleció. Me dejaron un montón de mensajes metafísicos, sobre temas políticos, sociales, contra la guerra y la violencia humana.

LUCHA CONTRA LAS MAFIAS. Bongiovanni está casado y tiene dos hijos: Giovanni, de 38 años, presidente de una ONG italiana llamada Funima que hace obras sociales en zonas rurales de países latinoamericanos y en Palermo, y Sonia Tabita, de 21, actriz y directora del Movimiento Artístico Cultural Our Voice (Nuestra Voz).

Como periodista, el estigmatizado más famoso del mundo dirige el portal de crónica judicial Antimafia Duemila, que tiene su filial sudamericana Antimafia Dos Mil (la redacción se encuentra en el edificio de la calle Piedras). El sitio italiano registra más de 350 mil visitas al mes y tiene su base en Palermo, donde mezcla periodistas jóvenes y de reconocida trayectoria, como Saverio Lodato. Su objetivo es la lucha contra al sistema mafioso en su país, cuyos mayores exponentes son la Cosa Nostra y la organización Drangheta, a la que pertenecía el escurridizo Rocco Morabito.

Al final de la charla con Bongiovanni, le preguntamos si tiene alguna predicción sobre hechos que ocurrirán próximamente: “En Estados Unidos y en Centroamérica habrá un terremoto y un tsunami fuertísimo”.