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Ashley Graham: abanderada de las curvas

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Ashley Graham es una de las máximas exponentes de "Body Positive"

NOMBRES

Es la modelo plus size referente en la industria de la moda. Es activista del cuerpo, promueve la belleza inclusiva y se muestra al natural en sus redes a sus más de 17 millones de seguidores.

La primera modelo plus size en desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York y en protagonizar la portada anual de la revista Sport Illustrated en traje de baño siendo un XL y no un XS se coló en este universo para desterrar los cánones de belleza impuestos en una industria que aboga por cuerpos súper delgados y estilizados, panzas planas, ser 90-60-90, y pretender que no existen las estrías ni la celulitis.

Ashley Graham está entre las modelos top más importantes del mundo -junto a Kate Moss y Giselle Bündchen- contra todos los pronósticos. A la estadounidense de 34 años le costó sangre, sudor y lágrimas reinar en la pasarela, ser tapa de revistas como Elle, Vogue o Glamour y meterse en el bolsillo a más de 17 millones de seguidores bombardeando con mensajes de belleza inclusiva. Sufría cuando las agencias le vaticinaban “nunca vas a estar en una portada, sos una chica de catálogo”. O cuando las marcas la tildaban de gorda y le decían “no te podemos convocar más porque no entrás en los jeans”. Incluso su padre, con quien tuvo una relación conflictiva, la humillaba: “Me criticaba constantemente. Me consideraba una persona tonta. El mayor golpe para mí fueron las palabras que me dijo después de hablar con mi agente”, reveló Ashley en Nuevo modelo, libro de su autoría que lanzó en 2017.

La niña que fue víctima debullying en la escuela por su tamaño -“hacían el sonido de un tractor retrocediendo cuando me estaba sentando”, contó en el programa Fashion Forward- fue elegida como una de las 100 personas más influyentes por la revista Time, estuvo entre las 30 personalidades menores de 30 años más relevantes de revista Forbes, fue jurado del reality America’s Next Top Model, recibió el premio Modelo del Año de la Semana de la Moda 2012, diseñó su línea de lencería y hasta hay una muñeca Barbie con su nombre y porte.

Sombras

Ashley Graham nació en Nebraska un 30 de octubre de 1987. Es hija de un vendedor de bases de datos y una ama de casa. Es disléxica y fue diagnosticada con trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Su primer novio la dejó por ser “gorda y virgen”, dato que figura entre las tantas duras confesiones que incluyó en su libro. La descubrió un hombre mientras caminaba con su padre por un centro comercial de su Omaha natal cuando tenía 12 años. “Me paró y me dijo: ‘Hola, eres muy bonita, ¿quisieras ser modelo?’”, contó en Fashion Forward. El señor pertenecía a una agencia de modelos, firmó contrato y al año siguiente salió en varios anuncios.

Si bien no se imagina en otro rol, su madre le repite que podría ser una buena maestra. Fue gracias a su mamá que superó los traumas de la adolescencia vinculados al físico. Ella le enseñó a amar su cuerpo: “Recuerdo llorar mientras le mostraba la grasa que salía de mi cadera y que ella me dijera: ‘Si no tuvieras eso no encajarías en esta familia’. Me hizo sentir mejor al ser una mujer con curvas en un mundo donde constantemente me juzgaban”, dijo a Fashion Forward.

Se mudó a Nueva York a los 17 años para continuar su carrera y vivió tiempos oscuros. Consumió éxtasis y cocaína: llegó a despilfarrar US$ 100.000 en fiestas en la Gran Manzana. Ashley contó que pasaron muchas cosas entre sus 17 y sus 21 años y que sus padres querían llevarla de nuevo a Nebraska.

Un fotógrafo intentó abusar de ella en medio de una campaña publicitaria. La encerró en un armario para acosarla. Ashley se asustó y salió disparando pero tardó años en contar la terrible historia. Temía que la tildaran de ser una “modelo difícil para trabajar” y le cerraran todas las puertas. “Si hubiese sabido entonces lo que sé ahora hubiera dicho que era un pedófilo”, sentenció en diálogo con The View.

Luces

“Eres audaz, brillante y hermosa. Tú eres merecedora de todo. Te amo”: son las afirmaciones que Ashley se repite a diario frente al espejo y con las que inicia las conferencias que dicta en colegios para empoderar a niñas y adolescentes y enseñarles a que se quieran y valoren.

Le fascina que se use el término curvy para hablar de su cuerpo y siente a gusto con su silueta. “Me encantan mis formas y creo que todas las mujeres deben aprender a aceptar las suyas”, dijo a Elle.

Es un ejemplo de destronar estereotipos y fue pionera en hacerse un nombre en el modelaje más allá del talle. Lo sabe. Por eso cuando se cansa de que le pregunten sobre el plus size recapitula y advierte que no podrá dejar ese tema de lado jamás. “Lo que me motiva a seguir hablando es que yo no tenía a nadie hablando de su cuerpo cuando era joven”, dijo a Bazaar.

El avance es notorio, está sucediendo y ella es testigo y protagonista, pero señaló a Vogue que anhela que “llegue el día en que no tengamos que tener esta conversación porque será un hecho: la diversidad va a dominar el mundo”. Los vientos de cambio en cuanto a cánones de belleza soplan cada vez con más fuerza. Y, según Ashley, que la palabra diversidad se haya puesto de moda es clave para seguir ganando batallas. “Tanto las marcas como las compradoras quieren ver mujeres normales. Quieren realidad”, subrayó en diálogo con revista Elle.

Le reconforta defender en redes sociales la celulitis o reivindicar el vello corporal con una foto natural en su baño, si con eso consigue que otra mujer se acepte. “Cuando alguien me dice que hoy usó shorts gracias a mí o que tuvo sexo con su marido con las luces prendidas, me digo a mí misma, ‘guau, estás cambiando la vida de las personas y lo estás haciendo solo por ser tú misma’”, reflexionó en entrevista con V Magazine.

Ashley compartió imágenes al natural a tres meses de haber sido madre.
Ashley compartió imágenes al natural a tres meses de haber sido madre.

Las estrías, su orgullo

La representante del movimiento Body Positive, que revolucionó el mundo de la moda con su concepción de belleza inclusiva, fue fiel a sus principios también durante la dulce espera. Ashley fue mamá por segunda vez en enero de 2020 y se dedicó a mostrar fotos al natural de su cuerpo durante todo el embarazo de mellizos. No ocultó nada a sus más de 17 millones de fans. “Justin dice que mis estrías se parecen al árbol de la vida”, reveló sobre la percepción de su esposo, y acompañó el posteo con una foto desnuda. Tres meses después del parto, dio la bienvenida a su nueva figura con una foto como Dios la trajo al mundo y un texto: “Hola barriguita nueva, hemos pasado mucho juntas. Gracias #3mesesposparto”. Y naturalizó las estrías y el cuerpo imperfecto de quienes recién han sido madres.

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