Sobre la melancolía bien afinada: un ensayo sobre música, sentimiento y emoción que da en la clavija

por José Arenas
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Uno de los elementos que la música ha propuesto desde sus inicios ha sido el sentimiento de la melancolía. No hablamos de una tristeza en términos patológicos, sino de esa sensación inefable de que algo falta o de que alguien está lejos cuando escuchamos una canción popular o del repertorio académico. Desde el primer acorde que el hombre inventó, desde su primera emisión de voz cantada y con sentido, la melancolía ha atravesado el tiempo hasta la actualidad. Ha venido a grupa de una rapsodia o de una milonga. Allí está y parece no tener intenciones de irse alguna vez.

Existe una reminiscencia de lágrima aún en lo más grandioso de una sinfonía celebratoria o de un concierto en modo brillante, hay una idea de falta en una antigua canción barroca por más que sus síncopas, saltos y semicorcheas nos hagan pensar, al menos por algunos compases, que estamos ante alguna canción picaresca de Henry Purcell o de Bach. Un minué en modo mayor parece dejar que por entre las hendijas del clave se cuele lo inexplicable del sentimiento melancólico.

Roger Bartra, a quien se conoce por sus ensayos y sus estudios antropológicos, o bien a través del análisis de diversos mitos occidentales —fundamental es su libro El mito del hombre lobo (2023)— ha decidido fusionar sus conocimientos en el área humanística y su melomanía para escribir un ensayo memorable, Ecos de la melancolía: un viaje musical. En este libro, Bartra se despoja de su discurso académico, bucea en las profundidades de su acervo musical más de fanático que de técnico —aunque sus apreciaciones no son las de un simple aficionado como él mismo declara en el prólogo— y crea una serie de textos que, con cierta prosa poética y una noción histórica sobre de cada obra elegida para hablar de la melancolía en la música, logra una lectura consular respecto del tema. Sus amplias nociones sobre literatura e historia lo ayudan a Bartra a describir, desde el barroco a la música dodecafónica, cómo es que el sentimiento melancólico está presente y por qué, lejos del rechazo, parece ser lo que hace a las obras corales, las sonatas o las canciones, que queden para siempre en la memoria.

Desde Handel a Bärtok, el viaje por el azul melancólico no solo es un ensayo de gran belleza, sino que desentraña una de las partes más humanas y cercanas del arte.

ECOS DE LA MELANCOLÍA, de Roger Bartra. Anagrama, 2024. Barcelona, 203 págs.

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