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Hoy y mañana

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Paris c’est toujours Paris. Puede ser, pero hoy es un relajo. Ni en la Fiscalía lo igualan y eso que ahí la aventura al Chuy de Gustavo Leal, -uno de los popes del Ministerio del Interior durante el gobierno pasado cuando se puso en marcha el negocio de los pasaportes rusos-, ha provocado una “guerra de fiscales”. No se sabe en qué va a terminar, pero difícil que termine bien. A la Fiscalía como institución le hace daño. Y genera descreimiento. Sobre todo si, pase lo que pase y caiga quien caiga, al caso Leal se le pretenda tapar con el caso Astesiano, lo que parece que casi ocurre con el Fiscal subrogante, según la prensa. Esa fue la chispa que encendió la guerra de fiscales, con “violencia de género” y todo. Se espera protesta feminista. ¿La habrá?

Dicen que el lunes se resuelve todo.

En París, en tanto, la mugre avanza. Ya era algo mugriento -¿quién mientras paseaba mirando para arriba, no pisó “caquita” de perro?- pero lo de hoy no tiene antecedentes, según se informa desde allá. Creo que exageran, dicen que la basura tapa la plaza de la Concordia y poco menos impide ver la Torre Eiffel y el Sacré Coeur. Sonría ingeniera, sonría, la mugre en Montevideo es un poroto al lado de aquello y además aquí se arregla sencillo tomando más barrenderos y se financia aumentando un poco más la Contribución. Si es en Carrasco, mejor.

Todo el lío francés, ¿por qué? Porque a Macron se le ocurrió subir dos años el mínimo para el retiro jubilatorio. Dos añitos, de 62 a 64. En Francia el sistema hace crisis. En el resto de Europa, donde la cosa está mejor en materia previsional, el mínimo está muy por arriba, de los 66 y más y por eso funciona.

Tema sensible este de la seguridad social. Hace cinco años, cuando Ortega, con todo el poder en el puño -bah, en el suyo y en el de su mujer- puso en marcha una tímida reforma jubilatoria ardió Nicaragua. La rabia contenida de los nicaragüenses tiranizados juntó fuerzas y gente y abrió boquete por ese lado. Hubo entre 238 y 378 muertos según cifras de observadores más creíbles. Después Ortega-Murillo ya no pararon y dale que va; algún día los van a frenar.

Tema urticante pero difícil de resolver. La gente no se da cuenta, pero la catástrofe está mucho más cerca de lo que se piensa. Reíte del calentamiento global y el deshielo. Cuando eso llegue hará rato que los viejos olvidaron de cobrar y de comer. En Argentina ese futuro ya es hoy.

Aquí los que tienen entre 55 y 60 y están por jubilarse, o los que recientemente lo han hecho, ni sueñen que en quince años van a estar cobrando si se sigue así. Y los que tienen 40 o 50, que se olviden. Es la realidad. Cada vez son más los pasivos y menos los cotizantes. Dos más dos es cuatro y los jóvenes si pueden se van. Menos cotizantes.

Tratar de evitar eso, hincarle el diente a este tema, como pasa también con el de la educación, es para lío. Para perder votos y, bajar en las encuestas. Es pensar en el futuro y olvidar que las elecciones, como bien lo sabe y lo calcula el Frente Amplio, son en menos de dos años.

Si este gobierno les deja bien atado los dos paquetes -previsión y la enseñanza- miel sobre hojuelas: el FA, si llega a volver tiene solucionado los dos problemas más sensibles sin pagar costo. En eso tiene razón Lacalle Pou, está deseando que se apruebe la ley de reforma jubilatoria; la que votarán en contra, por supuesto.

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Danilo Arbilla

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