Redacción El País
La vaselina, también conocida como petrolato, es un producto presente en muchos hogares gracias a su bajo costo y a su capacidad de retener la humedad formando una barrera protectora sobre la piel.
Por eso, no sorprende que en los últimos años se haya popularizado como remedio casero para el cuidado facial. Sin embargo, su aplicación directa en el rostro no siempre es beneficiosa y, en algunos casos, puede resultar contraproducente.
De acuerdo con el portal Medical News Today, la mayoría de las personas toleran bien este producto. No obstante, quienes tienen piel grasa, mixta o con tendencia al acné pueden experimentar brotes, irritaciones o la aparición de pequeñas lesiones conocidas como milia. Esto se debe a que la textura densa de la vaselina puede atrapar suciedad, grasa y bacterias en la superficie cutánea, favoreciendo la obstrucción de los poros.
Uno de los usos más difundidos en redes sociales es la técnica conocida como slugging, que consiste en aplicar una capa generosa de vaselina sobre la piel, generalmente por la noche, para “sellar” la hidratación. Si bien esta práctica puede ser útil para pieles secas y en climas fríos, los dermatólogos advierten que no es recomendable para todos los tipos de piel. En quienes sufren de acné, rosácea o utilizan tratamientos activos como retinoides, puede provocar más daño que beneficio.
Beneficios y riesgos de la vaselina en el rostro
Antes de incluir la vaselina en la rutina de cuidado facial, es importante conocer cómo actúa sobre la piel y cuáles son sus efectos más frecuentes. Entre los beneficios, se destaca su capacidad para:
- Retener la hidratación al formar una barrera protectora.
- Proteger áreas sensibles como labios, párpados o zonas muy resecas.
- Favorecer la cicatrización en heridas pequeñas o irritaciones leves.
- Disminuir la pérdida de agua transepidérmica, lo que la convierte en una aliada en climas secos o fríos.
Sin embargo, también presenta riesgos importantes si se usa de manera indiscriminada:
- Obstrucción de poros y empeoramiento del acné.
- Aparición de granitos tipo milia o comedones.
- Posible atrape de bacterias y suciedad si la piel no está perfectamente limpia antes de aplicarla.
- Alteración del equilibrio natural de la piel, que necesita “respirar” para regenerarse adecuadamente.
Cuándo evitarla y qué alternativas considerar
Los especialistas coinciden en que la vaselina no debe considerarse un sustituto universal de la crema hidratante. Su uso es más recomendable en áreas localizadas y muy resecas, como los labios agrietados, los codos o las manos. También puede resultar útil como barrera en invierno o después de ciertas irritaciones leves.
No obstante, en pieles grasas o propensas al acné, la recomendación es evitarla y optar por hidratantes ligeros, no comedogénicos y formulados específicamente para el rostro. Además, siempre conviene consultar con un dermatólogo antes de incorporar cualquier producto de forma habitual a la rutina de cuidado facial.
La vaselina puede ser un aliado en algunos casos específicos, pero usada sin criterio puede agravar problemas cutáneos. El consejo de los expertos es claro: conocer las características de la propia piel y elegir productos adecuados es la mejor forma de mantener la salud y el equilibrio del rostro sin correr riesgos innecesarios.
En base a El Tiempo/GDA
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