Tienen 21 y 23 años y crearon un simulador de piel humana para prácticas más seguras en el Pereira Rossell

Dos estudiantes avanzados de UTEC lograron cubrir la necesidad de uno de los principales hospitales del país y optimizar un proceso fundamental para la salud.

Sofía de Bérail y Valentín Ferrando Zaldúa
Sofía de Bérail y Valentín Ferrando Zaldúa.
Foto: Cortesía de Bérail y Ferrando Zaldúa.

La sutura sirve para cerrar heridas y facilitar la cicatrización, y es uno de los procedimientos médicos más frecuentes en los hospitales. Los estudiantes de Medicina en Uruguay —que realizan sus prácticas en el Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR)— podían entrenarse usando esponjas o pieles de cerdo, pero ahora dos jóvenes lograron crear un simulador de piel humana que permitirá prácticas más eficaces y seguras.

Los responsables de la innovación son Sofía de Bérail (21) y Valentín Ferrando Zaldúa (23), estudiantes avanzados de la carrera de Ingeniería Biomédica de la Universidad Tecnológica (UTEC). Iniciaron el proyecto como parte de su práctica profesional curricular.

“Era una necesidad del Pereira Rossell y algo que no se había hecho en UTEC hasta ahora”, sostuvo Ferrando Zaldúa y agregó que si bien existen simuladores de este tipo en otros países, su costo es “muy elevado” y no es algo a lo que accedan todos los estudiantes de Medicina. En este sentido —aseguró—, se precisaba crear un dispositivo que se ajustara a las posibilidades de Uruguay.

Los jóvenes —que tienen el título intermedio de tecnólogos en Ingeniería Biomédica y actualmente cursan el último año para recibirse de ingenieros— brindaron al Departamento de Emergencia Pediátrica del CHPR cinco simuladores de piel humana, un molde para impresión 3D y un instructivo con especificaciones sobre materiales y condiciones ambientales, entre otras, para que los estudiantes pudieran fabricar el dispositivo por su cuenta.

Simulador de piel hecho por estudiantes de UTEC
Simulador de piel hecho por los estudiantes de UTEC.
Foto: Sofía de Bérail y Valentín Ferrando Zaldúa.

De la teoría a la práctica

El primer paso de los tecnólogos fue investigar qué existe actualmente en el mundo para el entrenamiento en suturas. “Nuestra carrera se centra más en el mantenimiento y reparación de equipos médicos así que ésta era un área nueva para nosotros”, contó de Bérail y agregó que ni bien vieron los costos que manejaba el mercado —entre $ 2.000 y $ 3.000 por simulador— supieron que no servía para abastecer las necesidades del CHPR.

A continuación, compararon las propiedades de biomateriales con las de la piel humana —en términos de elasticidad, resistencia a la tracción, etcétera— y probaron opciones hasta que llegaron al caucho de silicona en base a platino, que fue, finalmente, el indicado.

Valentín Ferrando Zaldúa y Sofía de Bérail
Valentín Ferrando Zaldúa y Sofía de Bérail.
Foto: Cortesía Ferrando Zaldúa y de Bérail.

No sólo validaron cuantitativamente que el dispositivo simula la piel, sino que también demostraron que a los estudiantes de Medicina les resulta útil. Estuvieron en contacto permanente con la responsable de la Unidad de Planificación Quirúrgica Virtual e Impresión 3D del CHPR, Silvina Zabala, y realizaron las mejoras necesarias hasta obtener un producto con el que el Hospital estuvo “sumamente conforme”.

Según los tecnólogos, el simulador podría replicarse en otros hospitales del país e incluso contaron que algunos laboratorios mostraron interés y se contactaron con ellos. También tienen “varias ideas” para mejorar el modelo en el futuro; por ejemplo, darle forma de brazo o de mano con el fin de volverlo aún más realista.

De Bérail expresó: “Estamos contentos de que no haya sido solamente un proyecto que nos permitió titularnos, sino que sea de utilidad para que otras personas puedan recibirse y mejorar como profesionales”. Ambos se sienten orgullosos de haber podido llevar la teoría a la práctica y agradecen a los profesores que los acompañaron.

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