Cómo mantener estables tus niveles de azúcar en sangre y mejorar tu salud física, mental y emocional

El término azúcar en sangre hace referencia a la glucosa presente en nuestro torrente sanguíneo. Mantenerla bajo control trae múltiples beneficios para la salud. En esta nota, te cuento cuáles son esos beneficios y algunos tips para “hackear” tu organismo y mantener niveles estables.

El consumo de azúcar aumenta cada vez más en el mundo. Y, además de asociarse a enfermedades, genera complicaciones en la vida diaria, tanto físicas como emocionales.

El azúcar es una fuente rápida de calorías que puede afectar la hidratación de la piel, generando desequilibrios que llevan a una piel apagada, seca, con acné, y que favorecen el aumento de peso y la inflamación crónica.

Los picos y caídas en los niveles de azúcar también se traducen en cambios emocionales. El estado de ánimo puede verse alterado, generando irritabilidad, ansiedad o incluso depresión. El azúcar puede intensificar los síntomas de ansiedad, como preocupación o miedo, al aumentar la liberación de adrenalina. Además, puede dificultar la concentración y afectar la toma de decisiones. Es importante prestar atención a la adicción: el azúcar estimula la liberación de dopamina, una sustancia química relacionada con el placer, lo que nos lleva a consumir más de lo que quisiéramos.

Cuando dejamos de consumir azúcar, los primeros días pueden ser difíciles, especialmente si el consumo era alto. El cuerpo atraviesa una fase de adaptación en la que pueden aparecer síntomas como dolor de cabeza, mareos o fatiga. Estos efectos son parte del proceso: el cuerpo está aprendiendo a funcionar con menos azúcar. Con el correr de los días, estos síntomas se atenúan y empiezan a notarse mejoras como menor inflamación, mejor humor y mayor claridad mental.

Te comparto algunos hacks para ayudar a disminuir los niveles de azúcar en sangre:

Mezclar en medio vaso de agua: 1 o 2 cucharadas de vinagre de manzana, una pizca de cúrcuma y pimienta. Esta combinación ayuda a ralentizar la absorción de carbohidratos simples y genera saciedad, lo que puede contribuir al control del peso corporal. Se recomienda beberla antes de cada comida o hasta 20 minutos después. Importante: no consumir vinagre sin diluir, ya que puede irritar el estómago o dañar el esmalte dental.

Al consumir frutas, combinarlas con grasas saludables (como palta, frutos secos o mantequillas de frutos secos en cantidades moderadas) ayuda a ralentizar la absorción de glucosa en sangre.

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Consumir un entrante verde antes de cada comida limita la absorción de carbohidratos. Puede ser un puñado de hojas verdes, pepino o incluso aceitunas.

Un ejercicio muy simple: elevar los talones y contraer las pantorrillas mientras estás sentado. Este movimiento mejora la sensibilidad a la insulina y favorece el uso de glucosa por parte de los músculos, ayudando así a reducir sus niveles en sangre.

Antes de hacer cambios en tu alimentación o tus hábitos, siempre es recomendable consultar con tu médico de cabecera.