Superó el cáncer de mama y encontró la paz en medio de una situación límite: qué aprendió de la enfermedad

Lorena López es uruguaya, tiene 44 años y publicó un libro en el que cuenta su historia y qué técnicas la ayudaron a salir adelante y superar las dificultades.

Lorena López
Lorena López con su nuevo libro 'Mi nueva versión'.
Foto: Cortesía Lorena López.

La vida de Lorena López dio un vuelco cuando, tras estudios de rutina, le diagnosticaron cáncer de mama. Tenía 41 años y un hijo de tres. Fueron meses cuesta arriba: quimioterapia, mastectomía unilateral, radioterapia… Pero, al final, supo vencer y aprender todo lo que la enfermedad tenía para enseñarle.

Habló con El País acerca de este proceso, del rol de la mente y la energía en el tratamiento, y de su libro ‘Mi nueva versión’, con el que busca acompañar y apoyar a personas que atraviesen enfermedades o situaciones similares.

— Te diagnosticaron cáncer de mamá a los 41 años. ¿Cómo fue para vos recibir esa noticia?
— Desgarrador. Es una noticia que genera mucho temor, mucha incertidumbre. Todos los proyectos se derrumban; los planes, la familia, la vida en general. Una nunca está preparada para este tipo de cosas. Fue un momento duro y las primeras semanas fueron de mucha angustia. No sabía qué hacer, por dónde empezar… Fue bastante desgastante y estresante porque mi cabeza no paraba y además me llegaba un montón de información de todo el mundo. Quería superar ese momento de una vez, hacer todo de una y que me sacaran el cáncer del cuerpo. Pero entonces, hice un clic. Me concentré en estar conmigo misma y en calma; algo fundamental para luchar contra esta enfermedad. Eso es lo que busco reflejar en el libro: cómo fue mi historia de superación, cómo pude salir adelante.

— ¿Qué te llevó a hacer ese clic?
— En primer lugar, mi hijo. En ese momento, tenía tres años y yo quería seguir viva para verlo crecer, disfrutar de sus cumpleaños, salir a jugar juntos… Y también por mí misma. La meditación me llevó a un camino de autoconocimiento, de darme cuenta quién era yo y qué quería para mi vida, y entendí que no era el momento para irme de este plano. Quería seguir viviendo. Quería estar sana. Tenía proyectos por cumplir; más allá de mi familia y demás, sentía que no era el momento para irme. Estaba dispuesta a dar batalla para superar esta enfermedad.

Cáncer de mama
Doctora sostiene cinta rosa en representación del cáncer de mama.
Foto: Freepik.

— ¿Cómo lograste estar en calma?
— Aprendí muchísimo acerca de técnicas de meditación y prácticas como Reiki y yoga. Eso me ayudó a conocerme y afrontar los pensamientos que me jugaban una mala pasada. Entendía que tenía que focalizarme en el momento presente, el aquí y ahora; aceptar la enfermedad y poner mi atención en ella al 100%.

— ¿Y eso cómo crees que influyó en el tratamiento?
— Tiene que ver con la actitud. Afrontar la enfermedad requiere constancia, y estas técnicas me fortalecieron anímicamente para enfocarme en mí misma y en lo que tenía que hacer en lugar de entrar en estados de estrés, locura y ansiedad.

— ¿Qué fue lo más difícil del tratamiento?
— Primero, la noticia. Y después la quimioterapia, que fue lo primero que me hicieron y duró seis meses. Noté cambios en mi aspecto físico, me sentía cansada, por momentos no tenía ganas de hacer nada o me sentía fea… Pero me cuidé y me permití vivirlo a mí manera. Si no tenía fuerzas o ganas de reunirme con amigas, me quedaba en casa. Y sí, me perdí cosas, pero gané en salud. Nunca hay que rendirse ante los desafíos que la vida nos imponga. Lo que no nos mata revela nuestra fortaleza, y pude darme cuenta de que tenía la fortaleza para salir adelante.

— ¿Cómo cambió tu perspectiva sobre el cáncer luego de este proceso?
— La enfermedad es una llamada; viene a enseñarnos algo. Cuando entendí eso, empecé a conocerme y descubrir qué rumbo quería para mi vida… Entendí que quería ir por este camino de la energía, de la paz conmigo misma, del autoconocimiento. Hoy agradezco haber pasado por esta enfermedad porque fue un antes y un después en mi vida. Me enseñó que tengo tiempo para cuidarme y conocerme, algo que antes no hacía. Y me hizo sentir gratitud por lo que tengo, lo que soy, las pequeñas cosas, la posibilidad de caminar, de respirar. Me di cuenta de que nunca había valorado cosas tan sencillas como un abrazo de mi hijo. En momentos así, la vida toma otra densidad.

— ¿Por qué quisiste escribir un libro?
— Porque sentí que podía acompañar y apoyar a personas que estuvieran pasando por alguna enfermedad o situación límite y también contar cuáles fueron las técnicas que me hicieron bien. Por ejemplo, prácticas de manifestación, mandalas, escritura terapéutica… Incluso hay una parte donde uno puede pintar y escribir qué manifiesta para su vida o qué afirmaciones puede decir para salir adelante.

El libro ‘Mi nueva versión’ está disponible en librerías de Montevideo y el interior, y también puede solicitarse online a través de la página web www.yolorena.com o el Instagram @lore_minuevaversion.

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