SIDA y PREP: El camino desde ser una enfermedad terminal a una fácilmente prevenible

Actualmente es posible tener relaciones sexuales con personas seropositivas sin protección y aun así no contagiarse.

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Foto: Canva.

Si a alguien le hubiesen dicho, en 1983, que un día unos 40 años en el futuro, sería posible mantener relaciones sexuales sin protección alguna con un portador o portadora del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) sin contagiarse, probablemente la reacción se asemejaría a ese meme en forma de GIF que circula en Internet, y que retrata a un hombre al que le “explota la cabeza”.

Pero henos aquí: actualmente, y gracias a la profilaxis preexposición al VIH, o PREP, eso es posible. Ese método de prevención —que en la mayoría de los casos consta de tomar apenas una pastilla por día- es el más reciente avance en la lucha contra el SIDA, una enfermedad que, en teoría, no debería representar una amenaza existencial en la actualidad. Pero como se sabe: de la teoría a la realidad existe un trecho que no siempre es superado.

En este momento, se calcula que unas 17.000 personas conviven con el VIH en Uruguay, mientras que la cantidad de personas fallecidas a causa del SIDA casi siempre supera la centena, pero nunca llega a los 200 casos. El médico Héctor González —profesional que se especializó en infectología y trabaja tanto para ASSE como para el Hospital Militar— expuso algunas de las características y particularidades de la dupla HIV/SIDA en Uruguay.

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Héctor González.
Foto: Gentileza.

—¿Cómo describiría la situación de esta enfermedad en nuestro país?

—En Uruguay tenemos lo que se llama una “epidemia concentrada”: menos de 1% está infectado, pero en algunas poblaciones clave la incidencia es mayor, más de 5%. Esas poblaciones son: hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, privados de libertad, mujeres trans, trabajadoras sexuales y usuarios de drogas.

—¿Este último grupo es por contagio a través de inyecciones?

—No. El contagio por vía intravenosa no es un factor de contagio frecuente en Uruguay, porque el perfil de usuario de drogas en Uruguay no es ese, que es más común en, por ejemplo, países de Europa del este. Lo que ocurre es que cuando una persona se droga tiene la percepción de riesgo disminuida. Además, a veces se da que hay un intercambio: sexo por drogas.

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La vía de contagio a través de la sangre no es para nada común en Uruguay.
Foto: Canva.

—Respecto a que una de las poblaciones clave es la de hombres que tienen relaciones con hombres, ¿eso contribuye a una estigmatización de la colectividad gay como la que se daba en la década de 1980?

—Esa sería una pregunta para alguien de las disciplinas sociología o antropología. Lo que puedo decir es que en Uruguay, la mayoría de los casos de contagios se da entre hombres —más de la mitad de los contagios se dan entre estos—, mientras que en otras partes del mundo la relación es distinta, con países en los que hay más contagios entre mujeres y otros donde la relación es mitad-mitad. El estigma, creo, está dado por el hecho de que esta enfermedad está vinculada a las conductas, y específicamente a las conductas sexuales, lo cual trae aparejado connotaciones morales: “Se contagiaron porque algo habrán estado haciendo”.

Lo que sí ocurre, es que el riesgo de contagiarse en una relación anal es mayor que en una relación vaginal. También ocurre que hoy, al tratarse de una infección crónica con la que se puede convivir durante muchos años —si se adhiere al tratamiento, lo cual no siempre se da—, es que creo que la percepción de riesgo ha disminuido. Repito: tal vez no sea el más apropiado para hablar específicamente de esto, pero me parece que así como hay gente que hace “bungee jump”, también la hay que tiene relaciones sexuales sin protección. Tal vez haga falta erotizar más el uso del preservativo.

—Que por otra parte protege contra embarazos no deseados en relaciones heterosexuales.

—Y contra la transmisión de otras enfermedades. En Uruguay, por ejemplo, han aumentado significativamente los casos de sífilis.

—¿Imagina que habrá una cura definitiva para esta enfermedad?

—Sí, y como ya hemos comentado, se ha avanzado mucho. Hoy ya no se trata de una enfermedad terminal. La prevención PREP no solo es altamente eficaz, sino que también es —al menos en teoría— sencilla de adherir, ya que en muchos casos solo implica tomar una pastilla por día. Digo en teoría porque tampoco es que el o la paciente en todos los casos cumpla al pie de la letra con las indicaciones.

—¿Se trata de un método costoso?

—En ASSE es gratuito, mientras que algunas mutualistas lo recetan al costo de un ticket. Si uno lo tuviera que comprar en una farmacia sin ningún tipo de cobertura saldría entre $ 4.000 y $ 6.000.

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