Redacción El País
Hoy es el Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), procedimiento que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de las personas que sufren un paro cardíaco. Según la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, si los testigos presenciales inician rápidamente el masaje cardíaco, las chances de sobrevivir se duplican y, si además se utiliza un Desfibrilador Externo Automático (DEA), las posibilidades se elevan a más de un 50%.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Uruguay; en particular, la enfermedad cerebrovascular (ACV) y la enfermedad isquémica del corazón (infarto de miocardio). Además, la muerte súbita o paro cardíaco es generalmente de aparición repentina e inesperada, sin síntomas previos. Puede pasarle a cualquiera en cualquier lugar; por eso, es importante saber cómo reaccionar en caso de ser testigos.
La respuesta debería darse en este orden: reconocer rápidamente la situación, llamar inmediatamente a una emergencia, iniciar el masaje cardíaco, efectuar una desfibrilación automática (utilizar el DEA) y terminar con la asistencia de una emergencia móvil.
Resucitación cardíaca básica del adulto
Ante una pérdida de conocimiento, sacuda suavemente a la persona por los hombros. Pregunte con voz alta y clara si se encuentra bien. Si no responde, grite por ayuda y abra la vía respiratoria de la siguiente manera: extienda su cabeza hacia atrás, eleve ligeramente el mentón y evalúe si respira. Si lo hace, debe colocarlo en posición de recuperación. Si no, solicite a un testigo que llame a una emergencia móvil y pida un DEA. Comience de inmediato el masaje cardíaco.
Pero, ¿cómo? Coloque sus dos manos en el centro del pecho de la persona y mantenga los brazos verticales con los codos extendidos. Presione de forma ininterrumpida con una frecuencia de al menos 100 compresiones por minuto y no más de 120. Comprima el tórax de la persona al menos cinco centímetros y no más de seis, y luego permita que retorne a la posición inicial.
Si es posible, cada 2 minutos alterne con otra persona, pero procure minimizar las interrupciones. No se detenga hasta que llegue la ayuda médica. En cuanto al DEA, la aplicación ‘Cerca’ —disponible en App Store y Google Play— localiza los aparatos más cercanos a su ubicación.
Los pasos universales para el uso del DEA son: encenderlo, pegar los parches en el pecho de la persona y alejar a los testigos. Si indica shock, asegúrese que nadie toque a la víctima, presione el botón destellante y siga las indicaciones verbales del DEA. Si no indica shock, reinicie el masaje cardíaco. La información no suplanta el entrenamiento necesario con simuladores.
Salvar vidas de bebés, niños y adolescentes
Los bebés, niños y adolescentes también pueden presentar paro cardiorrespiratorio. Según el Ministerio de Salud Pública (MSP), en Uruguay fallecen 38 niños por año de manera brusca e inesperada durante su primer año de vida, y las medidas preventivas y acciones inmediatas de cuidadores pueden mejorar resultados.
En el caso de los bebés, el primer paso es reconocer la situación de paro. Si el bebé no respira, hay que estimularlo mediante palmadas en piernas y tórax. El segundo paso es pedir ayuda y activar el sistema de emergencias, y el tercero es iniciar el masaje cardíaco mientras aguarda al equipo médico. Coloque los dedos índice y mayor sobre el pecho del bebé, realice compresiones de hasta un tercio de la profundidad del tórax y permita que el tórax vuelva a su posición antes de la siguiente compresión para que sea efectivo.
A continuación, pase a las respiraciones artificiales. Coloque una mano sobre la frente del niño e incline levemente su cabeza hacia atrás. Coloque dos dedos de la otra mano sobre el mentón, levantándolo suavemente. Coloque su boca sobre la boca y nariz del niño de tal manera que queden selladas. Realice una espiración para que el aire entre por la boca y nariz y llegue a los pulmones. La maniobra es efectiva si el pecho del bebé se eleva.
Lo último es el ciclo de RCP: luego de 30 compresiones torácicas debe realizar dos respiraciones boca a boca y continuar con esta secuencia hasta que llegue la emergencia o el niño responda.
La diferencia con los niños más grandes es que, en estos casos, para el masaje cardíaco debe colocar el talón de la mano en el medio del pecho. En mayores de 8 años, hay que usar ambas manos entrelazadas. Y en el caso de la respiración artificial, en vez de colocar la boca sobre su boca y nariz, debe taparse la nariz del niño con los dedos índice y pulgar, y colocar la boca sobre la del niño.
En cuanto al DEA, Siempre que sea posible, utilice parches de desfibrilación pediátricos para lactantes y niños de hasta 8 años (si no hay, utilice los de adultos). En mayores de 8 años pueden utilizarse parches de adultos.
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