Redacción El Pais
La deficiencia de vitamina D suele estar ligada a problemas de salud que afectan su absorción y metabolismo. Conocer cómo detectarla y qué estrategias seguir para mejorar los niveles es fundamental para la salud ósea, el sistema inmunológico y el bienestar general.
Un mito: la falta de vitamina D por no tomar suficiente sol
La idea de que la deficiencia de vitamina D se debe solo a la falta de sol es simplista. Muchas veces el origen está en problemas digestivos como un intestino inflamado o un hígado irritado, que impiden que el cuerpo utilice correctamente esta vitamina.
Funciones clave de la vitamina D
La vitamina D es esencial para:
- Absorber calcio y mantener huesos fuertes, previniendo osteoporosis y osteomalacia.
- Regular el sistema inmunitario.
- Mantener la función muscular y la transmisión nerviosa.
- Proteger contra infecciones y enfermedades autoinmunes.
- Contribuir a la salud cerebral y posiblemente prevenir deterioro cognitivo y demencia.
Cuando la vitamina D es baja, pueden aparecer fatiga, dolor óseo, debilidad muscular e incluso mayor riesgo de infecciones.
Por qué no basta con el sol
La radiación ultravioleta B inicia la producción de vitamina D en la piel, pero para ser activa necesita transformarse en el hígado y en los riñones. Enfermedades hepáticas, renales, digestivas o incluso la obesidad pueden impedir este proceso, manteniendo niveles bajos incluso con buena exposición solar.
Trastornos que dificultan la absorción
- Enfermedades inflamatorias intestinales: Crohn, celiaquía, fibrosis quística.
- Afecciones hepáticas que bloquean la primera conversión de la vitamina.
- Insuficiencia renal, que impide la activación final.
- Edad avanzada, piel oscura, medicamentos y alto índice de masa corporal.
Síntomas y consecuencias de la deficiencia
- Adultos: fatiga, dolor óseo, debilidad muscular.
- Niños: raquitismo, calambres, retraso del crecimiento.
- Riesgos a largo plazo: osteoporosis, osteomalacia, fracturas, enfermedades autoinmunes, cardiovasculares, metabólicas y trastornos cognitivos.
La paradoja de los países soleados
En España, a pesar de abundante sol, hasta el 60% de los mayores de 65 años presenta déficit de vitamina D. Esto demuestra que el problema principal está en la absorción y metabolismo, no solo en la exposición solar.
Diagnóstico y tratamiento
- Análisis de sangre para medir 25-hidroxivitamina D.
- Suplementos de vitamina D2 o D3 según indicación médica.
- Alimentos ricos en vitamina D: pescados grasos (salmón, atún, caballa), champiñones, yema de huevo, hígado y productos fortificados.
Recomendaciones finales
La deficiencia de vitamina D exige un abordaje integral:
- Exposición moderada al sol.
- Dieta variada con alimentos ricos en vitamina D.
- Suplementación controlada por un médico.
- Seguimiento especial en personas mayores, pacientes con problemas digestivos, obesidad o enfermedades hepáticas y renales.
Mantener niveles adecuados de vitamina D es esencial para proteger los huesos, el sistema inmune y la salud general, más allá de la cantidad de sol que se reciba.
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