Redacción El País
Ver a tu perro comer pasto puede generar sorpresa o preocupación.
Pero lo cierto es que este comportamiento es bastante común y no necesariamente indica que algo grave esté pasando.
Según especialistas de la American Kennel Club (AKC), aunque algunos perros pueden sentirse mal y comer pasto para vaciar su estómago, muchos simplemente lo hacen porque están aburridos, les gusta o tienen algún déficit nutricional (como falta de fibra).
¿Qué razones hay detrás de este hábito?
Necesidad de fibra o digestión lenta: Aunque los perros no digieren bien el pasto, algunos especialistas señalan que podría funcionar como un material más duro para mover el sistema digestivo.
Aburrimiento o ansiedad: Cuando el perro no tiene suficiente estimulación física o mental, comer pasto puede ser una forma de ocupar su tiempo.
Instinto o gusto: También puede simplemente gustarle la textura, el sabor o la novedad del pasto. Algunos perros simplemente lo hacen porque les gusta.
Problemas de estómago o malestar: En ciertos casos, comer pasto puede preceder al vómito o a limpiar el estómago de algo que les molestaba. Pero no es la regla general.
¿Cuándo preocuparse?
El hecho aislado de que tu perro coma pasto no suele ser motivo de alarma. Pero considera consultar al veterinario si:
- Empieza a hacerlo de forma exagerada o con mucha frecuencia.
- Tras comer pasto vomita repetidamente, tiene diarrea o pérdida de apetito.
- El lugar donde come pasto podría estar tratado con pesticidas, fertilizantes o contener plantas tóxicas.
¿Qué hacer como dueño responsable?
- Asegúrate de que su dieta sea completa, equilibrada y tenga suficiente fibra si lo recomienda el veterinario.
- Proporciónale paseos regulares, juguetes o actividades que lo estimulen para evitar el aburrimiento.
- Supervisa los espacios donde come pasto: evita zonas con productos químicos o sin certeza de su seguridad.
Si el comportamiento cambia de forma repentina o aparece junto con otros síntomas, lleva al perro al veterinario.