Mantener los niveles de glucosa en sangre estables durante el climaterio y la menopausia es fundamental. Estos años pueden ser un desafío, con muchos cambios físicos y emocionales, pero con la información y los cuidados adecuados podés hacer que esta transición sea más llevadera.
Durante el climaterio y la menopausia el cuerpo experimenta una serie de cambios hormonales que pueden afectar el metabolismo y cómo procesás los alimentos. Uno de los aspectos más importantes a considerar es el nivel de glucosa en sangre ya que es la principal fuente de energía pero para que el cuerpo la utilice adecuadamente necesita estar en un rango estable.
Si tus niveles de glucosa fluctúan demasiado podes sentirte agotada, irritable y con dificultades para concentrarte. Además, puede llevar a un aumento de tu grasa abdominal. Es como si tu cuerpo estuviera en una montaña rusa de emociones y eso puede afectar seriamente tu calidad de vida.
Es común pensar que solo los niveles altos de glucosa son problemáticos, pero tenerlos demasiado bajos también puede ser peligroso. Normalmente a una subida muy repentina y elevada (pico) le sigue una bajada repentina y pronunciada.
Cuando la glucosa en sangre baja, podés experimentar síntomas como mareos, sudoración, palpitaciones y, en casos extremos, desmayos. Esto ocurre porque tu cuerpo no tiene suficiente combustible para funcionar correctamente.
En situaciones de hipoglucemia (niveles bajos de glucosa) tu cerebro, que depende en gran medida de la glucosa, puede verse afectado e incluso provocar confusión mental y otros síntomas cognitivos. Por eso es crucial prestar atención a los síntomas y no ignorar los signos de una baja de glucosa.
¿Qué ocurre cuando los niveles de glucosa en sangre suben demasiado? Tu cuerpo responde a este aumento liberando insulina, una hormona producida por tu páncreas.
La insulina actúa como una llave que permite que la glucosa entre en tus células para ser utilizada como energía. Sin embargo, cuando hay demasiada glucosa tu cuerpo necesita liberarla en mayor cantidad para manejar el exceso. Si esto sucede con frecuencia, tus células pueden volverse menos sensible a esta, un fenómeno conocido como resistencia a la insulina o insulino-resistencia.
Insulina
La resistencia a la insulina es un problema común en el climaterio y la menopausia. Es una condición en la que las células de tu cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, lo que significa que necesitas más cantidad de ella para ayudar a la glucosa a entrar en las células.
Durante el climaterio y la menopausia las mujeres son más propensas a desarrollar resistencia a la insulina debido a los cambios hormonales, especialmente la disminución de tus niveles de estrógenos. Los estrógenos juegan un papel crucial en la sensibilidad a la insulina y su disminución puede hacer que tus células sean menos eficientes en el uso de la misma. Esto puede llevar a un aumento de los niveles de glucosa en sangre y, eventualmente, al desarrollo de diabetes tipo 2. Además, la resistencia a la insulina está asociada con un mayor riesgo de acumular grasa abdominal. Esta, también denominada grasa visceral, es particularmente peligrosa porque se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones de salud.
Mantener niveles estables de glucosa y prevenir la resistencia a la insulina es crucial no solo para tu bienestar general sino también para reducir el riesgo de enfermedades graves.
Acción
Para mantener tu glucosa estable especialmente en climaterio y menopausia tenés que trabajar sí o sí en tres pilares: la alimentación específica, la gestión del estrés y el descanso, y la actividad física específica.
No sirve solo hacer cambios en tu alimentación, también debés trabajar los otros dos aspectos porque funcionan en sinergia.
El climaterio y la menopausia son etapas naturales de la vida que vienen con sus propios desafíos. La información correcta y un enfoque consciente en tu salud te permitirán navegar estos años de manera positiva y saludable. Mantener tus niveles de glucosa estables es una parte fundamental de este proceso porque afecta no solo tu bienestar físico, sino también tu estado de ánimo y energía.
Adoptar hábitos saludables, como una alimentación balanceada, ejercicio regular y el manejo del estrés, podrá reducir el riesgo de resistencia a la insulina, controlar la acumulación de grasa y ayudarte a disfrutar de una vida plena y saludable.
Cada pequeña acción cuenta y cuidar de vos misma es el mejor regalo que podes darte.
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