Redacción El País
La hipertensión arterial es un factor de riesgo clave para enfermedades graves como infartos, ACV o insuficiencia cardíaca. Aunque el control médico es fundamental, la alimentación también puede ser una gran aliada, y en este caso, una fruta que solemos tener siempre en casa podría marcar la diferencia: la banana.
Gracias a su alto contenido de potasio, este alimento actúa como un regulador natural de la presión arterial. El potasio ayuda a contrarrestar los efectos del sodio en el organismo, relajando las paredes de los vasos sanguíneos y favoreciendo una circulación más saludable. A esto se suma su aporte de magnesio, que también colabora en mantener la presión bajo control y en mejorar los niveles de azúcar en sangre.
Una banana mediana contiene aproximadamente 375 miligramos de potasio, lo que representa entre un 11% y un 16% de la recomendación diaria, según el sexo. Además, aporta casi el 10% de la fibra que necesita un adulto por día, lo que ayuda a mantener el colesterol en niveles adecuados y mejora la salud intestinal.
Mucho más que potasio
La banana no solo es buena para la presión arterial. También contiene leucocianidina, un flavonoide que protege la mucosa del estómago y que podría tener efectos positivos en la salud vascular. Y hay más: es rica en fibra, pectina y almidón resistente, sustancias que actúan como prebióticos y mejoran el funcionamiento del sistema digestivo.
Por otra parte, su consumo ayuda a regular el azúcar en sangre gracias a que modera la liberación de glucosa. Incluso hay estudios que indican que la pectina que contiene podría ayudar a prevenir el cáncer de colon. Y por si fuera poco, es una fuente natural de energía rápida y sostenida, ideal para quienes hacen ejercicio o necesitan un snack saludable entre comidas.
También tiene un rol importante en la salud mental y el sistema inmune. Aporta vitamina C y antioxidantes como la dopamina, que ayudan a combatir los radicales libres. Y su contenido de vitamina B6 colabora en la producción de neurotransmisores, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
Otros alimentos que ayudan a mantener la presión estable
Además de la banana, hay otros alimentos que pueden colaborar en el control de la presión arterial:
- Legumbres: lentejas, garbanzos y porotos son ricos en potasio, magnesio y fibra. Se recomienda consumirlos al menos 4 veces por semana.
- Semillas de cáñamo: ricas en omega-3, tienen un efecto antiinflamatorio y protector sobre las arterias. Dos cucharadas por día en batidos o ensaladas pueden marcar la diferencia.
- Alcauciles: por su efecto diurético y contenido en potasio, ayudan a eliminar líquidos y bajar la presión.
- Canela: ayuda a regular el azúcar en sangre y reduce la inflamación. Una pizca diaria en infusiones o postres es suficiente.
- Agua de coco: rica en potasio y magnesio, es hidratante y cardioprotectora. Un vaso al día puede ser beneficioso.
- Ajo y cebolla: el ajo tiene efecto vasodilatador y la cebolla mejora la circulación. Se recomienda consumirlos crudos o poco cocidos, todos los días.
La banana es un ejemplo claro de cómo un alimento común, fácil de conseguir y económico puede tener un gran impacto en la salud. Incorporarla como parte de una alimentación equilibrada es una forma sencilla y efectiva de cuidar el corazón.