Redacción El País
La sandía es una fruta dulce, refrescante y baja en calorías, perteneciente a la familia Cucurbitaceae. Su alto contenido de agua la convierte en una excelente fuente de hidratación, además de aportar nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes, lo que la hace especialmente beneficiosa para personas con hipertensión.
Esta fruta contiene L-citrulina, un aminoácido no esencial que participa en el ciclo de la urea, contribuyendo a eliminar amoníaco y desintoxicar el cuerpo. La L-citrulina favorece la flexibilidad de los vasos sanguíneos, permitiendo un mejor flujo de sangre.
Una vez en el organismo, la L-citrulina se convierte en L-arginina, lo que estimula la producción de óxido nítrico, compuesto que mejora la circulación y la salud cardiovascular. De acuerdo con ‘Medical News Today’, un estudio de 2012 mostró que el extracto de sandía ayudó a reducir la presión arterial en personas de mediana edad con obesidad e hipertensión temprana.
Los científicos concluyeron que tanto la L-citrulina como la L-arginina contribuyen a mejorar la función arterial, actuando como antioxidantes clave en la prevención de enfermedades del corazón. Estos compuestos, junto con el licopeno, beta-caroteno y vitamina C presentes en la sandía, ayudan a combatir el estrés oxidativo, reducen la inflamación y favorecen la salud cardiovascular.
A pesar de sus múltiples beneficios, es importante consumir sandía con moderación, especialmente en personas con diabetes, problemas renales o alergias.
En base a información de El Tiempo/GDA
-
El fruto seco que protege el corazón, previene enfermedades y ayuda a bajar la grasa corporal
Nuevo tipo de pareja abierta: qué son los vínculos DADT y en qué se diferencian de otros acuerdos no monógamos
Cómo preparar kombucha en casa, una bebida ideal para problemas digestivos: paso a paso y consejos de higiene