Redacción El País
Desde los primeros balbuceos hasta los primeros pasos, cada etapa es clave para la maduración motora, cognitiva y social. Conocer los hitos del desarrollo infantil mes a mes ayuda a los padres a identificar señales de alerta y a fomentar un crecimiento saludable.
0-3 meses: los primeros movimientos y descubrimientos
Durante los primeros tres meses, los bebés muestran movimientos espontáneos de brazos y piernas, aunque todavía sin coordinación completa. Hacia el segundo mes, la capacidad de levantar la cabeza y cuello mejora gracias al desarrollo del tono muscular, y al tercer mes ya pueden girar la cabeza hacia sonidos o estímulos visuales.
En el desarrollo sensorial, la vista evoluciona progresivamente: al nacer perciben luces y sombras, a los dos meses siguen objetos con la mirada y muestran preferencia por rostros humanos, y al tercer mes logran enfocar y seguir movimientos más complejos. Para estimularlos se recomienda:
- Mantener contacto visual frecuente
- Usar juguetes de alto contraste y colores intensos
- Colocar móviles sobre la cuna dentro del campo visual
- Ofrecer espejos seguros para que se observen
El oído también se desarrolla rápidamente, reconociendo voces familiares y reaccionando a sonidos fuertes. Desde los dos meses, el bebé comienza a emitir gorgoteos como respuesta auditiva.
En cuanto al sueño, los recién nacidos duermen entre 14 y 17 horas al día, en intervalos cortos, ya que aún no diferencian el día de la noche. Hacia los tres meses, algunos bebés consolidan tramos más largos de sueño nocturno.
4-6 meses: control postural y exploración
Entre los 4 y 6 meses, los bebés comienzan a sostener la cabeza con firmeza, impulsarse con los brazos y voltearse de la barriga hacia la espalda. Estos avances muestran un mayor control postural, preparando el terreno para sentarse con apoyo.
También surge un interés creciente por el entorno: intentan agarrar objetos con intención, sonríen, ríen y responden a estímulos sociales.
La introducción de alimentos sólidos suele recomendarse alrededor de los 6 meses, cuando el bebé mantiene la cabeza erguida, se sienta con apoyo, muestra interés por los alimentos y ha perdido el reflejo de empuje de la lengua. Se recomienda iniciar de forma gradual y segura con papillas o trocitos blandos.
7-9 meses: movilidad y motricidad fina
Durante esta etapa, los bebés logran sentarse sin apoyo, girar con facilidad, empezar a gatear e incluso ponerse de pie con ayuda. La motricidad fina mejora: agarran objetos con precisión, transfieren de una mano a otra y exploran con juguetes.
El desarrollo social y sensorial se intensifica: responden a su nombre, imitan gestos y sonidos, y muestran preferencias por ciertos juguetes o actividades. El juego se convierte en la principal herramienta de aprendizaje, estimulando la coordinación, la motricidad y los sentidos.
La seguridad en el hogar es fundamental: colocar barreras en escaleras, cubrir enchufes, asegurar muebles y mantener objetos peligrosos fuera del alcance del bebé.
10-12 meses: primeros pasos y palabras
Entre los 12 y 15 meses, los bebés suelen caminar por primera vez, aunque el rango puede variar entre los 9 y 18 meses. Lo importante es que hayan pasado por etapas previas como el gateo, que fortalece equilibrio, coordinación y seguridad. Caminar descalzo en casa ayuda a mejorar la pisada, mientras que los zapatos se reservan para exteriores.
En el plano cognitivo y comunicativo, los bebés pronuncian de 1 a 3 palabras con intención y se comunican mediante gestos y balbuceos. También comienza el juego simbólico, que impulsa el lenguaje, la creatividad y la resolución de problemas. Objetos simples como muñecos, bloques o tazas permiten estimular su imaginación y coordinación mientras los padres participan activamente.
Señales de alerta durante el primer año
Los padres deben consultar con el pediatra si observan:
- No sostener la cabeza firmemente después de los 4 meses
- No sentarse sin apoyo hacia los 9 meses
- No balbucear ni responder a sonidos
- Falta de interés por personas u objetos
- No usar las manos para agarrar
- Ausencia de contacto visual o sonrisa social
- No intentar ponerse de pie cerca del año
- Tono muscular anormal (muy rígido o muy flácido)
Recomendaciones generales para padres
- Responder a las señales del bebé con contacto corporal y tiempo de calidad
- Estimular con actividades sencillas: hablar, cantar, jugar con objetos seguros
- Evitar la sobreestimulación, observando signos de cansancio o saturación
- Confiar en el instinto parental y la observación constante
- Mantener visitas pediátricas periódicas y documentar cualquier duda para facilitar la evaluación
En base a El Comercio, GDA
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