La escoliosis, enfermedad de la columna vertebral,afecta aproximadamente al 2,5% de la población de Uruguay y según da cuenta el traumatólogo Santiago Lasa, dentro de ese grupo los más afectados son los adolescentes. A su vez, dentro de ese subgrupo, es una enfermedad más femenina que masculina (por cada caso de escoliosis en un varón, hay aproximadamente cuatro casos en mujeres)
La escoliosis es una deformidad de la columna vertebral que provoca una curvatura lateral anormal. Se clasifica según su causa, edad de aparición y gravedad y hay cuatro tipos: idiopática (la gran mayoría de los casos), congénita, neuromuscular (está asociada a enfermedades como parálisis cerebral, espina bífida o distrofias musculares) y degenerativa.
Cada mes de junio se celebra el mes de la escoliosis, con miras a dar a conocer sobre esta afección. En Uruguay, además, se da la paradoja de que el conocimiento especializado sobre esta enfermedad es vasto y —al mismo tiempo— la conciencia pública sobre la escolisios es, comparación, poca.
“Uruguay cuenta con muy buenos especialistas en el tratamiento de la escoliosis, tiene profesionales con mucha trayectoria”, dice Lasa pero también sostiene que no existe demasiada conciencia a nivel de la población (entre otras razones, porque no hay campañas masivas de concientización pública).
Como en los casos de otras enfermedades, se trata de un desafío importante para las políticas de salud pública, dado que la detección temprana de la escoliosis es beneficiosa para el tratamiento de esta. Detectarla, además, no representa un esfuerzo complicado o costoso por parte de personal capacitado. “No es difícil, conocí a un médico que solo con mirar a los niños podía detectar quién tenía escoliosis y quién no”. Lasa también recuerda que años ha, existía un examen que personal médico realizaba rutinariamente para diagnosticar la enfermedad, pero que esa tradición se perdió.
Los tratamientos para la escoliosis son —generalmente— tres: ejercicios fisioterapéuticos, corsets especiales o, cuando se trata de casos graves, intervenciones quirúrgicas. De acuerdo a Lasa, la cirugía es el último recurso, y siempre se trata de evitar.
Los ejercicios que se recomiendan hacer son específicos para cada paciente, y dependen de la forma en la que la columna se haya desviado. Esas rutinas pueden ser recetadas por sí solas, pero a menudo se combinan con el uso de un corset especial.
En los últimos tiempos ha habido un avance importante en ese rubro, ya que desde hace algo más de una década existe un “corset asimétrico GBW”, que también se usa en Uruguay.
Dicho corset se diseña y fabrica para contrarrestar específicamente la curvatura de la columna y aplica presión en zonas estratégicas, a la vez que deja cierto espacio de expansión para redirigir el crecimiento físico en niños o adolescentes. “Este tipo de corsets alcanza tasas muy alta de efectividad”.
Lasa también menciona que además hay un tratamiento aún más reciente y al que él adhiere, junto a Gabriel Darricarrère (fisiatra y presidente de la Sociedad Uruguaya de Rehabilitación y Medicina Física): el método Schroth Best Practice, o SBP. En la actualidad, es uno de los tratamientos más innovadores y Uruguay es el primer país de América Latina en el cual este se empieza a aplicar. El método se basa en una serie de ejercicios personalizados que buscan restaurar la simetría muscular, mejorar la postura y aumentar la conciencia corporal
Además, en muchos casos incluye la elaboración de una férula ortopédica (dispositivo que inmoviliza y estabiliza una parte del cuerpo) hecha a medida y que puede complementars con el uso de un corset. Uno de los pilares del método es la “respiración consciente”, que contribuye a corregir la asimetría corporal. El SBP de un tratamiento individualizado, adaptado a las características específicas de cada paciente según el tipo y la gravedad de su escoliosis.
—¿Cuál es el criterio para recomendar una intervención quirúrgica?
-Antes de seguir, aclaro que hasta ahora me he referido a la escoliosis idiopática, que es la más común, y dentro de ella la escoliosis idiopática del adolescente. La idiopática es un enigma: no se sabe por qué aparece, ni por qué progresa. También aclaro que las cirugías de columna no son mi especialidad, y no quiero pecar de atrevido. Pero tradicionalmente, se habla de que cuando la curvatura de la columna supera los 45 grados, ahí se empieza a hablar de una cirugía. Cuando es menor a 45 grados, se aplica lo que se denomina “tratamiento conservador”.
No hay cura para la escoliosis, pero Lasa remarca que es posible tener una buena calidad de vida en muchos de los casos gracias a los tratamientos existentes, y que cuanto antes se detecte, más probable es el éxito para el o la paciente.
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