Redaccion El País
Durante siglos, el cardamomo ha sido valorado en Oriente por su aroma intenso y sus propiedades digestivas. Pero ahora, esta especia podría sumar un nuevo atributo: la capacidad de reforzar las defensas del organismo frente a los virus.
Investigadores de la Universidad Shinshu, en Japón, en colaboración con la empresa S&B Foods Inc., hallaron que el extracto de semilla de cardamomo —y su principal componente bioactivo, el 1,8-cineol— estimula la producción de interferones tipo I, proteínas que actúan como una primera línea de defensa contra las infecciones virales.
El trabajo, publicado en la revista científica Foods, fue liderado por el doctorando Abdullah Al Sufian Shuvo junto a Masahiro Kassai y el doctor Takeshi Kawahara, quienes llevan años investigando ingredientes naturales con posibles efectos preventivos frente a virus respiratorios.
Cómo actúa el cardamomo sobre las defensas
El equipo japonés realizó experimentos con células pulmonares humanas (A549) tratadas con extracto de cardamomo. Luego simularon una infección viral para observar la respuesta celular. Los resultados mostraron que tanto el extracto como el 1,8-cineol activan los sensores intracelulares que reconocen fragmentos de ADN o ARN virales, desencadenando la producción de citoquinas inmunitarias.
Entre estas moléculas, los interferones tipo I juegan un rol crucial: alertan a las células vecinas y limitan la propagación del virus. Según los autores, esta activación sugiere que el cardamomo podría reforzar de forma natural la respuesta antiviral del organismo, sin necesidad de recurrir a fármacos.
De las tradiciones antiguas al laboratorio
El cardamomo, originario de India y Sri Lanka, es una planta de la especie Elettaria cardamomum. Se usa tradicionalmente en infusiones, postres y platos salados, así como en mezclas aromáticas como el té chai. Pero hasta ahora, su potencial como agente antiviral no había sido descrito con tanto detalle.
El nuevo estudio amplía los hallazgos de una investigación previa del mismo grupo, que ya había observado un efecto preventivo frente al virus de la influenza. En esta oportunidad, los científicos lograron identificar el mecanismo biológico detrás del fenómeno, vinculando el efecto con la activación de los sensores intracelulares responsables de detectar la presencia de virus.
Un futuro prometedor para la medicina natural
Aunque aún faltan ensayos clínicos en humanos que confirmen la eficacia del cardamomo en la prevención o el tratamiento de infecciones, el estudio refuerza el creciente interés científico por los compuestos bioactivos de origen vegetal.
El doctor Kawahara explicó en declaraciones al medio universitario que el objetivo es “seguir explorando ingredientes naturales con potencial preventivo”, destacando que la pandemia global impulsó la búsqueda de alternativas que puedan fortalecer el sistema inmune a través de la alimentación.
Así, la especia que durante siglos aromatizó cafés, curris y postres podría transformarse, en el futuro, en una aliada inesperada de la salud inmunológica, recordando que muchas de las soluciones del mañana pueden encontrarse en los remedios del pasado.
En base a El Tiempo/GDA