Dormir poco tiene el mismo efecto que el alcohol: "Cuatro horas es como tomar seis cervezas"

La psicóloga Nuria Roure advierte sobre el grave impacto de la privación de sueño en la atención y concentración, un déficit que aumenta el riesgo de accidentes y el desarrollo de enfermedades crónicas.

Mujer con problemas para dormir
Mujer con problemas para dormir
Foto: Freepik

Redacción El País
La falta de sueñoLa falta de sueño se ha convertido en una preocupación sanitaria de primer orden, y las advertencias de los expertos son cada vez más claras y directas. La psicóloga Nuria Roure, especialista en trastornos del sueño, puso en la mesa una comparación impactante: estar despierto más de 20 horas seguidas deja a una persona con un nivel de atención y concentración similar al que tendría tras haber consumido unas seis cervezas. En un país como el nuestro, donde la cultura del "esfuerzo" a costa del descanso sigue muy arraigada, esta revelación debería encender todas las alarmas.

El ritmo de vida acelerado, las largas jornadas laborales y el uso constante de las pantallas han generado un entorno donde "dormir" es visto, increíblemente, como una pérdida de tiempo. Roure, autora del libro 'Por fin duermo', insiste en que al sueño hay que darle la misma, o incluso más importancia, que al ejercicio, la alimentación o el equilibrio emocional. Si bien no hay cifras locales recientes, la Sociedad Española del Sueño indica que los españoles duermen una media de seis horas, muy lejos de las siete u ocho horas recomendadas por la comunidad científica.

Consecuencias para la salud: del cerebro al sistema inmune

El deterioro cognitivo que provoca el desvelo no es poca cosa. Va más allá de sentirse desconcentrado o con poca capacidad de reacción. La falta de descanso aumenta de forma significativa el riesgo de accidentes, tanto en la calle como en el trabajo.

mujer en la cama mirando el despertador
Mujer en la cama mirando el despertador
Foto: AFP

Durante la etapa de sueño profundo, el cerebro no solo consolida los recuerdos y regula las emociones, sino que también realiza procesos de "limpieza" esenciales para la salud neurológica. Si la privación se vuelve crónica, los riesgos se disparan: se asocia a mayor incidencia de hipertensión, diabetes, obesidad y diversas enfermedades cardiovasculares. A su vez, el sistema inmunológico se debilita, dejando al organismo más vulnerable a enfermedades.

El problema de los jóvenes y cuatro pautas para "arrancar" bien

Los especialistas uruguayos coinciden con Roure en que el problema arranca cada vez más temprano. Los adolescentes, que necesitan cerca de nueve horas de sueño nocturno para su correcto desarrollo neurológico y emocional, suelen acostarse tarde y deben madrugar para ir al liceo o la universidad, acumulando una deuda que afecta directamente su salud y rendimiento académico.

Insomnio, ansiedad
Hombre angustiado y ansioso no puede dormir.
Foto: Freepik.

Para comenzar a mejorar la higiene del sueño, la experta nos deja cuatro pautas básicas que son fundamentales:

  • Rutina: Mantener horarios estables para acostarse y levantarse, incluso durante los fines de semana.
  • Estimulantes: Evitar la cafeína después de las cuatro de la tarde y las cenas pesadas antes de dormir.
  • Preocupaciones: Intentar manejar el estrés y las inquietudes antes de ir a la cama, dedicando un momento durante la tarde para "bajar" las revoluciones.
  • Smartphone: La luz de las pantallas activa el cerebro, por lo que su uso justo antes de dormir es el peor enemigo del descanso reparador.

En base a El Tiempo/GDA

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