Redacción El País
Las fiestas de fin de año pueden ser una amenaza silenciosa para el corazón. Lejos de ser una época únicamente de celebración, diciembre registra un pico preocupante de emergencias cardíacas debido a los excesos, el estrés y el abandono de los hábitos saludables.
¿Por qué aumentan los problemas del corazón en Navidad?
Los especialistas en cardiología identifican un cóctel de factores de riesgo que convergen en estas semanas:
1. Excesos en la comida y la bebida: Los platos navideños, altos en grasas, sal y azúcar, elevan la presión arterial y los triglicéridos. El consumo de alcohol en exceso puede provocar arritmias y deshidratación.
2. Estrés emocional: Contrario a la creencia, diciembre genera una gran carga emocional (preparativos, reuniones, cierres laborales) que incrementa el cortisol, acelerando el ritmo cardíaco y la presión arterial.
3. Suspensión de medicamentos: Los cambios de rutina llevan a muchos pacientes a olvidar o interrumpir sus tratamientos, un riesgo grave para personas con hipertensión, insuficiencia cardíaca o antecedentes de infarto.
4. Sedentarismo: La actividad física suele reducirse drásticamente, afectando la salud cardiovascular.
Señales de alarma: Síntomas que requieren atención URGENTE
Ante cualquier de estos síntomas, se debe buscar ayuda médica inmediata:
· Dolor en el pecho que se irradia al brazo, espalda o mandíbula.
· Falta de aire o dificultad para respirar.
· Sudor frío, náuseas o mareos repentinos.
· Palpitaciones fuertes o sensación de ansiedad extrema.
· Malestar intenso en la parte superior del abdomen.
Recomendaciones de los expertos para un corazón sano en Navidad
La cardiología ofrece estas claves para un cuidado del corazón efectivo:
· Moderación en la mesa: Controlar las porciones, elegir preparaciones más ligeras e incluir ingredientes frescos. Evitar los excesos es la regla de oro.
· Hidratación y alcohol con cautela: Limitar el consumo de alcohol y preferir agua. La hidratación es fundamental.
· Nunca abandonar la medicación: Mantener estrictamente el tratamiento médico prescrito, incluso durante viajes y celebraciones.
· Moverse es esencial: Realizar al menos 20-30 minutos de caminata diaria para contrarrestar el sedentarismo.
· Gestionar el estrés: Incorporar pausas activas, técnicas de respiración y asegurar un descanso adecuado.
· Actuar sin demora: Ante la mínima señal de alarma, acudir de inmediato a un servicio de urgencias.
Con prevención y conciencia, es posible disfrutar de las celebraciones navideñas sin poner en riesgo la salud cardiovascular. La clave está en el equilibrio y no bajar la guardia con los hábitos que protegen nuestro corazón.
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