La Nación/GDA
La sonrisa es uno de los gestos que más resalta en el rostro de las personas, por lo que tener los dientes blancos y saludables es importante, primero, para gozar de una correcta salud bucal, y luego, para causar una buena impresión en cualquier intercambio social.
Con el tiempo, es común que los dientes adquieran un tono amarillento debido a diversos factores. Afortunadamente, existen maneras efectivas de prevenir este cambio de tono y mantener una sonrisa radiante.
En esta nota encontrarás sugerencias para saber cómo evitar el color amarillento en los dientes.

¿Por qué los dientes se vuelven amarillos?
El color amarillento en los dientes puede deberse a varios motivos:
- Hábitos alimenticios: bebidas como el café, el té, el vino tinto y alimentos como los frutos rojos o las salsas muy pigmentadas pueden manchar el esmalte dental con el tiempo.
- Hábitos de higiene oral: una higiene bucal inadecuada puede permitir que la placa y el sarro se acumulen, lo que da lugar a manchas.
- Fumar: la nicotina y el alquitrán presentes en los cigarrillos provocan manchas amarillas difíciles de eliminar.
- Envejecimiento: con la edad, el esmalte dental se desgasta, exponiendo la dentina, que tiene un color natural más amarillo.
- Genética: algunas personas tienen dientes naturalmente más amarillos debido a su composición genética.
Consejos para prevenir el color amarillento
Aunque algunos factores, como la genética o el envejecimiento, no pueden evitarse, existen medidas prácticas que pueden tomarse para prevenir la aparición de manchas amarillas en los dientes:
- Mantener una rutina de higiene bucal adecuada
- Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y un dentífrico con flúor. Considerar también utilizar pastas dentales blanqueadoras que sean seguras para el esmalte.
- Usar hilo dental diariamente para eliminar restos de comida y placa en las zonas de difícil acceso.

- Completar la rutina con un enjuague bucal antibacteriano que reduzca las manchas y proteja el esmalte.
- Tratar de limitar el consumo de café, té, vino tinto y refrescos oscuros. Si se consumen estas bebidas, usar un sorbete para minimizar el contacto directo con los dientes.
- Enjuagar la boca con agua después de comer alimentos pigmentados.
- Dejar de fumar.
- Realizar limpiezas dentales profesionales cada seis meses para eliminar la acumulación de sarro y manchas superficiales. Consultar sobre tratamientos de blanqueamiento dental si deseas mejorar el color de tus dientes de manera más rápida y efectiva.
- Evitar el uso excesivo de productos caseros. Aunque los remedios caseros como el bicarbonato de sodio o el limón pueden parecer efectivos, su uso excesivo puede desgastar el esmalte y dañar los dientes. Por eso, siempre es recomendable consultar a un profesional antes de probar métodos alternativos.
Adoptar los hábitos mencionados más arriba no solo ayuda a prevenir el color amarillento, sino que también mejora la salud bucal general. Recordar que unos dientes sanos y blancos no son solo una cuestión de estética, sino también de bienestar. Una sonrisa brillante refleja confianza y salud.