Cómo bajar el cortisol rápido de forma natural: 5 hábitos caseros que ayudan a controlar el estrés

Redacción El País
El cortisol es una hormona que cumple un rol fundamental en el cuerpo humano. Se produce en la corteza de las glándulas suprarrenales y luego circula por la sangre, actuando en distintos tejidos y órganos. Aunque su presencia es necesaria para el buen funcionamiento del organismo, cuando sus niveles se mantienen elevados durante mucho tiempo puede generar desequilibrios importantes.

La medición de cortisol en sangre, orina o saliva permite detectar trastornos relacionados con el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. Por eso, cuando aparecen síntomas como agotamiento persistente, debilidad muscular, cambios bruscos en el peso o presión alta, muchos médicos solicitan este análisis como parte del diagnóstico.

Esta hormona interviene en procesos esenciales para el cuerpo. Entre sus funciones principales están:

• El desarrollo durante la gestación.
• El control de la presión arterial.
• La regulación del sueño y la vigilia.
• La respuesta del cuerpo ante situaciones de estrés.
• La acción antiinflamatoria natural.
• El equilibrio de los niveles de azúcar en sangre.
• El metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas.

Por lo general, el cortisol alcanza su punto más alto al despertar y va bajando a lo largo del día. Su producción está regulada por un sistema complejo que involucra el hipotálamo, la glándula pituitaria y las suprarrenales.

Si bien es una hormona que nos ayuda a reaccionar ante situaciones amenazantes, niveles crónicamente altos pueden afectar el bienestar físico y emocional. Por eso, cada vez más personas buscan formas naturales de reducirlo. Acá te compartimos cinco estrategias recomendadas por expertos:

El descanso nocturno de calidad es clave. Durante el sueño profundo, el cuerpo libera melatonina y serotonina, dos sustancias que ayudan a calmar el sistema nervioso y mantener a raya el cortisol. Intentá acostarte y levantarte a la misma hora todos los días y evitá pantallas antes de dormir.

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Hacer ejercicio de forma constante, sobre todo en intensidad moderada, contribuye a equilibrar las hormonas del estrés. Además, mejora el estado de ánimo y genera sensación de bienestar. Caminatas, natación, bicicleta o incluso baile, todo suma.

Las relaciones sanas con amigos, familia o comunidad tienen un impacto directo sobre el estrés. Pasar tiempo con personas queridas estimula la oxitocina, conocida como “la hormona del afecto”, que neutraliza algunos efectos del cortisol.

No se trata de eliminarlo por completo, sino de manejarlo mejor. La meditación, el yoga, la respiración consciente o incluso una buena terapia psicológica pueden ser herramientas valiosas para frenar el círculo vicioso del estrés crónico.

La alimentación tiene una influencia directa en el sistema hormonal. Una dieta variada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y baja en ultraprocesados ayuda a mantener los niveles de cortisol en equilibrio. También es importante evitar los picos de azúcar y las bebidas estimulantes en exceso.

Reducir el cortisol de forma natural no requiere soluciones mágicas, sino adoptar hábitos sostenibles que promuevan el equilibrio físico y emocional. Dormir bien, alimentarse de forma consciente, moverse y conectar con otros son pilares fundamentales para mantener el estrés bajo control.