Científicos descubren que la forma en la que respiramos puede decir mucho sobre nosotros mismos

Un estudio reciente reveló que la forma en que respiramos podría ofrecer mucho más que oxígeno al cuerpo: también proporciona información única sobre nuestra identidad y condición física y mental. Investigadores lograron identificar personas con un 96,8 % de precisión basándose únicamente en su respiración, lo que podría abrir nuevas posibilidades en medicina y tecnología biométrica.

La conexión entre cerebro y respiración llevó a los científicos a preguntarse si el carácter único del cerebro humano también podría reflejarse en el modo de respirar de cada persona. Para evaluar esa hipótesis, desarrollaron un dispositivo capaz de registrar el flujo de aire nasal de forma continua durante 24 horas.

A diferencia de las pruebas respiratorias tradicionales, que suelen durar entre uno y veinte minutos y están enfocadas en evaluar la función pulmonar o detectar enfermedades específicas, este sistema capta patrones más sutiles al recolectar datos en tiempo real a lo largo de un día completo.

Los hallazgos, publicados en la revista Current Biology, surgieron tras monitorear a un grupo de cien adultos jóvenes sanos que llevaron el dispositivo mientras realizaban sus actividades cotidianas. Gracias a la información recolectada, los investigadores lograron identificar a los participantes únicamente mediante sus patrones respiratorios, alcanzando un alto grado de precisión.

Ese nivel de exactitud permaneció constante a lo largo de distintas pruebas realizadas durante un periodo de dos años, y los resultados fueron comparables con la precisión de algunas tecnologías de reconocimiento por voz.

Foto: Freepik.

Timna Soroka, autora del estudio y miembro del Instituto Weizmann de Ciencias, expresó su sorpresa frente a los resultados: “Pensé que sería muy difícil identificar a alguien porque todos hacen cosas diferentes, como correr, estudiar o descansar, pero resulta que sus patrones de respiración eran notablemente distintos”.

Más allá de la identificación individual, el análisis reveló una relación entre las marcas respiratorias y diferentes aspectos del bienestar. En los datos se observaron correlaciones con el índice de masa corporal, los ciclos de sueño-vigilia, los niveles de ansiedad y depresión, así como con rasgos conductuales.

Las personas con mayores puntuaciones en cuestionarios de ansiedad mostraban inhalaciones más cortas. Además, presentaban una mayor variabilidad en las pausas entre respiraciones durante las horas de sueño.

Para los investigadores, los resultados evidencian que el monitoreo prolongado del flujo nasal no solo sirve como herramienta de identificación, sino también como un posible indicador del estado emocional y físico.

EFE