"Cuando empezamos a usarlo nos explotó la cabeza”. Palabras del gastroenterólogo y endoscopista Asadur Tchekmedyian al referirse a la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) a la cápsula endoscópica, una moderna técnica diagnóstica que permite observar el interior del intestino delgado.
“Es una tecnología que está revolucionando la manera de detectar enfermedades del intestino delgado”, agregó el profesional que, junto a su colega Pablo Machado, son los únicos que por el momento aplican este avance en Uruguay desde su trabajo en la Asociación Española.
La cápsula endoscópica es una técnica que ya se usa desde hace años, lo que cambió es que ahora se le sumó la IA para reducir posibles errores humanos en la lectura, disminuir la cantidad de imágenes que es necesario analizar y aumentar el porcentaje de detección de enfermedades.
“En el procedimiento anterior la lectura no dejaba de ser engorrosa porque tenías que mirar la pantalla todo el tiempo. Y somos humanos, por más que le pongas todo el empeño, podés pestañear, podés tener una distracción, podés tener una eventualidad, dejás de mirar la pantalla un segundo y en ese segundo se te pasó un cuadro”, señaló Tchekmedyian a El País.
Lo que hace este sistema es tomar miles de imágenes y juntarlas en una secuencia de video.
“Para que tengan una idea, un estudio normal de cápsula saca entre 50.000 y 70.000 fotos, y de repente la lesión está en una sola de esas fotos. Entonces uno tiene que ver un video de una hora y media de imágenes que son muy repetitivas, para de repente diagnosticar una lesión que está en una sola foto”, explicó Machado.
Lo que posibilita la IA es separar todas las imágenes redundantes y muestra solamente las imágenes patológicas. “Eso hace que de las 70.000 fotos te queden solo unas pocas y el video pasa a tener 5 minutos, que es el promedio”, destacó el endoscopista.
Este sistema ofrece 99% de sensibilidad para identificar anomalías en el intestino delgado versus 74,5% en la lectura manual tradicional; alcanza una sensibilidad del 99,9% por lesión, mejorando la exactitud del diagnóstico y reduciendo errores, e incrementa en un 16,4% la detección total de lesiones frente al método convencional.
¿Existe el riesgo de que la IA no lea una imagen? Al ser la única cápsula aprobada por la FDA, se tiene la seguridad de que pasó por todos los estudios científicos necesarios para avalar que lo que dice el software es real.
Otra gran diferencia con el sistema anterior es que ya no se tienen que pegar los electrodos en la piel del paciente, corriendo el riesgo de que por sudor o por un movimiento brusco se despeguen, sino que se utiliza un chaleco por encima de la ropa con el que el paciente puede seguir haciendo las actividades cotidianas durante el día que dura la medición (ver recuadro).
Según Machado, la cápsula endoscópica es un procedimiento indicado para pacientes con anemia, sobre todo por pérdida de hierro, a los que no se les encuentra la causa. También en pacientes que han tenido una hemorragia digestiva sin causa conocida, pacientes celíacos que siguen con síntomas a pesar de realizar una dieta libre de gluten, y pacientes con dolor abdominal o aquellos a los que se les buscan pólipos.
Transición
La cápsula endoscópica con IA comenzó a utilizarse en Uruguay el pasado 10 de noviembre. Tanto Tchekmedyan como Manchado se capacitaron en el exterior para su aplicación y actualmente exponen sobre su empleo en otros países, además de recibir a profesionales locales interesados en incorporarla.
“Nos han llamado otros tres equipos locales que quieren empezar con lo mismo. Así que estamos hablando con ellos para ver cómo sumamos esfuerzos”, comentó Tchekmedyian. “Nuestro objetivo es sumar más experiencia, más capacitación. Estamos armando un grupo fuerte de trabajo”, añadió.
La cápsula anterior quedó guardada, pero siempre está ahí por cualquier eventualidad. “Si tenés las dos opciones, no tiene sentido utilizar una tecnología que quedó totalmente obsoleta”, apuntó el endoscopista.
Acceso
La cápsula endoscópica, con o sin IA, no forma parte del PIAS (Plan Integral de Atención en Salud). “Es un tema filosófico muy complejo el de la accesibilidad y cómo se debe manejar. Hay que tener presente que en Uruguay tenemos muchísima cosa que está cubierta, algo que no pasa en países que tienen toda la tecnología del mundo”, reconoció Tchekmedyian.
De todas formas destacó que su intención es poner este método al alcance de todo aquel que lo quiera contratar porque su objetivo no pasa por un interés económico. En tal sentido han hecho todos los esfuerzos posibles para reducir su costo al mínimo posible teniendo presente los gastos que insume esta tecnología.
“Lo cobramos US$ 1.600. La cápsula, que es el dispositivo que se desecha, vale más de US$ 1.000. Hay que amortizar la inversión del equipamiento y el desgaste de los chalecos. Y obviamente el tiempo de lectura y elaboración del informe hay que pagarlo también”, explicó el especialista.
Machado, por su parte, remarcó que asumen el compromiso de tener el informe pronto en 24 horas como máximo. “Es un enorme diferencial con otros servicios que de repente demoran 7 o 10 días en entregarlo”, aseguró.
Además señaló que a todos los pacientes que se les aplica la cápsula, luego se les hace un seguimiento en policlínica y se les asegura continuidad asistencial. Su colega agregó que incluso les comparten sus números de teléfono particulares por cualquier inquietud que pueda surgir.
Aclararon que esta técnica está disponible no solo para los socios de la Asociación Española, sino que también pueden hacer uso de ella todos aquellos que así lo deseen.
Tchekmedyian remarcó que “desde el punto de vista de lo que es la lectura de este tipo de procedimientos, el avance es tan revolucionario que es como cuando pasamos de la endoscopía a través de la fibra, mirando una sola persona por un orificio, a usar el video. Es una nueva era en el diagnóstico intestinal”.
Una técnica ambulatoria mejorada por la IA
Generalmente se cita al paciente a las 8 de la mañana, ingiere la cápsula con un vaso con agua, se coloca el chaleco y retorna a sus actividades normales. A las 5 de la tarde vuelve al servicio, se le retira el chaleco y está pronto. La cápsula es completamente descartable, se expulsa por el inodoro. Contiene una cámara de alta resolución y sensores que toman miles de imágenes mientras recorre el tubo digestivo y las envía de forma inalámbrica a un pequeño dispositivo que el paciente lleva consigo. Dichas imágenes se procesan con un sistema de Inteligencia Artificial (IA) entrenado para detectar lesiones, inflamaciones, úlceras, pólipos y otras anomalías. La IA elabora un informe automático con las zonas sospechosas y su ubicación exacta, facilitando el trabajo del equipo médico. Luego el médico revisa las imágenes y el informe para confirmar el diagnóstico.
Primer uruguayo en presidir OMED
En 2026, Asadur Tchekmedyian se transformará en el primer uruguayo en asumir la presidencia de la Organización Mundial de Endoscopía Digestiva. Hasta entonces actuó como presidente electo; ahora será presidente en ejercicio. “En OMED se promueve la capacitación y mantener a las sociedades de endoscopía y a los endoscopistas unidos para tratar de unificar los criterios de diagnóstico y las formas terapéuticas”, destacó.