Caldo de gallina: 7 enfermedades que se pueden prevenir si tomás esta tradicional sopa

Está cargada de vitaminas, minerales, proteínas y colágeno, todos nutrientes quue ayudan a fortalecer el organismo y prevenir varias enfermedades comunes.

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Redacción El País
El caldo de gallina es una de las sopas más tradicionales y queridas. Presente en restaurantes y hogares, es especialmente popular durante los meses más fríos, cuando las temperaturas bajan considerablemente. El frío extremo puede agravar enfermedades respiratorias y debilitar el sistema inmunológico, lo cual hace que muchas personas recurran a alimentos calientes y nutritivos como este caldo.

De hecho, se recomienda consumir sopas calientes, infusiones y alimentos ricos en nutrientes para prevenir enfermedades respiratorias y mantener el cuerpo hidratado durante el invierno. Pero el caldo de gallina no solo calienta el cuerpo: también es una sopa cargada de vitaminas, minerales, proteínas y colágeno, que ayudan a fortalecer el organismo y prevenir una serie de enfermedades comunes.

7 enfermedades que se pueden prevenir al tomar esta sopa

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Resfríos y gripes
El caldo de gallina tiene un efecto antiinflamatorio natural. Gracias a sus aminoácidos, como la cisteína, ayuda a despejar las vías respiratorias y a fluidificar las secreciones nasales. Consumido al primer signo de resfrío o como prevención, ayuda al cuerpo a enfrentar infecciones virales leves.

Anemia
Al prepararse con gallina, huevo y vegetales, esta sopa aporta hierro, vitamina B12 y ácido fólico, nutrientes esenciales para la formación de glóbulos rojos. Estos componentes ayudan a prevenir la anemia por deficiencia nutricional, especialmente en mujeres embarazadas, niños y personas mayores.

Osteoporosis
Cocinado lentamente con huesos de gallina, el caldo libera colágeno, calcio, magnesio y fósforo, minerales que fortalecen los huesos y previenen la pérdida de densidad ósea. Es ideal para personas mayores o mujeres en etapa de menopausia.

Artritis
El colágeno y los aminoácidos del caldo tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar el dolor en las articulaciones. Consumido con frecuencia, puede contribuir a prevenir o reducir los síntomas de enfermedades como la osteoartritis o la artritis reumatoide.

Problemas digestivos
La gelatina natural que se obtiene al hervir los huesos de la gallina favorece la salud intestinal, aliviando malestares como la gastritis, la colitis o el síndrome del intestino irritable. Además, es fácil de digerir, lo que lo hace ideal para personas convalecientes.

Fatiga crónica
Al ser un alimento rico en proteínas, electrolitos y minerales, el caldo de gallina es ideal para quienes se sienten débiles o sin energía. Ayuda a reponer nutrientes y favorece la recuperación en periodos de debilidad física o después de enfermedades prolongadas.

Deterioro cognitivo
El caldo de gallina también contiene nutrientes como la colina y ciertos aminoácidos que contribuyen al buen funcionamiento del cerebro. Aunque no es un tratamiento directo, forma parte de una alimentación saludable que puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo leve.

Cómo preparar el caldo de gallina

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Esta sopa se prepara con ingredientes sencillos pero altamente nutritivos. Para una preparación básica necesitás:

  • 1 presa de gallina (muslo, pata o pechuga con hueso)
  • 1 litro y medio de agua
  • 1 trozo de jengibre
  • 1 rama de apio
  • 1 zanahoria
  • 1 porción de fideos cabello de ángel o arroz
  • 1 huevo duro
  • Papa (amarilla o blanca)
  • Sal, pimienta y orégano a gusto
  • Cebolla de verdeo y limón para acompañar

Herví todos los ingredientes lentamente durante una hora o más para que los nutrientes de los huesos se liberen. Serví bien caliente con el huevo sancochado, la papa y los fideos, y decorá con cebolla de verdeo y un chorrito de limón.

¿Cuál es el mejor momento del día para tomar caldo de gallina?

El caldo de gallina puede tomarse a cualquier hora del día, pero hay ciertos momentos donde sus beneficios se potencian:

  • Por la mañana: muchas personas lo consumen como desayuno caliente en invierno, ya que brinda energía, fortalece el sistema inmunológico y prepara al cuerpo para enfrentar el frío.
  • En el almuerzo: como primer plato o comida principal, es ideal por su aporte completo de proteínas, carbohidratos y minerales.
  • Durante la noche: si estás convaleciente, con fiebre o debilidad, tomarlo por la noche puede ayudarte a dormir mejor y recuperar energía.

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