Redacción El País
Un meta-análisis publicado en 2025 volvió a poner el foco en la relación entre los hábitos de vida y la salud sexual femenina. Según el trabajo, las mujeres con bajos niveles de actividad física presentan una prevalencia de alteraciones en su bienestar íntimo del 64,6 %, frente al 47 % observado en aquellas que mantienen una mayor actividad física.
El dato refuerza la idea de que la salud íntima forma parte del bienestar físico y emocional a lo largo de todas las etapas de la vida.
Los investigadores señalan que el bienestar íntimo femenino está condicionado por múltiples factores que interactúan entre sí. Entre ellos se encuentran los cambios hormonales propios de la perimenopausia y la menopausia, determinadas condiciones de salud —como alteraciones metabólicas o tiroideas—, el estrés, la calidad del descanso y el uso de algunos medicamentos. A estos elementos se suman aspectos relacionales, hábitos cotidianos y factores socioculturales que, en muchos casos, dificultan hablar del tema de manera abierta.
El análisis también destaca el rol del síndrome metabólico en el desequilibrio de la salud sexual femenina. De acuerdo con un estudio publicado en la Revista de Trastornos de la Diabetes y el Metabolismo, la prevalencia de alteraciones en la función íntima alcanza el 39,3 % en mujeres con esta condición, que incluye obesidad, hipertensión y diabetes. En mujeres posmenopáusicas con síndrome metabólico, el porcentaje asciende al 49,8 %.
Estos resultados subrayan la importancia de identificar a tiempo los síntomas que pueden requerir una valoración médica especializada. Entre las señales de alerta se encuentran pequeñas pérdidas de orina al toser, reír o hacer esfuerzo; cambios en el interés o la motivación hacia la intimidad; dificultad para alcanzar una respuesta plena; sensación de resequedad, ardor o molestias persistentes en la zona pélvica; inseguridad o temor ante la cercanía íntima; percepción de menor firmeza o soporte vaginal; alteraciones del ciclo, bochornos, fatiga, problemas de sueño o concentración, así como episodios urinarios repetitivos sin causa aparente.
Para el doctor José Pablo Saffon, CEO del Grupo Novafem y médico máster en salud sexual, la evidencia científica reciente ha permitido avanzar en la comprensión de estos cambios. “La salud íntima femenina es un área de estudio que continúa evolucionando a partir de nuevos hallazgos científicos. La evidencia actual nos permite comprender mejor los factores que influyen en el bienestar físico y emocional de las mujeres y abordarlos con herramientas clínicas cada vez más precisas y seguras”, señaló. Desde la práctica médica, explicó, el objetivo es ofrecer una valoración integral, adaptada a las particularidades de cada paciente.
En base a El Tiempo/GDA