Artemisa annua: la planta de la medicina china con propiedades contra virus, inflamación y malaria

Usada desde hace siglos en Asia, la Artemisa annua concentra compuestos con efectos antivirales, antiinflamatorios y antiparasitarios. La ciencia moderna confirma su valor terapéutico

Artemisa annua
Artemisa annua
Foto: Freepik

Redacción El País
La Artemisia annua, conocida también como artemisa dulce, ajenjo chino o qinghao, es una de las plantas más valoradas de la medicina tradicional china.

Su uso se remonta al siglo IV, cuando se la empleaba para tratar fiebres y hemorroides. Hoy, gracias a sus compuestos activos —entre ellos la artemisinina—, se convirtió en un recurso central contra la malaria y otras enfermedades.

La investigación científica demostró que esta especie posee propiedades antivirales, antioxidantes, antiinflamatorias y antiparasitarias, lo que la vuelve un objeto de estudio permanente en farmacología.

Contra la malaria, un aliado reconocido por la OMS

El empleo más difundido y validado de la Artemisa annua es el tratamiento de la malaria. La Organización Mundial de la Salud recomienda terapias combinadas basadas en artemisinina para cuadros no complicados de esta enfermedad parasitaria.

Ensayos clínicos comprobaron que las infusiones de la planta pueden resultar tan eficaces como la quinina. En uno de los estudios, un 92% de los pacientes tratados eliminó el parásito en solo una semana. Otro trabajo reportó que, en menos de 24 horas, los trofozoítos desaparecieron, mientras que con otros fármacos este proceso demoraba hasta dos semanas.

El punto débil de la artemisinina es su vida media corta, pero los investigadores observaron que su potencia mejora cuando actúa junto a otros compuestos de la misma planta, como flavonoides y terpenos.

Artemisa annua
Artemisa annua
Foto: Freepik

Beneficios que van más allá de la malaria

Además de su eficacia antiparasitaria, distintos estudios exploraron otros posibles usos de la Artemisa annua:

  • Acción antiviral: Extractos acuosos mostraron capacidad de inhibir la replicación del Covid-19 y de virus como VIH, herpes simple, hepatitis B y VPH.
  • Efecto antiinflamatorio y analgésico: Se observaron beneficios en cuadros de osteoartritis, artritis reumatoide, lupus y enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Potencial anticancerígeno: La artemisinina libera radicales libres en células tumorales, lo que puede dañar su ADN y promover su muerte programada. Flavonoides y fenoles de la planta también evidenciaron actividad antitumoral en laboratorio.
  • Acción antioxidante y antidiabética: Sus compuestos mantienen efectos protectores aun al hervirse. En modelos animales redujeron la hiperglucemia y protegieron hígado y páncreas.
  • Actividad antibacteriana y antifúngica: El aceite esencial mostró efecto contra bacterias como Staphylococcus aureus y Escherichia coli, además de hongos que afectan cultivos agrícolas.

Formas de consumo y precauciones necesarias

En la actualidad, la Artemisa annua se utiliza en infusiones, cápsulas y extractos. Sin embargo, sus efectos varían según el origen de la planta, el método de cultivo y la preparación.

Aunque se considera segura en usos controlados, se registraron efectos adversos como daño hepático, anemia, mareos y reacciones cutáneas. Por eso, no se recomienda durante el embarazo, la lactancia, ni en personas con diabetes o antecedentes gastrointestinales, salvo bajo supervisión médica.

En base a La Nación/GDA

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