Redacción El País
Solas o como parte de diferentes preparaciones, las pasas de uva no solo son un snack práctico y versátil: también aportan beneficios comprobados para la salud.
Una especialista en nutrición de la Universidad de Wisconsin explicó que este fruto deshidratado puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedad coronaria y, al mismo tiempo, favorecer el buen funcionamiento del sistema digestivo.
Las pasas provienen de las uvas frescas y, al pasar por un proceso de deshidratación, concentran sus nutrientes. De acuerdo con Camila Martin, nutricionista registrada en la Universidad de Wisconsin, se trata de un alimento con alta densidad nutricional, rico en carbohidratos, con pequeñas cantidades de proteína y grasa, y con minerales como hierro, magnesio y potasio. Sin embargo, su principal aporte está en la fibra dietética.
La importancia de este dato se hace evidente al observar las cifras: según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025, más del 90% de las mujeres y el 97% de los hombres no cumplen con la ingesta diaria recomendada de fibra. Incorporar pasas a la dieta cotidiana puede ser una manera sencilla y eficaz de alcanzar ese objetivo.
“La fibra dietética es esencial para reducir el riesgo de enfermedad coronaria y para apoyar la salud intestinal”, señaló Martin. Por eso, sumar este alimento en pequeñas porciones puede convertirse en una estrategia para cuidar tanto la digestión como el sistema cardiovascular.
En la comparación entre uvas frescas y pasas, las diferencias son claras. Las pasas superan a la fruta fresca en contenido de fibra, potasio e hierro, aunque también concentran más carbohidratos y azúcares. Las uvas, en cambio, gracias a su alto contenido de agua, generan mayor saciedad inmediata. Según la especialista, la elección depende de los objetivos de cada persona, pero en todos los casos la clave está en la moderación.
Martin aclaró que los azúcares presentes en frutas, vegetales y lácteos no deben verse de forma negativa: son una fuente de energía inmediata y cumplen funciones esenciales en el organismo.
La versatilidad de las pasas hace que sea sencillo incorporarlas en la alimentación diaria. Pueden sumarse a yogures, cereales o ensaladas, además de ser un ingrediente clásico en panes y repostería. Vienen en diferentes variedades, desde amarillas hasta marrones o moradas, y todas comparten las mismas propiedades básicas.
Dentro de una dieta variada y equilibrada, las pasas son mucho más que un bocado dulce: aportan fibra, minerales y energía, favorecen la digestión y ayudan a mantener la salud del corazón.
En base a La Nación/GDA
-
Pan de limón y arándanos: una dulzura horneada y saludable que contiene 9 gramos de proteína por rebanada
Lo que tenés que comer para mejorar tu memoria y concentración cuando llegaste a la tercera edad
Rosh Hashaná 2025: los alimentos y las tradiciones del Año Nuevo Judío a lo largo y ancho del mundo