Isabella Jugo, El Comercio/GDA.
Las infusiones son una excelente opción para los días fríos de invierno. No obstante, además de calentarnos, tienen múltiples beneficios gracias a sus ingredientes nutritivos. Jenny García, licenciada en Nutrición a cargo del programa ‘Nutrición a Domicilio’ de SANNA ambulatorio, indica que existen dos formas de beber infusiones: las industrializadas y las naturales. “Cuando los tés filtrantes pasan al proceso de envasado, tienen que secarse para durar más. Además, se les añade preservantes y potenciadores de aroma y sabor. Por ello, es mejor consumir las infusiones en su forma natural”, estableció.
¿Qué tengo que tener en cuenta para hacer mis propias infusiones?
Jenny García resalta que para elaborar infusiones naturales es fundamental un buen tratamiento para evitar las contaminaciones al momento de consumirla. “Siempre que compremos una flor o una hierba en su estado natural, tenemos que verificar y lavarlas en el momento en el que vamos a utilizarlas. Solo será necesario limpiar la porción que vamos a utilizar en esa infusión”, añadió.
Del mismo modo, hizo énfasis en que las infusiones tienen que reposar, no hervirse. Una vez que haya reposado lo suficiente, se pueden conservar únicamente en un envase de vidrio.
En algunas familias, según la especialista, cultivan sus propias plantas, tanto para infusiones como para otros alimentos. Si desean empezar a realizar esta práctica, García aconseja no mezclar en un macetero varias infusiones. Cada maceta debe ser para una hierba distinta.
¿Cuáles son los beneficios de las infusiones naturales?
De acuerdo con la nutricionista, hay una amplia variedad de infusiones y cada una tiene propiedades distintas. Por un lado, la manzanilla, la menta y la muña pueden brindar múltiples beneficios al sistema digestivo, pues tienen principios activos y sustancias que permiten su correcto funcionamiento.
En ese sentido, afirmó que también existen infusiones para la función hepática, funciones renales, curativas y para mejorar el estado de ánimo. “Por ejemplo, la hierba luisa tiene propiedades relajantes. De la misma manera, la flor de jamaica y la cola de caballo son bebidas diuréticas”, aclaró.
En cuanto a los nutrientes, García señaló que algunas plantas contienen calcio, hierro, vitamina complejo B y antioxidantes. “Sin embargo, no podemos utilizarlas como fuente de ellas por la reducida cantidad en la que la consumimos”, finalizó.