¿Las papas son saludables? Nutricionistas revelan la verdad sobre un alimento demonizado por muchos

Nuevo estudio de Harvard despertó el debate acerca de esta comida y los expertos dieron su punto de vista y compartieron recomendaciones para una dieta equilibrada.

Papas fritas
Papas fritas.
Foto: Freepik.

Redacción El País
Para muchas familias, las papas fritas son un clásico. Sin embargo, un nuevo estudio advierte que su consumo habitual podría tener efectos negativos sobre la salud, en particular un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El problema no es la parte de "papas", sino la de "fritas".

La investigación, liderada por la Escuela de Salud Pública de Harvard, analizó durante casi 40 años a más de 200 mil personas sin diagnóstico previo de diabetes tipo 2. El resultado fue claro: quienes consumían papas fritas tres o más veces por semana tenían un 20% más de riesgo de desarrollar esta enfermedad, en comparación con quienes las comían menos de una vez por semana.

Seyed Mohammad Mousavi, investigador principal del estudio, explicó que muchos trabajos anteriores no diferenciaban entre las formas de preparación de la papa. Al hacer esa distinción, se evidenció que solo las papas fritas presentaban efectos adversos consistentes.

¿Qué pasa al freír las papas?

El cardiólogo Dariush Mozaffarian, director del Food is Medicine Institute de Tufts, explicó que freír a altas temperaturas no solo agrega calorías y grasas saturadas, sino que modifica la estructura de los ácidos grasos, generando compuestos poco saludables para el cuerpo.

Desde la Universidad de Nueva York, Marion Nestle sostuvo que “la papa siempre fue un alimento saludable”, y Joan Salge Blake, de la Universidad de Boston, coincidió: “El problema no es la papa, es cómo se cocina. En este caso, la papa frita”.

Pelar papas
Pelar papas sobre una tabla de madera.
Foto: Freepik.

Julia Zumpano, nutricionista del Cleveland Clinic, advirtió que muchas papas fritas no provienen de papas frescas, sino de productos congelados que contienen harinas, aditivos y aceites añadidos. Además, el tamaño de las porciones es difícil de controlar. “Una papa al horno se come en una sola unidad. En cambio, con las fritas, las porciones suelen ser grandes y poco medidas”, explicó.

A esto se suma que las papas fritas a menudo se consumen junto a alimentos muy calóricos, como hamburguesas y bebidas azucaradas, lo que agrava aún más los efectos negativos en la salud.

Alternativas más saludables

Los nutricionistas coinciden en que las papas hervidas, al horno o en puré son opciones saludables cuando se preparan correctamente. Si se cocinan con la cáscara, aportan nutrientes clave como fibra, vitamina C, potasio y vitamina B6.

Dana Hunnes, nutricionista del hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, recomendó cocinar las papas en casa, mantenerles la piel y dejarlas enfriar después de la cocción. Este proceso aumenta el contenido de almidón resistente, un tipo de carbohidrato que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y mejora la salud intestinal.

En base a información de La Nación/GDA

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