Advierten por brote de listeriosis en Argentina: la bacteria fue detectada en un queso contaminado

La enfermedad se desarrolla con rapidez y puede generar meningitis, trastornos medulares e incluso septicemia. También puede generar complicaciones en los embarazos.

Bacteria Listeria monocytogenes.
Bacteria Listeria monocytogenes.
Foto: La Nación/GDA.

El ministerio de Salud argentino emitió una alerta a raíz de un nuevo brote de listeriosis, que afecta a diferentes provincias del país vecino. La investigación epidemiológica vinculó esta aparición directamente con el consumo de un queso criollo producido de manera industrial, pero a pequeña escala. Esta enfermedad infecciosa es causada por la bacteria Listeria monocytogenes, un microorganismo que puede habitar distintos ambientes naturales y que representa un riesgo considerable para la salud pública.

El infectólogo y epidemiólogo argentino Hugo Pizzi detalló que la bacteria puede estar presente en diversos medios, como el agua o en la tierra, pero se transmite principalmente a través de alimentos contaminados. El especialista explicó que la Listeria monocytogenes puede desencadenar complicaciones severas, especialmente en ciertos grupos vulnerables.

Quesos en una estantería.
Quesos en una estantería.
Foto: La Nación/GDA.

En embarazadas, por ejemplo, la infección puede provocar complicaciones severas, un dato que subraya la gravedad de esta patología. Además, Pizzi indicó que la enfermedad se desarrolla con rapidez y puede afectar diferentes sistemas del cuerpo, produciendo meningitis, trastornos medulares e incluso septicemia, cuadros que ponen en riesgo la vida del paciente. Sin embargo, cuando el paciente se atiende a tiempo, los antibióticos son altamente efectivos.

Según el Boletín Epidemiológico argentino, se detectaron casos en tres jurisdicciones distintas con una alta relación genómica entre ellos, lo que sugiere que el brote tiene un origen común. Esto puede deberse al consumo de un mismo alimento o a distintos productos contaminados con la misma cepa bacteriana, lo que evidencia la importancia de realizar un seguimiento genómico para determinar los vínculos epidemiológicos.

¿Cuáles son los síntomas?

Pizzi remarcó que, si bien la Listeria es una bacteria fácil de identificar y tratar, la enfermedad presenta un desafío importante. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos específicos que resultan altamente efectivos si se aplican a tiempo. Sin embargo, el infectólogo señaló que el problema principal es que, en la mayoría de los casos, el diagnóstico se realiza cuando la bacteria ya ha provocado daños significativos en órganos vitales, lo que complica la recuperación y aumenta la gravedad del cuadro clínico.

Es por eso por lo que hay que estar alertas a los síntomas. En algunos casos, las personas infectadas pueden experimentar escalofríos, fatiga, fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos y dolor de cabeza. No obstante, cuando el cuadro se agrava, puede evolucionar a meningitis o septicemia, condiciones que requieren atención médica inmediata. Pizzi alertó que el índice de mortalidad asociado a la listeriosis es elevado, llegando a oscilar entre un 20% y un 30%. Además, advirtió que la gravedad del cuadro depende en gran medida de la edad y el estado inmunológico del paciente, siendo los adultos mayores y los niños los más vulnerables a sufrir complicaciones severas.

Respecto de la transmisión, Pizzi enfatizó la importancia de las medidas de bioseguridad y la higiene para prevenir la infección. Detalló que la contaminación puede ocurrir a través de diferentes vías, como las manos, el agua o la leche, y que incluso los animales pueden ser portadores de la bacteria, contaminando el ambiente y los alimentos. Por esta razón, destacó que la implementación rigurosa de normas higiénicas y sanitarias es fundamental para evitar que estos episodios ocurran.

Por Alejandro Hovart de La Nación/GDA

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