Jengibre encurtido al estilo japonés: cómo prepararlo y los beneficios para la salud en tu dieta diaria

El jengibre encurtido, conocido como gari en Japón, es una forma sencilla y sabrosa de sumar este ingrediente a la alimentación, potenciando su efecto digestivo y antiinflamatorio. Te contamos cómo prepararlo y consumirlo.

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Jengibre.
Foto: Pxnio.

Redacción El País
El jengibre es una raíz que todos reconocemos por sus propiedades medicinales y su uso habitual en infusiones, jugos o como condimento en las comidas. Sin embargo, existe una preparación poco difundida en nuestro país pero muy popular en Japón: el jengibre encurtido o gari.

Esta preparación consiste en láminas finas de jengibre fresco, que se conservan en una mezcla de vinagre, sal y azúcar. Así, el jengibre adquiere un sabor agridulce y una textura suave, muy distinta al jengibre fresco que conocemos.

En Japón, el gari se sirve con sushi para limpiar el paladar entre distintos bocados y evitar la mezcla de sabores. Aunque muchos lo rechacen por su fuerte gusto, este condimento puede ser un aliado en nuestra dieta diaria.

Propiedades que vale la pena conocer

El jengibre encurtido combina lo mejor de la raíz fresca con las bondades del proceso de encurtido. Entre sus beneficios destacan:

  • Mejora la digestión: Estimula la producción de jugos gástricos, aliviando molestias como náuseas o sensación de pesadez.
  • Efecto antiinflamatorio: Gracias al gingerol, uno de sus compuestos activos.
  • Acción antimicrobiana: El vinagre y el jengibre ayudan a reducir bacterias, lo que contribuye a una mejor salud bucal.
  • Bajo en calorías: Ideal para acompañar sin sumar grasas ni calorías extras.

Preparación casera fácil y rápida

Para hacer jengibre encurtido en casa, sólo necesitás:

  • 200 gramos de raíz de jengibre fresca
  • 1 taza de vinagre de arroz o vinagre blanco suave
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1½ cucharadita de sal

El proceso es simple: pelá y cortá el jengibre en láminas finas, dejalo reposar con un poco de sal para que suelte líquido, luego prepará la mezcla de vinagre, azúcar y sal calentándola hasta disolver. Colocá el jengibre en un frasco limpio y volcá la mezcla aún caliente, dejá enfriar a temperatura ambiente y después guardá en la heladera. El sabor mejora con algunos días de reposo, aunque se puede consumir después de 24 horas.

Jengibre cortado.
Jengibre cortado.
Foto: Pixabay

¿Cómo incorporarlo a la dieta?

El jengibre encurtido se disfruta mejor en pequeñas porciones, por ejemplo:

  • Como acompañante de arroz, pescado o sushi, para limpiar el paladar y facilitar la digestión.
  • Agregado a ensaladas frescas, aportando un toque ácido y picante.
  • En sándwiches o bocadillos, sumando sabor y ayudando a la digestión.
  • Entre diferentes platos durante una comida para “resetear” el paladar.

Es importante no abusar, ya que el contenido de vinagre y sodio puede afectar a quienes tienen gastritis, úlceras o hipertensión. En esos casos, siempre conviene consultar al médico antes de incorporarlo regularmente.

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